Un abogado de Londres, suspendido por ver porno tras ser grabado desde las oficinas del edificio de enfrente
La firma Hogan Lovells investiga ahora si peligró la confidencialidad de sus documentos
Un abogado socio de la prestigiosa firma londinense Hogan Lovells ha sido suspendido de empleo y sueldo después de ser pillado viendo un video pornográfico en el ordenador de su despacho. Le grabó el empleado de otro bufete, desde la ventana del edificio opuesto. El video comenzó pronto a circular por las redes sociales hasta que llegó al departamento de recursos humanos de Hogan Lovells, según cuenta el diario The Times.
Más allá de lo embarazoso del suceso, el bufete se ha tomado en serio las cuestiones de seguridad que implica. Han ordenado la revisión de todas las medidas de seguridad establecidas en sus oficinas de Holborn, un barrio en el centro de Londres. El edificio tiene ventanales amplios desde la primera planta hasta la azotea. La principal preocupación de la firma es que documentos legales con información confidencial de sus clientes hayan podido ser también grabados desde los edificios colindantes. El abogado que filmó con su teléfono móvil a su colega, en pleno disfrute pornográfico, trabaja para el bufete Irwin Mitchell.
Hogan Lovells tiene una historia profesional que se remonta a 1899. Actualmente cuenta con 850 socios y cada uno de ellos ganó una media de 1,2 millones de euros el año pasado. Entre sus clientes está el Gobierno británico, Apple o el gigante informático Dell.
El departamento de recursos humanos del bufete ha explicado que permite a sus socios tener un acceso sin restricciones a las redes, salvo si existe algún riesgo de ciberseguridad. "La naturaleza de los trabajos que realizamos para nuestros clientes significa que en ocasiones debemos llevar a cabo investigaciones en áreas que requieren un acceso flexible", ha explicado una portavoz del bufete al mismo diario.
No queda claro si en el caso del socio suspendido se hallaba inmerso en alguna investigación concreta. En cualquier caso, muchos conocedores del sector han mostrado su sorpresa de que no saltara ningún tipo de alerta cuando el empleado comenzó a ver material pornográfico en su ordenador. La mayoría de empresas, explican, cuentan ya con filtros informáticos que detectan cuando alguien está accediendo a contenidos específicos.
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