Los actos antisemitas aumentan en Francia un 74% en un año
La fuerza de la ultraderecha y los ‘chalecos amarillos’ han contribuido al incremento
El antisemitismo aumenta en Francia. El vandalismo, los insultos, las amenazas y las agresiones contra los judíos aumentaron un 74% en 2018, según datos oficiales. La difusión de los datos coincide con el descubrimiento en días recientes de varias pintadas y la profanación en las afueras de París del memorial a Ilan Halimi, el joven judío secuestrado y torturado hasta la muerte en 2006.
Al nuevo antisemitismo de la última década y media, asociado al avance del islamismo entre la población francesa de origen árabe y musulmán, se añade ahora, según algunos expertos, un resurgimiento del viejo antisemitismo entre grupos de extrema derecha y una franja del movimiento de los chalecos amarillos.
“El antisemitismo se expande como un veneno, como la hiel”, dijo el lunes el ministro del Interior, Christophe Castaner. Castaner visitó el memorial de Halimi en Sainte-Geneviève-des-Bois, al sur de París. Alguien había cortado y dañado los árboles que configuran el monumento.
El ministro ha explicado que el número de actos antisemitas pasó de 311 a 541 entre 2017 y 2018. La cifra queda lejos del máximo registrado en 2004, con 974 actos, pero sigue siendo muy superior a la de 1999, con 82. Algunos historiadores señalan la coincidencia de la ola antisemita que empezó al año siguiente con la Segunda Intifada palestina y con el auge en Francia del islamismo radical en los años siguientes. Este antisemitismo se expresa tanto en pequeños actos de odio cotidiano —un insulto en la calle, una pintada en una sinagoga— como en actos de enorme violencia, como la matanza de tres niños en una escuela judía de Toulouse en 2012. En los últimos 10 años, 60.000 judíos franceses han emigrado a Israel, según el cálculo citado por el historiador Marc Knobel, del Consejo Representativo de las Instituciones Judías en Francia.
La novedad, en el último año, es “el resurgimiento de una extrema derecha identitaria virulenta que no duda en pasar a la acción”, ha declarado al diario Le Monde Frédéric Potier, responsable de la Delegación interministerial para la lucha contra el racismo, el antisemitismo y el odio anti-LGBT. Este nuevo antisemitismo conecta con una tradición muy arraigada en la ultraderecha francesa desde finales del siglo XIX, pero menos visible en años recientes. La irrupción de los chalecos amarillos “contribuye al aumento de las cifras en las últimas semanas del año”, añade Potier.
Este fin de semana, además de la profanación del monumento a Halimi, aparecieron en París pintadas antisemitas, como la palabra Juden (judío, en alemán) ante una tienda de bagels o una esvástica sobre unos retratos callejeros de la superviviente de Auschwitz Simone Veil.
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