Un calendario para regresar a 1973
El acuerdo del Brexit debe lograr aún el visto bueno del Parlamento británico y de la Eurocámara
Los Veintisiete dieron ayer su visto bueno al acuerdo de retirada de la UE de Reino Unido, que ingresó en 1973 en la entonces Comunidad Económica Europea. Hoy se inicia el camino de salida, que será definitiva el próximo 30 de marzo, y, a partir de ahí, negociar la relación futura. Estas son algunas de las fechas y claves del proceso.
Luz verde en Londres. El Parlamento británico votará en diciembre si ratifica el acuerdo. Una negativa de Westminster dejaría varios escenarios: una renegociación a la desesperada del texto, la convocatoria de elecciones en Reino Unido o incluso otro referéndum. Sobre todos ellos planearía un Brexit sin acuerdo, dado que el margen temporal es limitado.
Visto bueno en Bruselas. No está cerrada la fecha de ratificación por la Eurocámara, cuyo presidente, Antonio Tajani, dijo de forma orientativa que será entre febrero y marzo. A priori, se trata de un trámite, dado que se espera que una mayoría de eurodiputados respalde el acuerdo.
Brexit. A las 00.00 del 30 de marzo expira el plazo de dos años estipulado por el artículo 50 del Tratado de la UE para negociar la salida de un socio del club. En caso de que fuera necesario, esa fecha se podría postergar, pero solo unas semanas, dado que las elecciones europeas están previstas para el 26 de mayo, y la votación debe celebrarse antes de que los nuevos eurodiputados tomen posesión de sus cargos. Si el Brexit se consuma con acuerdo, se abrirá un periodo transitorio de 21 meses (hasta el 1 de enero de 2021, con posibilidad de extenderlo) en el que nada cambiará para empresas y ciudadanos a los dos lados del canal de la Mancha.
¿Y si no hay acuerdo? Se entra en terreno desconocido. La UE dice estar preparada para un escenario sin acuerdo, pero ese panorama de máxima incertidumbre presumiblemente agitaría los mercados, con el euro y la libra esterlina como víctimas propiciatorias. Entre los sectores más inquietos figura la industria automotriz europea, que fabrica parte de sus piezas en Reino Unido, pero sus consecuencias van más allá. El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, advirtió de sus efectos para el empleo y el precio de la vivienda, y lo comparó con el crash de 2008.
La frontera de Irlanda. Los líderes europeos destacaron ayer que el acuerdo ha evitado una “frontera dura” entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte, uno de los caballos de batalla de toda la negociación. El protocolo sobre esa región británica estipula que ambas partes harán todo cuanto esté a su alcance para que, a lo sumo el 1 de julio de 2020, se haya alcanzado un acuerdo que garantice la libre circulación de mercancías ente Irlanda e Irlanda del Norte. En caso de que no sea posible, se podría pactar ampliar el periodo de transición. Y si expira ese nuevo plazo sin soluciones, el protocolo prevé que se aplique la “solución de último recurso”. Ello supondría que Reino Unido se quedaría dentro de la unión aduanera.
Derechos de los ciudadanos. Es el apartado que más destacaron los jefes de Estado y de Gobierno: el Brexit afectará lo mínimo a los ciudadanos. En concreto, a quienes viven en Reino Unido y a los nacionales británicos que están en otros países. Reino Unido respetará los derechos de residencia, trabajo, estudio, reunificación familiar o asistencia sanitaria de los ciudadanos de la UE que estén allí hasta el 29 de marzo de 2019 y de los que lleguen durante el periodo transitorio. Lo mismo sucederá en los países de la UE. Además, el acuerdo prohíbe la discriminación por motivos de nacionalidad.
La factura de Reino Unido. En total, se estima que el coste para Londres asciende a unos 50.000 millones de euros. Reino Unido seguirá haciendo aportaciones como un socio más durante los dos próximos años aunque se haya retirado y no tenga derecho a voto en la UE. El país deberá asumir, entre otras cosas, los “compromisos pendientes” o la parte que le corresponde (13%) de las pensiones de todos los funcionarios de las instituciones europeas (no solo de los suyos).
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