El factor femenino de las ‘midterm’ estadounidenses
En las elecciones de este martes, uno de cada cuatro asientos del Congreso de Estados Unidos lo ha ganado una mujer. Ha sido un récord histórico.
“Tienes que mirar al hombre a los ojos mientras te enciende el cigarrillo, tapándolo con las manos suavemente, para que él pueda sentir tu tacto y tu calidez”. Así explicaba la joven Terry Mason cómo le habían enseñado en la escuela de azafatas a aceptar fuego de un desconocido. Era Estados Unidos en 1974. El testimonio de Mason apareció, junto al de otros 99 de hombres y mujeres, en el libro Working (Trabajando), de StudsTerkel, una joya de la historia oral. Sharon, una recepcionista, relataba: “En mi trabajo nunca contratarían a un hombre, en primer lugar porque tendrían que pagarle más”.
Cuánto ha cambiado el país desde entonces. En las elecciones de este martes, uno de cada cuatro asientos del Congreso de Estados Unidos lo ha ganado una mujer. Ha sido un récord histórico.
La neoyorkina Alexandria Ocasio-Cortez ha sido una de las revelaciones políticas de este ciclo electoral. A sus 29 años se ha convertido en la congresista más joven de la historia del país. Hace un año trabajaba de camarera en el sur de Manhattan para ganarse la vida, al tiempo que pedía el voto de puerta en puerta.
Por primera vez, dos musulmanas van a ocupar sendos escaños. RashidaTlaib (Michigan), de origen palestino; e Ilhan Omar (Minnesota), de 36 años, nacida en Somalia, emigró a Estados Unidos en su adolescencia. “No puedo esperar a servir [como congresista] contigo, hermana. Inshallah”, escribía Omar en Twitter para felicitar a Tlaib. Ambas son muy críticas con la política de Trump hacia Palestina.
Veronica Escobar y Sylvia Garciason las dos primeras hispanas elegidas por el conservador estado de Texas para la Cámara de Representantes. En Kansas, ShariceDavids, será la primera nativa americana.
Todas son representantes de una nueva forma de hacer política. De ellas se espera trasformen al Partido Demócrata en un reflejo más fiable de esa sociedad multicultural y multirracial que es Estados Unidos.
El género y el nivel educativo han sido dos vectores clave en estas elecciones. Según VoteCast, seis de cada 10 mujeres votaron por el partido demócrata. Nunca ellas habían donado tanto dinero a candidatos azules: 159 millones de dólares, de acuerdo con datos del Center For Responsive Politics, más del doble que en 2016.
Otra encuesta de The Wall Street Journal y la NBC apunta a que el porcentaje de hombres blancos sin estudios que prefieren al Partido Republicano es un 42% superior a los que prefieren a los demócratas. En sentido contrario, de las mujeres blancas con estudios, hay un 33% más que se decantan por los demócratas frente a los republicanos. Esas diferencias eran prácticamente inapreciables hace ocho años.
Este frente femenino anti Trump no acaba de surgir. Al día siguiente de que el presidente jurara su cargo en 2016, decenas de miles de mujeres se manifestaron en las calles de Washington contra el que creían una amenaza para sus derechos. Estos dos años han sido también los del movimiento MeToo contra los abusos sexuales y la discriminación. En los próximos dos sabremos si las mujeres serán el ariete contra el trumpismo.
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