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Las protestas por el cierre de Telegram se suman al Día del Trabajo en Rusia

Empresarios, usuarios de Internet y el opositor Navalni secundan las marchas

Pilar Bonet
Protestas en San Petersburgo por el bloqueo a Telegram en medio de las manifestaciones por el Día del Trabajo, este lunes
Protestas en San Petersburgo por el bloqueo a Telegram en medio de las manifestaciones por el Día del Trabajo, este lunesDmitri Lovetsky (AP)

Decenas de miles de personas participaron en las manifestaciones convocadas este lunes por distintas fuerzas políticas en Rusia con motivo del Primero de Mayo. La reivindicación de un Internet libre, y más concretamente contra el bloqueo del servicio de mensajería Telegram, se sumó este año a los tradicionales lemas de la solidaridad trabajadora, como un nuevo reclamo paralelo a las consignas de comunistas y fuerzas de izquierda y de los partidos y sindicatos del régimen. Sobre el telón de fondo de banderas rojas y nacionales rusas, en la jornada festiva volaron ligeras, aunque minoritarias, las avionetas de papel que simbolizan Telegram.

Las protestas por la prohibición de Telegram se produjeron en San Petersburgo y también en Novosibirsk, capital de Siberia Occidental. Un día antes, el lunes, miles de personas se habían manifestado en Moscú en apoyo a Telegram y contra la decisión judicial de bloquearlo.

Desde el 16 de abril, el regulador ruso, Roskomnadzor, intenta bloquear Telegram en virtud de una decisión judicial impuesta después de que Pavel Dúrov, fundador del servicio, se negara a facilitar las claves del mismo al Servicio Federal de Seguridad (FSB, en sus siglas rusas). Telegram tiene millones de usuarios en Rusia y Dúrov exhortó a sus compatriotas a participar en las protestas tanto en Moscú como en San Petersburgo.

En su intento de silenciar Telegram, las autoridades han bloqueado cerca de 20 millones de direcciones de proveedores de Internet, distorsionado el funcionamiento de redes sociales, empresas de venta online y bancos y causado graves perjuicios económicos al sector, que considera la medida un serio revés para la modernización de Rusia y su competitividad internacional.

Oradores que intervinieron en el mitin del lunes en Moscú calificaron el bloqueo de “vergüenza nacional” y “decisión medieval”. “Nos quieren quitar nuestro derecho a la libertad de expresión, el derecho a la libertad de palabra, el derecho a las comunicaciones libres, a defender nuestros datos personales”, manifestó Artem Kozliuk, jefe del proyecto Roskomsvoboda, según el servicio informativo kommersant.ru. Entre los participantes en el acto había empresarios del sector, usuarios y también el político de oposición Alexéi Navalni.

“El Estado ruso ha demostrado su total incapacidad de trabajar en Internet”, escribía en su blog el comentarista Iliá Varlámov, según el cual “Pavel Dúrov se ha convertido en el nuevo rostro de la protesta una semana antes de la toma de posesión” de Vladímir Putin como presidente, el 7 de mayo. Telegram funciona, afirmaba Varlámov, que aseguraba que el auditorio de su canal en este servicio ha crecido en un 20% en las últimas dos semanas. Por el canal de televisión Rusia 24, el líder checheno, Ramzán Kadírov, se manifestó también en contra de la prohibición de Telegram.

A la contraposición entre la Rusia rural y la urbana, la Rusia de las ciudades grandes y pequeñas, la adinerada y la pobre” aparece ahora una nueva división, la de quienes perciben Internet como un instrumento de libertad, conocimiento y negocio y los que lo ven como un instrumento a controlar.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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