Mbappé se estrena en la izquierda 18 partidos después
El francés, en su segundo partido más participativo del año, ocupa su lugar natural con Vinicius de asistente por el centro para abrir la victoria en Leganés
La excursión del Madrid al sur de la capital dejó dos hechos excepcionales. Raúl Asencio se convirtió en el primer canterano procedente del Castilla en ser titular en un encuentro de Liga en las últimas cuatro temporadas, en toda la segunda etapa de Carlo Ancelotti. La precariedad de piezas por las lesiones y la inacción del club en el mercado empujó al técnico italiano a elegir al joven junto a Rüdiger y recolocar a Valverde en el lateral derecho, “el mejor del mundo tras Carvajal y Lucas Vázquez”, bromeó el técnico italiano. Con el chaval, se puso más serio: “Juega con madurez y siempre bien posicionado”, le valoró Carletto, que, no obstante, el miércoles deberá afrontar decisiones delicadas para frenar al Liverpool en Anfield. Todavía no sabe si podrá contar con los lesionados Tchouameni y Lucas.
La segunda novedad, esta de más calado político y movida también por algo de necesidad, fue que por primera vez en los 18 encuentros del curso Kylian Mbappé arrancó desde su izquierda, con Vinicius más centrado. La urgencia por encontrar sobre el campo a la nueva estrella empieza a resultar evidente y el francés, al margen de su gol chupado, agradeció el movimiento táctico con una versión, al menos, más participativa.
“Él está más acostumbrado a estar ahí”, admitió Carletto. “Jugar por fuera exige más desgaste físico y hoy [por este domingo] tenía más frescura que Vinicius [que venía de la selección]. Poco a poco, los dos van mejorando”, añadió el de Reggiolo, que destacó en un par de ocasiones —en otro gesto entre el análisis y la diplomacia— el pase del brasileño en la acción del primer tanto blanco. Su primera asistencia a Mbappé.
Como advirtió hace unos meses Rodrygo, el tercero en el escalafón que oposita a esa orilla, el equipo se vuelca por tendencia natural hacia esa banda, lo que facilita una rampa de lanzamiento a su ocupante. La consecuencia en Butarque fue un galo más activo. Según los registros de Opta, tuvo 61 intervenciones, su segunda mayor cifra de la campaña, a una de las 62 del encuentro ante el Espanyol y muy por encima de citas como el clásico (27), Milan (42), Dortmund (37) y Stuttgart (31). En contadas ocasiones ha superado las 50. Y en Leganés, de paso, tuvo una buena mezcla con el brasileño, su asistente. Antes del emboque, ya habían dejado dos combinaciones.
Un buen Bellingham
El ex del PSG marcó después de cuatro choques seco —”tres sin marcar para muchos es poco, pero para mí es “muchísimo”, advirtió cuando se estrenó con el Madrid en Liga hace tres meses—, pero su alivio tampoco fue completo. Con casi todo hecho, se volvió a dejar en la gatera uno de esos tantos que en su caso se dan por descontados: delante de Dmitrovic, en un mano a mano, remató al centro.
Lo que tampoco varió en su despliegue fue que, a la hora de defender, se ubicó en el centro junto a Vini y le dejó el tajo en la zurda a Jude Bellingham, el que robó la pelota del 0-1 y, sobre todo, el mejor del Madrid hasta el descanso. El inglés, que además anotó por segunda jornada seguida tras 12 partidos sin tino, exhibió su cara participativa en la elaboración en un once que tuvo a Arda Güler (50 minutos con el Madrid entre octubre y noviembre) y Dani Ceballos (desde su titularidad con el Betis el 1 de septiembre, apenas media hora de juego entre lesiones y suplencias).
Con el dúo Mbappé-Vini bajo el foco, el Madrid, según Ancelotti, confirmó “las buenas sensaciones” que le había dejado la cita con Osasuna antes del parón. “Ahora somos más compactos y estamos más concentrados”, concluyó el técnico antes de encarar la hoguera de Anfield.
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