Un funeral sin cuerpo al que velar despide a Jamal Khashoggi
Los amigos del periodista asesinado desconfían de la nueva versión de los hechos publicada por Arabia Saudí
Decenas de amigos, colegas y personalidades de la oposición a varios regímenes árabes dieron el último adiós al periodista saudí Jamal Khashoggi en un funeral insólito, sin cadáver. El pedestal de mármol vacío ante el que se congregaron los fieles destacaba frente a otros tres ataúdes de fenecidos turcos a los que también se velaba este viernes al mediodía en el patio de la mezquita de Fatih, una de las más grandes e históricas de Estambul. Ante la falta del cuerpo de Khashoggi, que la policía turca no ha logrado encontrar desde su asesinato el pasado 2 de octubre en el consulado saudí en Estambul, la ceremonia tampoco fue la habitual y se le conmemoró con el rezo musulmán por los ausentes. “Querido Jamal, descansa en paz. Si Dios quiere, nos encontraremos en el paraíso”, escribió en Twitter la prometida de Khashoggi, Hatice Cengiz.
Paralelamente, hubo ceremonias similares en otros puntos del mundo, desde Yakarta, en Indonesia, a La Meca y Medina, en Arabia Saudí. En esta última ciudad los rezos contaron con la presencia de Salah Khashoggi, uno de los hijos del periodista asesinado. En Estambul, los presentes en la ceremonia portaban carteles con las imágenes de Khashoggi bajo el epíteto de “mártir” y la del príncipe heredero saudí Mohammed bin Salmán, calificado de “asesino”.
Ni al Gobierno turco ni a los asistentes del rezo han convencido las conclusiones de la investigación saudí anunciadas este jueves, que imputa del crimen a 11 personas y pide para cinco de ellas la pena de muerte, pero exculpa a Bin Salmán de haber tenido que ver con el plan para asesinar al periodista y colaborador de The Washington Post. “No han dicho siquiera quiénes son los sospechosos para los que se pide la pena de muerte ni tampoco los que están imputados. Ni siquiera tienen todas las pruebas. La fiscalía de Estambul no ha completado la instrucción del caso porque le faltan pruebas, ¿cómo van a haberla terminado ellos? Queda patente que es una decisión que han tomado con prisas, está claro que hay un intento de acallar a los sospechosos”, afirmó tras la ceremonia Yasin Aktay, amigo del periodista saudí y dirigente del partido gobernante en Turquía. El Gobierno de Ankara ha solicitado la extradición de las 18 personas detenidas hasta ahora en Arabia Saudí en conexión con el caso —de las que tampoco ha trascendido su identidad—, pero Riad se ha negado a ello, alegando que serán juzgadas en sus propios tribunales.
“La pregunta que se hace no solo Turquía sino el mundo entero es ¿Quién encargó a estas personas asesinar a Khashoggi? Dicen [los saudíes] que se trató de una decisión tomada en Estambul, que solo habían venido a tratar de convencer a Khashoggi de que regresase a Arabia Saudí, pero la realidad es que vinieron a asesinarle. ¿Por qué, si no, vendrían un experto forense o militares con experiencia bélica?”, añadió Aktay en referencia a la presencia en el consulado saudí de Estambul de varios altos cargos de la seguridad saudí el día que fue asesinado Khashoggi.
Otra de las cuestiones que irritan a Ankara es que Arabia Saudí no aporte información sobre lo ocurrido con el cadáver. La policía turca cree que pudo haber sido disuelto en ácido, aunque todavía no ha hallado pruebas concluyentes sobre ello. En cambio, la fiscalía saudí, en su último informe incide en la versión de que, una vez descuartizado, el cuerpo de Khashoggi fue entregado a un ciudadano turco para que se deshiciese de él. “Han cambiado mucho de versión. Antes el ministro de Exteriores saudí, [Adel] al Jubeir, dijo que el cadáver había sido entregado a un colaborador local. Luego, el fiscal general saudí vino a Turquía, se entrevistó con nuestro fiscal y desmintió este punto, dijo que no hubo un colaborador local. Ahora han vuelto a la primera versión”, se quejó Aktay.
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