El líder xenófobo holandés Wilders cancela su concurso de caricaturas de Mahoma
Pakistán, donde ha habido grandes manifestaciones, lo considera una victoria del pueblo
Geert Wilders, el líder antimusulmán holandés, ha cancelado el concurso de caricaturas de Mahoma que pensaba organizar el próximo 10 de noviembre. El político, que ha recibido en los últimos días amenazas de muerte, ha dicho que “la seguridad de la gente es más importante”, y ya no habrá ganador ni 10.000 euros de premio. El Gobierno de Pakistán ha calificado la decisión de “victoria”, después de que miles de personas marcharan el miércoles entre Lahore y la capital, Islamabad, para mostrar su repudio.
“He recibido cientos de amenazas, han puesto precio a mi cabeza, y el coordinador de la lucha antiterrorista me ha dicho que un religioso paquistaní ha dictado una fetua en mi contra. Pero no estamos hablando solo de mí. Otras personas corren peligro por culpa de las amenazas de extremistas musulmanes. Creo haber demostrado el carácter violento e intolerante del Islam”, ha escrito Wilders, en su cuenta de Twitter, para explicar su decisión. La policía detuvo este martes a un hombre de 26 años que había anunciado a través de Facebook su intención de asesinarlo. Los responsables de combatir el terrorismo en Holanda han subrayado que la decisión “ha sido exclusivamente suya”.
Una vez se ha sabido que no habrá competición de caricaturas de Mahoma, en Pakistán se ha desconvocado el último tramo de la manifestación de repulsa contra el político holandés organizada por el partido Tehreek-e-Labbaik (TLP). La concentración, centrada en denunciar la blasfemia, debía discurrir por el centro de Islamabad. La zona de las embajadas había sido acordonada por la policía, y la marcha suponía la primera gran prueba pública del nuevo primer ministro, Imran Khan. El pasado lunes, el Senado aprobó una resolución que condenaba el concurso de caricaturas, y el propio Khan prometió elevar el caso a la Asamblea General de la ONU.
En Bélgica, el partido nacionalista flamenco Vlaams Belang, ha mostrado su disgusto. Por medio también de Twitter, ha calificado los hechos de “día negro para la libertad de expresión, y una victoria del Islam”. “Si Geert Wilders tiene que recular, ya sabemos hasta dónde se ha llegado. La amenaza de atentados yihadistas funciona. La islamización ha dado un gran paso adelante”, dice el tuit.
El Partido por la Libertad, de Wilders, es el segundo partido, en escaños (20 en un Parlamento de 150) de Holanda, y el Gobierno de centro derecha se ha distanciado de la organización del concurso. Por su parte, la asociación que media entre el Ejecutivo y la comunidad musulmana (Contactorgaan Moslims en Overheid, en neerlandés) asegura que “todo esto da mucha pena”. “Pero no por el señor Wilders, sino por el curso de los acontecimientos y su repercusión en Holanda. Wilders iba a provocar y lo ha conseguido. Si pensara en el interés general, no habría jugado con nuestra seguridad nacional. Supongo que una parte del país cree que los musulmanes son intolerantes, y debemos contrarrestar dicha imagen”, ha dicho Halil Karaaslan, de 29 años, su nuevo presidente. La asociación reúne a unas 300 mezquitas del país.
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