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‘Juego sucio’ de fotografías contra los islamistas del Gobierno de Marruecos

La filtración de imágenes de una destacada diputada del PJD sin velo en París desata la polémica en Rabat

Francisco Peregil
La diputada marroquí Amina Maelainine, en el Parlamento en Rabat en 2017, en una imagen facilitada por el diario marroquí 'Ajbar al Yaum'.
La diputada marroquí Amina Maelainine, en el Parlamento en Rabat en 2017, en una imagen facilitada por el diario marroquí 'Ajbar al Yaum'.Rizkou Abdelmjid

Los islamistas del Partido Justicia y Desarrollo (PJD) llevan siete años en Marruecos al frente de un Gobierno de coalición sin que ninguno de sus máximos dirigentes hayan sido denunciados por corrupción. Es cierto que tampoco han sobresalido por luchar contra ella, pero el hecho de no haberse manchado las manos con el dinero ajeno ha sido hasta ahora la gran baza electoral de esta formación. Sin embargo, en los últimos meses algunos de sus miembros más destacados han sido objeto de ataques de diversa índole para intentar poner en evidencia sus supuestas contradicciones entre la actividad pública y privada.

El caso más reciente es el de Amina Maelainine, la diputada más destacada del Partido Justicia y Desarrollo (PJD). La dirigente aparece siempre con velo en Marruecos, pero el diario marroquí Al Akhbar publicó una foto de ella a principios de enero donde se la ve con la melena descubierta y en mangas cortas delante del cabaré Moulin Rouge de París. Nadie sabe cómo ha conseguido el diario esa foto.

Maelainine tiene una gran proyección dentro del partido, es próxima a Abdelilá Benkirán, el islamista más carismático del país, antiguo jefe de Gobierno con el PJD hasta que el rey Mohamed VI lo destituyó en marzo de 2017. Benkirán denunció en su día la existencia del “tahakoum”, un concepto del árabe marroquí que designa a un Gobierno paralelo “autoritario”, por encima del que resultó elegido en las urnas en noviembre de 2011. Los islamistas apuntaban claramente hacia el Palacio Real. Ahora, los próximos al PJD también vuelven a hablar de una mano oculta que pretende debilitar al partido.

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Souleimán El Raisouni, director adjunto y columnista del diario Ajbar al Yaum, un periódico que se ha mostrado próximo a Abdelilá Benkirán, escribió la semana pasada que en Marruecos se han vuelto a implantar con fuerza las viejas prácticas secretas de Driss El Basri, el temido ministro del Interior de Hassan II. “El objetivo es hacerle daño a una mujer que se ha vuelto molesta y crítica hasta con una parte de su partido. Una mujer que ha logrado tender puentes con personalidades laicas y que nunca tuvo una postura fundamentalista de las libertades individuales”, escribió El Raisouni. El columnista se preguntaba: “¿De dónde se han sacado esas fotos? O bien han sido hackeadas en su teléfono o bien han sido enviadas por alguien que pretende dañar a la diputada. En cualquier caso es un hecho ilegal”.

Benkirán se reunió el pasado miércoles con la diputada, según relató ella en Facebook, y le dijo: “Tienes todo el derecho del mundo a vestirte como quieras. Para pertenecer a nuestro partido no se necesita el velo. Muchas veces he buscado mujeres sin velo para que sean candidatas”.

El caso de la diputada no ha sido el único en el que aparecen unas fotos cuya procedencia nadie conoce y que logran suscitar la polémica. El pasado octubre el ministro de Trabajo, el islamista Mohamed Yatim, recibió críticas muy severas, incluso en el seno de su partido, cuando se divulgaron fotos de él en París paseando de la mano con una mujer. Pasear de la mano con la pareja no es algo frecuente en Marruecos. Pero el ministro lo hacía con una señora que no era su esposa. Se vio obligado a señalar que estaba en trámite de divorcio y que su acompañante era su prometida. Pero eso no bastó para acallar las críticas dentro y fuera de su partido. Su “hermano” de partido y compañero de Gabinete, el ministro de Derechos del Hombre, Mustafa Ramid, declaró: “Desde que un hombre accede a sus responsabilidades no tiene vida privada. Su comportamiento debe estar en armonía con la moral para obtener el respeto de la gente”.

Nunca se supo quién tomó esas fotografías y cómo empezaron a circular en las redes. De nuevo, los fieles del PJD apuntaron al “tahakoum”, el poder oculto; en definitiva, al Palacio Real. El historiador, sociólogo y economista Mohammed Ennaji cree que se está intentando “despojar” al PJD de su “velo religioso”, es decir, de su argumentario. “El poder actúa sobre el plano de la moral para desacreditar al PJD”, señala. “Los miembros del PJD que representan una esperanza de renovación son amordazados y abandonados a merced del veredicto de la prensa y de la burla general. Esta estrategia aspira a dejar a la monarquía como única reina del campo religioso. El rey, como Comendador de Creyentes, es el único autorizado a hablar en nombre de Alá. Así, el PJD se convertirá en un partido como tantos otros al servicio del poder”.

Por su parte, David Goeury, politólogo francés asociado al centro de análisis marroquí Tafra, se muestra escéptico ante lo que denomina “teorías de compló”. Recuerda que Amina Maeliainine ha “sido regularmente atacada” desde su primera elección como diputada en 2011. Y señala que los medios digitales “aman alimentarse de temas polémicos con el fin de asegurar su supervivencia financiera”. “Además”, recuerda Goeury, “en el contexto del multipartidismo marroquí, todas las formaciones tienen interés en debilitar al PJD. “A eso hay que añadir el hecho de que hay muchos marroquíes que denuncian desde hace mucho tiempo el doble discurso del PJD”.

Uno de los casos más sonados de ataque al PJD ocurrió en agosto de 2016, solo un mes antes de las elecciones legislativas que terminó ganando la formación islamista. La policía detuvo en un coche a dos dirigentes del Movimiento Unidad y Reforma (MUR), brazo ideológico y reserva espiritual del PJD.

Las víctimas fueron Mulai Omar Benhamad y Fátima Nejjar, dos grandes referentes morales del MUR. Mulai Omar Benhamad, de poblada barba canosa, estaba casado. Y ella, Fátima Nejjar, era vicepresidenta segunda del MUR y solía difundir vídeos donde advertía de que la risa de una mujer ante un hombre puede interpretarse como un acto de fornicación. Una vez más, nadie supo cómo entre todas las parejas adúlteras de Marruecos, la policía logró sorprender a esta en un coche de Casablanca y transcendieron sus identidades.

Finalmente, el PJD, encabezado entonces por Abdelilá Benkirán, terminó ganando con resultados récord las legislativas de 2016, a pesar del escándalo sexual. Goeury cree que estas polémicas no logran debilitar al PJD, ya que sus militantes siempre ven detrás de ellas “un intento de desestabilización orquestado por el tahakoum".

Hoy en día, Benkirán sigue ejerciendo una gran influencia sobre los militantes del PJD. Y también sobre los que temen al PJD.

Un homicidio que vuelve a ser juzgado 26 años después

FRANCISCO PEREGIL

El siguiente caso que ha golpeado al PJD no tiene que ver nada con fotos, sino con un crimen que sucedió hace casi 26 años en Fez. El estudiante izquierdista Benaisa Ait El Jid viajaba junto a un compañero Haddioui El Khammar en un taxi cuando una treintena de personas apedrearon el vehículo y sacaron a sus dos ocupantes. Fueron golpeados, Benaisa murió varios días después en el hospital y la autopsia reveló que tenía una herida grave en el cráneo, supuestamente, al ser arrojado sobre el borde de la acera. El senador islamista Abdelali Hamieddine, próximo igualmente a Benkirán, fue condenado en su día, junto a otros militantes islamistas, a dos años de prisión. La principal acusación sobre ellos estaba basada en el testimonio de El Khammar, compañero de la víctima.

En diciembre de 2016, el principal testigo del homicidio reemprendió las acusaciones y aseguró que Hamieddine inmovilizó a su amigo Benaisa con un pie en la garganta, mientras lo golpeaban. Finalmente, un juzgado de instrucción de Fez ha admitido la denuncia y reabierto el caso.

El PJD, que se encuentra dividido desde que Benkirán fue destituido por el rey Mohammed VI en marzo de 2017 ha cerrado filas en torno a Hamieddine. Este diario ha intentado sin éxito contactar con él. Hamieddine no efectúa declaraciones e incluso ha suspendido su columna semanal en el diario Ajbar al Yaum.

Un periodista de esta publicación, que solicita preservar su nombre, indica: “Hamieddine es uno de los principales líderes del PJD. Y la diputada Amina Maelainine, también. El poder no los ha encarcelado, no los ha censurado. Pero ha conseguido silenciarlos, acallarlos. A partir de ahora, tendrán menos presencia pública de la que tenían”.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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