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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Primavera marchita, no extinta

Los analistas advierten del riesgo de otro estallido social en Egipto por el empobrecimiento de las clases medias y la represión

Juan Carlos Sanz
Una mujer egipcia, tras ejercer el voto, este miércoles en El Cairo.
Una mujer egipcia, tras ejercer el voto, este miércoles en El Cairo.Salah Malkawi (Getty Images)

La reelección del antiguo jefe de las Fuerzas Armadas Abdelfatá al Sisi para un segundo mandato añade un clavo más en el ataúd de la primavera árabe. La revuelta popular que puso fin en 2011 a la larga dictadura de Hosni Mubarak ya es historia marchita. Pero expertos y analistas advierten de que el creciente descontento que se extiende entre las clases medias y la represión de las expresiones de disidencia amenazan con desencadenar un nuevo estallido social.

“Las recetas de austeridad del FMI, el aumento del IVA y la devaluación de la libra han erosionado la capacidad adquisitiva de la vasta mayoría de los egipcios, lo que se ha traducido en una rebaja generalizada del nivel de vida”, previene el economista Amro Adly. Este investigador del Middle East Directions Center del Instituto Universitario Europeo alerta sobre todo de la presencia de “sectores de las clases medias empleadas en la Administración que han perdido su capacidad de consumo más allá de los productos básicos”. Para el 27% de la población egipcia que vive por debajo del considerado umbral de pobreza, el profesor Adly, considera que se han visto menos afectados por la inflación, que no ha afectado tanto a los alimentos subsidiados.

El sector del turismo en Egipto se colapsó en 2015 tras el atentado contra un avión ruso en el que perdieron la vida sus 224 ocupantes tras despegar del Sinaí. La devaluación, que ha convertido a Egipto en un destino atractivo, y la mejora de la seguridad han favorecido una tímida recuperación de un sector para la entrada de divisas extranjeras en la economía, apunta el economista egipcio.

“No creo que Egipto pueda sufrir ahora los mismos sobresaltos que en 2011”, matiza Adly, “ya que la amenaza del terrorismo en Egipto y en los países vecinos ha incrementado la tolerancia de la población antes las medidas de excepción”.

Para el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de El Cairo Mustafá Kamel al Sayed, la caída de la popularidad de Al Sisi, que se ha visto constatada por una baja participación electoral, se ha debido principalmente a las medidas de austeridad económica. El Gobierno ha tenido que tocar a rebato en la última jornada electoral para movilizar a los electores con multas, regalos o con presiones a los empleados públicos de las empresas públicas. “Se avecina un ajuste duro tras la reelección del presidente”, predice este conocido analista político de los programas de debate de la televisión. “Y el paro y la pobreza fueron precisamente las causas que desencadenaron la revolución de 2011”. El profesor Al Sayed destaca que Al Sisi no ha presentado un programa en su campaña y suele presentarse como un “hombre de hechos”, en referencia a megaproyectos como la ampliación del canal de Suez o la construcción de una nueva capital administrativa, puntualiza el analista. No vaticina cambios en la actual política de mano dura contra la oposición, amparada en la lucha contra el terrorismo, que se concentra en la península del Sinaí y la frontera con Libia.

“En su segundo mandato, Al Sisi va a proseguir por la senda de liberalismo económico, va a mantener estrechas relaciones con Estados Unidos y con los países del Golfo y va a intensificar las medidas represivas, incluso más severas que en la era de Hosni Mubarak”, concluye Al Sayed. “En ese clima, el malestar descontento social no va a tender a desaparecer, en tanto que la primavera de la revolución siempre puede reverdecer”.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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