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Trump rectifica su apoyo a Kim en el caso de la muerte del estadounidense Otto Warmbier

Los padres del joven fallecido tras casi un año y medio preso en Corea del Norte cargan contra el mandatario: “Kim y su régimen malvado son los responsables de la muerte de nuestro hijo”

Antonia Laborde

El presidente Donald Trump se tuvo que desdecir de su apoyo a Kim Jong-un sobre el caso de la muerte de Otto Warmbier tras el alud de críticas recibido. No fue solo la familia del joven fallecido la que rechazó la actitud del mandatario, también congresistas demócratas e incluso republicanos se mostraron en desacuerdo. Warmbier fue sentenciado a 15 años de trabajo forzado por haber sido visto en un vídeo descolgando un cartel de propaganda política en un hotel.

El estudiante Otto Frederick Warmbier en una conferencia de prensa el 29 de febrero en Corea del Norte.
El estudiante Otto Frederick Warmbier en una conferencia de prensa el 29 de febrero en Corea del Norte.AFP

Donald Trump repite con frecuencia que la muerte de Otto Warmbier no fue en vano. Desde su fallecimiento en junio de 2017, ocurrido seis días después de que Corea del Norte lo devolviera en estado vegetativo a Estados Unidos tras 17 meses de detención, el mandatario lo ha tenido presente. En el discurso del estado de la Unión de 2018, con los padres de Warmbier como invitados de la primera dama, Trump acusó al dictador norcoreano Kim Jong-un de oprimir “como ningún otro país” a sus propios ciudadanos. Meses después, en la primera cumbre entre ambos líderes, el republicano teorizó con que “sin Otto, esto no habría sucedido". A medida que el vínculo con el régimen totalitario se acrecentaba, las críticas por las violaciones a los derechos humanos disminuían. Hasta tal grado que en la segunda reunión llevada a cabo esta semana en Vietnam, Trump le dio un voto de confianza a Kim: “Me dijo que no lo sabía [la detención de Warmbier] y le tomaré la palabra".

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La credibilidad que le otorgó el presidente estadounidense al dictador norcoreano en el sureste asiático cayó como una bomba en Washington. Los padres de Otto, así como demócratas y algunos republicanos, no la dejaron pasar. “Hemos sido respetuosos durante este proceso de la cumbre. Ahora debemos hablar”, rezaba la declaración escrita por Fred y Cindy Warmbier. “Kim y su régimen malvado son los responsables de la muerte de nuestro hijo Otto. Kim y su malvado régimen son los responsables de una crueldad e inhumanidad inimaginable. Ninguna excusa o alabanza generosa puede cambiar eso". La última frase ha sido interpretada como un dardo a Trump, que en los últimos meses ha dicho que Kim es “muy inteligente, agudo" y "un verdadero líder". También ha dicho que se han escrito “cartas hermosas” y que “se enamoraron” después de la cumbre en Singapur en junio del año pasado.

El mandatario, ya de vuelta en Washington, retiró lo dicho frente a Kim tras el alud de críticas. A través de su cuenta de Twitter se dirigió al matrimonio Warmbier, provenientes del Ohio republicano: “Nunca me gusta que me malinterpreten, pero especialmente cuando se trata de Otto Warmbier y su gran familia”, aclaró Trump. “Por supuesto que hago responsable a Corea del Norte del maltrato y la muerte de Otto”, agregó, cambiando completamente su discurso expuesto en Vietnam. Por último, y como es de costumbre, sostuvo que Otto Warmbier no murió en vano, y que tanto él como su familia “se han convertido en un tremendo símbolo de fuerte pasión y fortaleza, que durará muchos años en el futuro”.

La historia de Otto en Corea del Norte tiene lagunas que su familia nunca completar. Se sabe que el 2 enero de 2016, cuando el joven se disponía a abandonar Pyongyang después de una ruta turística de varios días, lo arrestaron en el aeropuerto por “crímenes contra el Estado”. El delito lo había cometido supuestamente el día de Nochevieja cuando ingresó a una zona del hotel e intentó coger un cartel de propaganda política que estaba colgado en una pared. Por eso, lo condenaron a 15 años de trabajos forzados.

También se sabe que el 29 de febrero de 2016 el régimen norcoreano publicó varios vídeos en los que Otto, visiblemente desesperado, roto por dentro, confesaba entre sollozos el hurto de la y pedía su liberación y el perdón de Corea del norte. Dijo que actuó por orden de una iglesia protestante de su natal Ohio, que tenía por objetivo "dañar la motivación y el trabajo del pueblo norcoreano", con la ayuda de la CIA y el gobierno estadounidense. A partir de entonces las cosas ya no se saben, se presuponen. La siguiente vez que los padres de Otto lo vieron fue casi un año y medio después, en territorio estadounidense. "Otto tenía la cabeza afeitada, un tubo de alimentación que salía de su nariz, la mirada fija, se sacudía violentamente”, describió su padre en una entrevista. El joven estaba en coma.

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Corea del Norte devolvió a Warmbier por “razones humanitarias”, acusando que había contraído botulismo. Los médicos no detectaron ningún indicio de aquella enfermedad en el estudiante. El mundo no sabe qué pasó. Kim Jong-un afirma que tampoco. Y a pesar de que no se puede confirmar, Washington lo presupone. Aunque este viernes Trump fuera “malinterpretado” y le tomara la palabra.

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Sobre la firma

Antonia Laborde
Periodista en Chile desde 2022, antes estuvo cuatro años como corresponsal en la oficina de Washington. Ha trabajado en Telemundo (España), en el periódico económico Pulso (Chile) y en el medio online El Definido (Chile). Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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