La hermana de Kim Jong-un, la sombra del líder norcoreano en la cumbre de Hanói

A lo largo de todo el viaje de Kim Jong-un a Vietnam para participar en la fracasada cumbre de Hanói sobre desnuclearización con el presidente estadounidense, Donald Trump, el líder norcoreano ha contado con una protección muy especial. No solo la de sus guardaespaldas, famosos desde que acompañaron al trote el coche de su dirigente en la cumbre intercoreana de Panmunjom el año pasado. De manera más fiel si cabe, la de su hermana, Kim Yo-jong, siempre vigilándole desde la sombra.

Durante las escasas horas en las que Kim y Trump estuvieron reunidos, o paseando por los jardines del céntrico hotel Metropole en Hanói, se la pudo ver, oculta discretamente tras una pared, o entre las plantas, atenta a cualquier necesidad que pudiera tener su hermano.

Ya al llegar a Vietnam, tras un viaje de casi tres días en tren a lo largo de toda China, y durante una parada para cambiar de vehículo en la frontera y continuar hasta la capital vietnamita en coche, Kim aprovechó para descansar unos minutos y fumar un cigarrillo. Ella acudió solícita, con un cenicero de cristal entre las manos, para recogerle la colilla, posiblemente no por un afán puntilloso de limpieza, sino por no dejar ningún rastro de ADN del líder norcoreano que pueda remotamente caer en manos de los servicios secretos extranjeros.

Pero la hermanísima es mucho más que una sombra, aunque no hable en público ante los medios. Es la mujer más poderosa de Corea del Norte, como responsable de la propaganda, subdirectora del Partido de los Trabajadores y miembro suplente del Politburó de esa formación política.

Y, sobre todo, es la persona de toda confianza de su hermano mayor, quien en ocasiones ha delegado en ella para que le represente e incluso participa en las negociaciones importantes junto a él. Es la responsable de organizarle los viajes y comparecencias públicas. Viajó con él a la primera cumbre con Trump, en Singapur en junio pasado (allí sustituyó en el último momento la pluma preparada para que su hermano firmara una declaración conjunta por otra que ella ya llevaba lista en la chaqueta). También formó parte de las delegaciones que viajaron con Kim Jong-un a Pekín cuatro veces en el último año y que recibieron al presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, en su visita a Pyongyang en septiembre.

El año pasado, Kim Yo-jong cautivó a los surcoreanos con su sonrisa, su pelo recogido en una coleta, su cara sin apenas maquillaje y sus trajes de dos piezas, cuando encabezó la representación de su país en los Juegos Olímpicos de Invierno en el sur.

Nacida en 1987, estudió en Suiza como su hermano, antes de graduarse en la Universidad Kim Il-sung, la más prestigiosa de Corea del Norte, y cursar estudios en una universidad europea occidental, según la página especializada North Korea Leadership Watch.