Israel reanuda los ataques a Gaza tras 20 horas de aparente calma
El Ejército concentra tropas, carros de combate y artillería en la frontera del enclave palestino
La aviación israelí ha vuelto a bombardear en la noche del martes objetivos de Hamás en la franja de Gaza tras 20 horas de aparente calma. Un portavoz castrense informó del ataque lanzado poco después de las 23.00 del martes contra un recinto militar y una fábrica de armas situadas en Jan Yunis, al sur del enclave palestino después de al menos dos nuevos lanzamientos de cohetes hacia el territorio de Israel. Las Fuerzas Armadas habían anunciado al caer la noche el despliegue de una tercera brigada de infantería y de un batallón de artillería en la frontera con Gaza. En una medida con escasos precedentes desde la guerra de 2014, el Ejército ha concentrado tropas y carros de combate y ha movilizado a miles de reservistas en previsión de una nueva escalada bélica en el enclave palestino. Un alto cargo del Gobierno aseguró al diario Haaretz que no se había alcanzado ningún alto el fuego con Hamás.
El anuncio de la movilización de tropas coincidió con el primer lanzamiento de un proyectil desde que el intercambio de ataques entre amabas partes había quedado suspendido, en torno a las tres de la madrugada. Desde la tarde del lunes, las milicias palestinas de Gaza habían disparado más de 60 cohetes y granadas de mortero, mientras que Israel lanzó decenas de bombardeos desde aviones, helicópteros y baterías de artillería contra posiciones de Hamás y de la Yihad Islámica.
La ofensiva desencadenada por Israel –que dejó heridas a al menos siete personas, según responsables sanitarios palestinos– responde a una acción de represalia por el disparo desde Gaza de un cohete que destruyó una casa, al noreste de Tel Aviv, y causó heridas a sus siete habitantes. Gran parte de los municipios israelíes han abierto al público los refugios antibombardeos en previsión de nuevos lanzamientos de cohetes.
Las Fuerzas Armadas y las autoridades militares de Protección Civil impusieron limitaciones a las actividades civiles en las poblaciones israelíes cercanas al enclave costero palestino. Las escuelas permanecen cerradas, así como los centros de trabajo que no dispongan de refugios cercanos para los empleados. Al mismo tiempo, los trabajos agrícolas en la región han quedado restringidas. Las sirenas de alarma se activaron en la madrugada del martes en decenas de localidades israelíes. No hubo parte de víctimas. La mayoría de los proyectiles cayeron sobre zonas deshabitadas y el resto fueron interceptados por el sistema defensivo antimisiles Cúpula de Hierro.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, regresó a su país tras haber acortado su visita a Estados Unidos, donde del presidente Donald Trump reconoció oficialmente el lunes la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán, territorio sirio ocupado desde 1967. En plena campaña electoral de las legislativas del 9 de abril, Netanyahu trata de mostrar ahora mano dura ante Hamás, después de haber contenido la respuesta militar en anteriores episodios de lanzamientos de cohetes.
“Hamás debe saber que no vacilaremos en entrar (en la Franja de Gaza) y tomar las medidas necesarias”, alertó el jefe del Gobierno antes de subir al avión en Washington. A su llegada a Israel se dirigió directamente a la sede del Ministerio del Interior en Tel Aviv, donde se reunió con el jefe del Estado Mayor, el teniente general Avi Kohavi, y altos mandos de la seguridad nacional.
Netanyahu se dirigió más tarde por videoconferencia a la conferencia anual del Comité Estados Unidos-Israel de Asuntos Públicos (AIPAC, en sus siglas inglesas), el principal grupo de presión proisraelí de EE UU, donde anunció que está dispuesto “ha hacer mucho más, todo lo que sea necesario, para defender” Israel de los ataques desde Gaza.
Un portavoz del movimiento de resistencia islámica Hamás había asegurado en la noche del lunes que alto el fuego con mediación egipcia iba a entrar en vigor a las 22.00, pero ninguna fuente israelí confirmó entonces la aceptación de la tregua. La cadena catarí Al Jazeera informó de que Egipto ha mantenido conversaciones con Israel y Hamás para acordar un cese de hostilidades. Tras una madrugada marcada por decenas de explosiones causadas por los bombardeos, las escuelas permanecieron cerradas también en Gaza. Edificios enteros y centros de mando de la organización islamista –como las oficinas de su máximo líder político, Ismail Haniya– quedaron arrasados en los ataques de la aviación israelí.
Naciones Unidas ha advertido del riesgo de una escalada sin control tras el lanzamiento indiscriminado de cohetes desde el enclave costero y las subsiguientes represalias israelíes contra la Franja. “Una nueva guerra será devastadora para los palestinos y tendría consecuencias para Israel”, alertó el enviado de Naciones Unidas para Oriente Próximo, Nickolay Mladenov.
Después de haber sido escenario de tres contiendas con Israel en el último decenio, la Franja de Gaza se encuentra en bancarrota y con sus servicios básicos (electricidad, agua...) prácticamente inutilizados. La protesta contra el bloqueo impuesto por Israel a partir de 2007 se ha saldado desde el pasado 30 de marzo con la muerte de más de 250 gazatíes, en su gran mayoría manifestantes en la frontera abatidos por disparos de las tropas israelíes durante la llamada Gran Marcha del Retorno. Las facciones palestinas han convocado para el viernes concentraciones masivas en la valla de separación con Israel en el primer aniversario del movimiento.
El anuncio de un alto el fuego con mediación egipcia, difundido en la noche del lunes por Hamás, no ha impedido que la aviación israelí siguiera bombardeando decenas de objetivos en Gaza en la madrugada de este martes y de que la milicia islamista lanzara más de 30 cohetes y proyectiles contra territorio israelí. La escalada bélica se ha detenido antes del amanecer, según residentes en la Franja. Mientras tanto, las autoridades militares han impuesto limitaciones a las actividades civiles en las poblaciones israelíes cercanas al enclave costero palestino.
La ofensiva desencadenada por Israel –que ha causado heridas a siete personas, según responsables sanitarios palestinos– es una represalia por el disparo desde Gaza de un cohete que destruyó una casa, al noreste de Tel Aviv, y causó heridas a sus siete habitantes. Gran parte de los municipios israelíes han abierto al público los refugios antibombardeos en previsión de eventuales lanzamientos de proyectiles.
Las escuelas permanecen cerradas en la zona colindante con la Franja, así como los centros de trabajo que no dispongan de refugios cercanos para los empleados. Al mismo tiempo, las actividades agrícolas en la región han quedado restringidas. En una medida con escasos precedentes, las Fuerzas Armadas han concentrado tropas en la frontera –al menos dos nuevas brigadas–, y un millar de reservistas han sido movilizados.
Las sirenas de alarma se activaron de madrugada en decenas de localidades israelíes a causa del lanzamiento de proyectiles desde la Franja. Desde que se inició la ofensiva aérea de represalia, al anochecer del lunes, las milicias palestinas han disparado un total de 60 cohetes o granadas de mortero. La mayoría cayeron sobre zonas deshabitadas y el resto fueron interceptados por el sistema defensivo antimisiles Cúpula de Hierro.
Un portavoz del movimiento de resistencia islámica Hamás aseguró en la noche del lunes que un alto el fuego negociado por Egipto iba a entrar en vigor a las 22.00 (21.00 en la España peninsular, 20.00 GMT), pero ninguna fuente israelí confirmó entonces la aceptación de la tregua. La cadena catarí Al Jazeera informa de que Egipto sigue manteniendo conversaciones con Israel y Hamás para establecer el cese de hostilidades. Tras una madrugada marcada por decenas de explosiones causadas por los bombardeos, las escuelas de la Franja permanecían cerradas esta mañana.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, vuela de vuelta a su país tras haber acortado su visita a Estados Unidos, donde del presidente Donald Trump reconoció oficialmente el lunes la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán, territorio sirio ocupado desde 1967. En plena campaña electoral de las legislativas del 9 de abril, Netanyahu muestra firmeza ante Hamás después de haber contenido la respuesta militar en anteriores episodios de lanzamientos de cohetes. Antes de subir al avión, declaró en Washington que la respuesta militar israelí ha sido “muy enérgica”, y anunció que a su llegada se dirigirá directamente a la sede del Ministerio del Interior en Tel Aviv. “Hamás debe saber que no vacilaremos en entrar (en la Franja de Gaza) y tomar las medidas necesarias”, alertó, según un comunicado de la Oficina de Prensa del Gobierno.
El ministro de Seguridad Pública, Gilad Erdan, ha precisado a la radio del Ejército que, hasta que los objetivos de la operación de castigo sean alcanzados, el Gobierno va a hacer pagar a Hamás “un precio muy alto por los ataques a civiles israelíes”. “Todos los rumores sobre un alto el fuego son incorrectos”, ha advertido. Edificios enteros y centros de mando de la organización islamista, como las oficinas de su máximo líder político, Ismail Haniya, han quedado arrasados en los ataques de la aviación hebrea.
Después de haber registrado tres guerras con Israel en el último decenio, la Franja de Gaza se encuentra en bancarrota y con sus servicios básicos (electricidad, agua...) prácticamente inutilizados. El movimiento de protesta contra el bloqueo impuesto por Israel desde 2007 se ha saldado desde hace un año con la muerte de más de 250 gazatíes, en su gran mayoría manifestantes en la frontera abatidos por disparos de las tropas israelíes durante la llamada Gran Marcha del Retorno.
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