Cuba arranca la investigación de la tragedia aérea de La Habana

El Gobierno cubano ha iniciado la investigación de la tragedia aérea de La Habana y prevé "un proceso de esclarecimiento complejo", dificultado ya desde las primeras horas por las fuertes lluvias que han estado cayendo en la zona. Fabricado en 1979 y revisado por última vez en 2017, el Boeing 737 operado por Cubana de Aviación y alquilado a la compañía mexicana Global Air se estrelló el viernes a mediodía al perder el control de súbito tras despegar del aeropuerto José Martí, causando la muerte de 110 de las 113 personas –entre ellas cuatro niños y un bebé– que iban a bordo. Tres mujeres sobrevivieron al terrible impacto y permanecen hospitalizadas en estado de extrema gravedad.

El ministro de Transporte de Cuba, Adel Yzquierdo, ha informado este sábado de que ha sido recuperada "en buenas condiciones" una de las cajas negras del avión y ha dicho que esperan pronto tener acceso a la otra. El director general del Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, Rolando Parera, ha afirmado a la televisión estatal cubana: "Se ha trabajado intensamente durante toda la madrugada en las tareas de investigación y análisis".

Mientras tanto, un expiloto de Global Air, Marco Aurelio Hernández, ha afirmado al diario Milenio que en 2013 presentó una denuncia ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de México "por falta de mantenimiento" a la vuelta de un viaje en el que, asegura, se le prohibió volar en Chile por las deficiencias de un avión: "Te regresas porque esta basura no va a volar en este país", afirma el expiloto que le espetaron. Global Air no ha querido comentar sus declaraciones. Esta compañía, propietaria de Aerolíneas Damojh, una empresa fundada en Guadalajara (México) en 1990, superó en noviembre de 2017 la revisión técnica realizada cada año por la Dirección General de Aeronáutica Civil de México. “Aerolineas Damojh cuenta con los permisos y autorizaciones correspondientes para realizar operaciones de subservicio con Cubana Aviación, en vuelos de fletamento, mantiendo la aerolinea toda la documentación correspondiente”, anunciaba el viernes por la noche en un comunicado la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de México.

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ha indicado que se ha creado "una comisión por parte del Ministerio de Transporte para investigar los hechos". El mandatario, que enfrenta su primera crisis de gobierno justo un mes después de asumir el cargo, ha visitado este sábado el Instituto de Medicina Legal para reconfortar a las decenas de familiares de las víctimas llegadas a La Habana para colaborar en la identificación de los cadáveres. "Mi primo venía desde Miami a buscar su novia. Yo estaba esperándolo en el aeropuerto", ha dicho a la agencia EFE Ignacio Ramírez, familiar del fallecido Carlos Santos, de 22 años. La agencia AFP menciona el caso de Elsa Buitrago, que en el accidente perdió a su madre, su hermana, un cuñado y una sobrina.

El general Raúl Castro, de 86 años y número uno del Estado cubano como primer secretario del Partido Comunista de Cuba, no ha aparecido de momento. De manera sorprendente, el viernes horas después del accidente se informó oficialmente de que el expresidente había sido operado de una hernia. Es la primera vez que un medio estatal informa sobre cualquier tipo de operación o enfermedad de Raúl de Raúl Castro, según la agencia Reuters. En las ocasiones en que se le ha podido ver recientemente, Castro presentaba buen aspecto. Se ha comunicado que el líder del régimen cubano ha impartido instrucciones para afrontar la situación y que ha enviado sus condolencias a los familiares de los fallecidos. El Consejo de Estado ha decretado una jornada de duelo oficial.

La identificación de las víctimas

El vuelo siniestrado se dirigía de La Habana a Holguín, a unos 700 kilómetros, y se accidentó al mediodía en un paraje agrícola despoblado minutos después de levantar el vuelo. 99 de las víctimas mortales eran cubanas y 11 de otras nacionalidades. Hasta el momento han sido identificados 15 cuerpos: los cinco pequeños y diez adultos.

Entre los muertos se cuentan siete mexicanos, los seis miembros de la tripulación –el capitán Jorge Luis Núñez Santos, el primer oficial Miguel Ángel Arreola Ramírez, las sobrecargo María Daniela Ríos, Abigail Hernández García y Beatriz Limón y el técnico Marco Antonio López Pérez– y una pasajera cuya identidad aún no ha sido revelada. Los familiares de las víctimas mexicanas se encuentran de camino a La Habana para llevar a cabo la identificación de los cadáveres. También falleció una pareja de turistas argentinos de 60 años de edad, Óscar Hugo Almaras y Dora Beatriz Cifuentes, dos hombres saharauis y, según el diario cubano 14ymedio, al menos 20 miembros de una iglesia evangélica cubana que regresaba a Holguín tras participar en un retiro espiritual en La Habana.

Las tres supervivientes son cubanas y están ingresadas en un hospital de la capital. Según una fuente médica citada por AFP, a una de ellas se le tuvieron que realizar hasta ocho cirugías. Una recobró este sábado la conciencia y pidió beber. El Ministerio de Exteriores español ha confirmado que no hay españoles entre las víctimas.

Los primeros testimonios del accidente indican la extrema violencia del impacto. "Había una humareda terrible. No se veía nada. El fuego estaba casi al nivel de los árboles más altos", ha dicho una vecina de la zona donde cayó el avión al medio local independiente El Estornudo, que resume así la descripción de otro vecino que afirma que vió precipitarse la nave: "[Ubaldo] dice que se jorobó para un lado, luego para el otro y que finalmente pasó por encima de él con un ala hacia arriba y otra hacia abajo", y añade estas palabras del hombre: "Fue como cuando un pelícano se tira al mar de cabeza".

El Ministro de Transportes, citado por el diario oficial Granma, destacó la solidaridad de los habitantes del entorno: "Una sobreviviente se quejaba y la gente se lanzó a eliminar los obstáculos para llegar a ella".