Dos años de cárcel para un marroquí que protestó contra la muerte de la inmigrante tiroteada
El joven hizo un llamamiento en Facebook para manifestarse contra la muerte de Hayat Belkacem
El tribunal de primera instancia de Tetuán condenó este jueves a dos años de cárcel a Soufian Al Nguad, un activista de Tetuán de 27 años que hizo un llamamiento en Facebook para manifestarse contra la muerte de Hayat Belkacem, la joven de 19 años tiroteada el 26 de septiembre por la Marina Real de Marruecos en una playa próxima a Tetuán cuando intentaba emigrar en una lancha hacia España. El activista está acusado de insultar la bandera nacional, propagar el odio y apelar a la insurrección civil.
Al Nguad publicó el 27 de septiembre en Facebook un comunicado del grupo ultra Los Matadores, seguidores del Moghreb Athlétic de Tetuán (MAT), en el que ellos anunciaban una manifestación para protestar contra “la política de opresión adoptada por el Estado del Makjzén [del Palacio Real] contra su pueblo”. Al día siguiente, en el partido que enfrentó al MAT contra el Kawkab de Marrakech, el himno de Marruecos fue silbado. Los hinchas del club se manifestaron ese día por las calles de Tetuán vestidos con camisetas negras en señal de duelo. Varios jóvenes esgrimieron una bandera española mientras otros coreaban: “Con el alma y con la sangre vengaremos a Hayat”, “el pueblo quiere saber quién mató a Hayat”, “¡viva España!”.
Las protestas fueron acalladas tras la detención de 19 seguidores del equipo local, nueve de ellos menores. Todos ellos se encuentran ahora pendientes de juicio, con cargos que varían desde “insulto a la bandera nacional”, hasta “participación en manifestación no autorizada” o “destrucción de bienes públicos”.
Jabir Baba, el abogado del activista, ha informado al semanario local Telquel, que su cliente se encuentra detenido desde el pasado 1 de octubre. “Él no ha hecho apología del odio, ni ha ultrajado ningún símbolo de la nación. Tan solo ha denunciado la muerte trágica de Hayat. La condena de dos años de prisión firme es extremadamente dura y exagerada”.
La muerte de Hayat Belkacem y las posteriores protestas se produjeron en un contexto sin precedentes en Marruecos. En las semanas precedentes fueron difundidos en las redes sociales vídeos en los que se veían a jóvenes marroquíes que subían a alguna patera y se marchaban felices hacia las costas españolas. Hasta el pasado 15 de septiembre llegaron a las costas españolas 3.215 inmigrantes irregulares detectados por las autoridades, de los cuales 6.433 eran marroquíes. La muerte de Belkacem espoleó los ánimos de varios jóvenes que decían a cara descubierta ante diversos medios que querían dejar el país.
En Marruecos se han producido más detenciones y encarcelamientos relacionados con supuestos insultos y ultrajes a la bandera nacional. En Agadir, a más de 800 kilómetros al sur de Tetuán, cuatro jóvenes que esgrimieron la bandera española el pasado 6 de octubre durante un partido de primera división están siendo juzgados. Uno de esos cuatro aficionados se encuentra en prisión preventiva desde el 11 de octubre y los otros, en libertad condicional.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.