EE UU acusa a agentes chinos de robar secretos comerciales a 12 países
El Departamento de Justicia informa de que los ciberataques se dirigieron a varias agencias gubernamentales y a corporaciones estadounidenses, europeas y asiáticas
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha acusado este jueves a dos agentes chinos de realizar ciberataques desde el 2006 a varias agencias gubernamentales estadounidenses y 45 empresas en una docena de países de Europa y Asia. Las autoridades aseguraron que Zhu Hua y Zhang Jianguo lideraron “una campaña global de intrusión informática" para robar datos confidenciales y secretos comerciales "sensibles" en asociación con el Ministerio de Seguridad del Estado de China.
"El objetivo de China, en pocas palabras, es reemplazar a EE UU como la superpotencia líder del mundo, y están usando métodos ilegales para llegar allí", sentenció el director del FBI Christopher Wray. Los documentos judiciales denuncian que los presuntos piratas informáticos consiguieron los datos personales (nombre, número de Seguridad Social y salario, entre otras) de unos 100.000 miembros de la Armada estadounidense. También robaron información sensible de parte del equipo de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, más conocida como NASA, y a Proveedores de Servicios Gestionados (MSP, en inglés), que son empresas que otras compañías contratan para almacenar, procesar y proteger datos comerciales, por lo general confidenciales. Entre las que han sido víctimas de los ataques figuran firmas bancarias y financieras, de telecomunicaciones, biotecnológicas, compañías dedicadas a la minería y a la exploración de petróleo y gas, entre otras.
La acusación aclara que a pesar de que los piratas trabajaban para una compañía china llamada Compañía de Desarrollo de Ciencia y Tecnología Huaying Haitai, no hay dudas sobre una presunta autorización y dirección del régimen chino sobre la ofensiva.
El número dos del Departamento de Justicia, Rod Rosenstein, anunció los cargos en Washington y especificó que los ataques también han afectado a otros países que están tomando medidas. Los presuntos criminales formaban parte de un escuadrón de piratería conocido como "Amenaza Persistente Avanzada 1o" o "Panda de Piedra", apuntaba la acusación presentada por los fiscales federales de Manhattan. Los dos agentes chinos ahora se enfrentan a una serie de cargos, incluido el de fraude electrónico y el robo de identidad agravado. La imputación busca ser una respuesta a la "agresión económica de China" y sus "ciberactividades ilegales".
China, a través de su Ministerio de Asuntos Exteriores, negó tajantemente estas acusaciones e instó a Estados Unidos a "dejar de desprestigiar a China en cuestiones de ciberseguridad". La portavoz del organismo, Hua Chunying, pidió la retirada de estos cargos "para evitar daños graves a las relaciones" entre ambos países. El Gobierno chino, dijo, "nunca ha participado o apoyado a otros para robar secretos comerciales" y puso bajo sospecha las prácticas en materia de ciberseguridad por parte de Washington: "Es un secreto a voces desde hace tiempo que Estados Unidos dirige una red a gran escala de robo y vigilancia contra gobiernos, empresas e individuos en el extranjero", informa Xavier Fontdeglòria.
Los acusados, según Estados Unidos, emplearon una técnica en la que engañaban a los usuarios de computadoras de las oficinas comerciales y gubernamentales para que abrieran correos electrónicos infectados con malware y les daban acceso a los detalles de inicio de sesión y contraseña. Ese tipo de virus informático fue el mismo que se empleó en el ciberataque global el año pasado conocido como ransomware y que afectó a países como España, Portugal, Reino Unido y Rusia.
La investigación que identificó a los dos agentes fue coordinada entre EE UU y sus aliados en Europa y Asia. En conjunto también condenaron a China por presuntamente violar un acuerdo del 2015 sobre no participar en campañas de ciberataques. El gigante asiático se comprometió en un encuentro con el entonces presidente Barack Obama y también durante la Cumbre del G20 a "no efectuar ni apoyar el robo de propiedad intelectual o secretos comerciales mediante soportes cibernéticos".
A las condenas de Estados Unidos se sumaron las de Reino Unido y se espera que Australia, Canadá, Japón y Alemania también se pronuncien. Todos ellos han sido objeto de la campaña de espionaje de 12 años de los agentes chinos. Esta respuesta forma parte de un impulso cada vez mayor de EE UU y sus aliados en Europa y Asia de enfrentar a China por su supuesta agresión en las esferas económicas y militares.
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