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Macron ordena el primer ataque militar de su presidencia

Francia quiere retomar enseguida el diálogo con Rusia para llegar a una solución política

Marc Bassets
Macron con su equipo, esta madrugada en una imagen difundida por Twitter.
Macron con su equipo, esta madrugada en una imagen difundida por Twitter.

Emmanuel Macron se estrenó este sábado como jefe de los ejércitos franceses en guerra, al lanzar el primer ataque militar desde que hace menos de un año accedió a la presidencia. Pasada la medianoche, Macron ordenó el lanzamiento de misiles desde aviones que había despegado de Francia y desde fragatas en el Mediterráneo contra el arsenal químico del régimen sirio, en una operación coordinada con Estados Unidos y Reino Unido.

Macron insistió en retomar de inmediato el diálogo para llegar a un acuerdo político en Siria, proceso en el que Rusia debe ocupar un lugar central, según una fuente del Elíseo que pidió anonimato.

El ataque se inscribe en la tradición de Francia como potencia militar, dispuesta a usar el poder duro, y que ambiciona tener un papel en Próximo Oriente. Y aparece como la consecuencia lógica de la decisión de Macron, al llegar al poder, de fijar como línea roja para una intervención en Siria el uso de armas químicas. El ataque en la localidad de Duma el 7 de abril pasado, presumiblemente con armas químicas lanzadas por el régimen de Bachar el Asad, colocó al presidente francés, un político sin experiencia militar, ante la decisión de ordenar una operación armada. Su antecesor, François Hollande, lanzó sendas operaciones contra los yihadistas en el Sahel y en Próximo Oriente. Y el anterior presidente, Nicolas Sarkozy, encabezó la intervención en Libia en 2011.

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Macron dijo en un comunicado que la respuesta al ataque en Duma "se ha circunscrito a las capacidades del régimen sirio que permiten la producción y el empleo de armas químicas". "No podemos tolerar la banalización del empleo de armas químicas, que es un peligro inmediato para el pueblo sirio y para nuestra seguridad colectiva", añadió.

La ministra de los Ejércitos, Florence Parly, subrayó en una declaración a la prensa junto al ministro de Exteriores, Jean-Yves Le Drian, que la operación conjunta con EE UU y Reino Unido no busca "ni una confrontación ni una escalada militar".

"Hay que continuar hablando con Rusia", insistió después Le Drian en una entrevista con la cadena BFM-TV. Macron no tenía previsto dirigirse a los franceses el sábado. El domingo dará una entrevista, programada desde hace días, a la cadena RMC y al diario Mediapart.

La reacción rusa es una de las incertidumbres tras el ataque de esta madrugada. En los últimos días, Macron ha estado en contacto con su homólogo ruso, Vladímir Putin, y los militares rusos fueron informados de la intervención una vez que esta empezó por los canales establecidos para evitar daños mutuos, según otra fuente del Elíseo.

En la conversación que Macron y Putin mantuvieron el viernes, el francés expresó su deseo de que "la concertación entre Francia y Rusia continúe y se intensifique para traer la paz y la estabilidad a Siria".

Las fuentes del Elíseo insisten en que la intervención se enmarca en una "estrategia global", que incluye derrotar al Estado Islámico —adversario, a su vez, de El Asad—, abrir corredores para la ayuda humanitaria y alcanzar, en palabras del propio Macron, "un arreglo político del conflicto para que Siria reencuentre por fin la paz y para velar por la estabilidad de la región".

La operación militar consistió, por parte de Francia, en el lanzamiento de 12 misiles, según fuentes militares citadas por Reuters, desde tres fragatas en el Mediterráneo y aviones Mirage 2000 y Rafale que partieron de bases francesas. Los aviones iban acompañados de aviones radar Awacs y de aviones para repostar en el aire. Los aliados lanzaron en total un centenar de misiles.

El Elíseo considera que la violación por parte de Siria de varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y de tratados y convenciones internacionales sobre las armas químicas constituye un "marco legal" suficiente para la intervención.

La primera decisión bélica del quinquenio Macron coincide con una ola de movilizaciones sociales en Francia. Las críticas al ataque en Siria vinieron sobre todo de la izquierda alternativa y de la extrema derecha.

"Estos ataques contra Siria nos meten en una vía de consecuencias imprevisibles y potencialmente dramáticas", escribió en la red social Twitter Marine Le Pen, presidenta del Frente Nacional. "Francia pierde de nuevo la ocasión de aparecer en la escena internacional como una potencia independiente y de equilibrio en el mundo".

"Los ataques contra Siria", declaró Jean-Luc Mélenchon, líder de La Francia Insumisa, "se hacen sin pruebas, sin mandato de la ONU y contra ella, sin acuerdo europeo y sin voto del Parlamento de Francia. Y esto, sin ninguna perspectiva política en Siria".

El Gobierno francés publicó un documento titulado Evaluación nacional en el que, sobre la base de la evaluación de informaciones públicas y de otras recogidas por los servicios de espionaje francés, concluye que "sin lugar a dudas" hubo un ataque químico en Duma el 7 de abril y que "no hay otro escenario plausible que [atribuirlo a] una acción de las fuerzas armadas sirias". El documento señala que, "en este momento", Francia carece de muestras químicas analizadas por los laboratorios franceses.

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Sobre la firma

Marc Bassets
Es corresponsal de EL PAÍS en París y antes lo fue en Washington. Se incorporó a este diario en 2014 después de haber trabajado para 'La Vanguardia' en Bruselas, Berlín, Nueva York y Washington. Es autor del libro 'Otoño americano' (editorial Elba, 2017).

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