La creación de empleo masculino vuelve a superar al femenino cinco años después

España ha ganado 487.773 afiliados a la Seguridad Social en el último año. Es un dato muy positivo, en términos parecidos a los tres últimos años, en que la creación anual de puestos viene rondando el medio millón. Esta vez, a diferencia de lo que venía siendo habitual en los últimos ejercicios, esa generación de empleo se explica más por los hombres que por las mujeres. Ellos aportan 250.591 puestos y ellas 237.186, el 49% del total.

Es una diferencia sustancial respecto al año anterior, cuando se crearon 300.622 puestos de mujeres y 237.615 de hombres. Es decir, ellas aportaron el 56% de los nuevos empleos y ellos el 44%. La proporción era muy parecida en el ejercicio previo: de febrero de 2022 a febrero de 2023 se crearon 215.515 empleos de hombres y 260.348 de mujeres (ellas representaron el 55%). De febrero de 2020, el año de la crisis sanitaria, al mismo mes de 2021 se destruyeron unos 400.000 puestos, con una ligera mayoría de hombres. Es decir, hubo más varones que perdieron el empleo que mujeres.

El mayor desfase reciente a favor de las mujeres en la creación de empleo se dio un año antes. De febrero de 2019 al mismo mes de 2020 se crearon 361.757 puestos de trabajo, de los que 228.475 fueron de mujeres y 133.318 de hombres. Así, el 63% de los puestos creados fueron de trabajadoras. De 2018 a 2019 sí se generaron más empleos de hombres: 274.189, frente a 250.764 de mujeres. Desde entonces, mes a mes, venía sucediendo lo contrario con los datos interanuales. Pero en enero de este año la tendencia se invirtió, y en febrero se consolida al ampliarse la distancia entre los nuevos puestos ocupados por hombres y los ocupados por mujeres.

Pese a ello, una mirada global al último lustro muestra que la creación de empleo se sigue explicando más por las mujeres que por los hombres. De los 2,31 millones de puestos creados desde febrero de 2019, 1,27 millones corresponden a mujeres y 1,03 millones a hombres. Ellas aportan el 55% de los empleos creados en ese periodo. Pero, a la vez, se observa una moderación en la creación de empleo femenino, lo que se refleja en el peso de las mujeres en el total de la afiliación: son el 47,29% en febrero de 2025, solo tres centésimas más que en el mismo mes del año anterior. Es un avance muy inferior al de los años anteriores, en que venían ganando en torno a dos décimas por ejercicio.

Brecha salarial

Otra variable en la que los sindicatos vienen advirtiendo un freno es en la reducción de la brecha salarial entre hombres y mujeres. Cayó con fuerza a partir de 2018, cuando arrancó la senda de subida del salario mínimo de los últimos años, con un ascenso del 61% desde entonces, y en 2021 se aprobó la reforma laboral que ha hundido la temporalidad en el sector privado. Esto conecta con el hecho de que las mujeres son más en la mayoría de actividades con peor salario y más temporalidad. En 2022 la brecha salarial tocó suelo, con un 19%, pero en 2023 (último dato disponible en el informe al respecto de CC OO), repuntó hasta el 19,6%.

Los representantes de los trabajadores creen que la capacidad del salario mínimo y de la reforma laboral para reducir esta brecha se ha agotado y que para que siga cayendo hay que abordar una reforma del sistema de cuidados, que sigue recayendo mayoritariamente en las mujeres, lo que se traduce en carreras laborales más irregulares. Para entender mejor este fenómeno, UGT reclama a la Seguridad Social que facilite información sobre las reducciones de jornada por cuidados de hijos e hijas y otros familiares, en términos económicos “y que esta información sea recogida posteriormente en la Encuesta de Estructura Salarial para saber realmente el peso económico que tienen los cuidados en los salarios”.