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El fiscal del #MeToo dimite tras ser acusado de maltrato por cuatro mujeres

El demócrata Eric Schneiderman impulsó la demanda a la compañía Weinstein y sus gestores por permitir los abusos sexuales

El fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman, en un acto del pasado septiembre.Vídeo: Seth Wenig

Renuncia fulminante, en escasamente dos horas. Eric Schneiderman, el fiscal que desde Nueva York impulsó la batalla legal contra el grupo Weinstein deja el cargo tras ser acusado de maltrato por parte de cuatro mujeres con las que tuvo relación. El demócrata era una de las figuras públicas más implicadas con el movimiento #MeToo. Pese a que negó haber abusados de ellas, el gobernador Andrew Cuomo le pidió expresamente que dimitiera.

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La revelación la hizo la revista The New Yorker en un amplio artículo en el que recoge sus testimonios. Es la misma publicación que el mes pasado compartió el premio Pulitzer con The York Times por la cobertura de los casos de abuso y acoso sexual de grandes figuras en el mundo del entretenimiento, de la política y los medios de comunicación en una ola que no cesa. Las cuatro denunciantes coindicen al afirmar que el fiscal las “golpeó repetidamente, muchas veces después de beber, frecuentemente en la cama y nunca con su consentimiento”.

La acusaciones, en palabras del propio fiscal, son "serias" aunque dice que las niega "rotudamente". "Aunque no están relacionadas con mi conducta profesional o las operaciones del cargo", explica en su renuncia, "me impedirán liderar la oficina de una manera efectiva en este momento crítico". El cese de Schneiderman, que como fiscal fue muy crítico también con las prácticas de Wall Street, se hará efectvo este martes 8 de mayo.

Dos de las cuatro mujeres que acusan de maltrato físico a Eric Schneiderman se identifican en el artículo. Se trata de Tanya Selvaratnam y Michelle Barish, que califican el abuso de “asalto” aunque nunca lo denunciaron a la policía. Sí aseguran que llegó a asfixiarlas y que tuvieron que recibir atención médica por los golpes que recibieron en la cara. Las otras dos víctimas optaron por el anonimato por miedo a las represalias. Todas describen episodios violentos.

Selvaratnam asegura que Schneiderman les amenazó tras los abusos, diciéndoles que podían perseguirlas y pinchar sus teléfonos. Incluso dijo que las mataría si rompían la relación sentimental con él. Desde el entorno del fiscal respondieron en un primer momento al reportaje diciendo que “nunca hizo tales amenazas”. Y en una breve declaración colgada en Twiiter, el mismo admitía que realizó juegos eróticos aunque precisó que estas fantasías sexuales eran de mutuo acuerdo.

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"En la privacidad de relaciones íntimas, he practicado actividades sexuales de fantasía [role-playing]. No he agredido a nadie. Nunca ha practicado sexo no consentido, una línea que no cruzaría". El gobernador Andrew Cuomo, sin embargo, no tardó en exigir una "investigación inmediata" y le pidió incluso que dimitiera. “Nadie debe estar por encima de la ley”, afirma el también demócrata, que antes ocupó el mismo cargo. Por el “patrón de hechos” descritos, añadió, “no creo que sea posible para Eric Schneiderman continuar sirviendo como fiscal general”.

Las revelaciones se conocen cuando no han pasado tres meses desde que este mismo fiscal demandara a la compañía Weinstein y a sus gestores por permitir los abusos sexuales. La acción legal obligó a dejar en suspenso la venta de la productora. Schneiderman participó además en Nueva York en la gran movilización organizada en defensa de los derechos de la mujer. Las cuatro mujeres que le acusan de maltrato explican que dieron el paso al frente porque "su discurso" público choca con los abusos que comete "en privado".

Jennifer Cunningham, la exmujer de Eric Schneiderman, salió sin embargo en su defensa diciendo que estas acusaciones son "completamente inconsistentes" con el hombre que conoce desde hace 35 años y destacó sus valores. "Para mí es imposible creer que son verdad", afirma. La intención del fiscal era volver a presentarse a la reelección en las próximas elecciones de noviembre, aunque su nombre sonó durante el último año como potencial candidato a gobernador si Andrew Cuomo tenía aspiraciones más grandes en 2020.

"Ha sido un honor y un privilegio servir a los neoyorquinos", dice. Eric Schneiderman acaba de cumplir el pasado enero siete años en el cargo. Era también uno de los fiscales más combativos contra las políticas del presidente Donald Trump, del que llegó a decir que es la mayor amenaza para los neoyorquinos. El enfrentamiento entre ambos es anterior a que el empresario llegara a la Casa Blanca. El magnate le llamó corrupto y cocainómano en público.

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