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EE UU suspende la aplicación del arancel al acero y el aluminio de Europa

Los dos socios comerciales tratarán de llegar a una solución permanente para finales de abril. La pausa se aplica también a Brasil y Argentina

Robert Lighthizer en su testimonio ante el Senado de EE UU
Robert Lighthizer en su testimonio ante el Senado de EE UUKEVIN LAMARQUE (REUTERS)

Estados Unidos trata de evitar detonar una guerra comercial con la Unión Europea, aunque sigue pensando que el déficit comercial con su gran socio económico le crea un gran problema. Con ese propósito decide suspender la aplicación del arancel a las importaciones europeas de acero y aluminio hasta encontrar una solución definitiva. La Administración de Donald Trump anuncia esta pausa un día antes de que entre en vigor la medida proteccionista.

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El representante de Comercio Internacional, Robert Lighthizer, ya adelantó en una comparecencia pública en el Congreso que estaban discutiendo exclusiones al arancel con la UE, Argentina, Brasil y otros países. Este jueves confirmó que se les exime temporalmente. El proceso llevará algunas semanas. La idea es cerrar la negociación, indicó el embajador, sin entrar en detalles, para finales de abril. México y Canadá ya están exentas.

El arancel que entra en efecto este viernes supone una penalización del 25% para los productos de acero que entren por la frontera y del 10% para el aluminio que llega del exterior. Alemania evitaría así, de momento, el gravamen. Eso implica que cuatro de los grandes países importadores de acero a EE UU y siete de aluminio se queden al margen de la medida mientras se concretan los detalles, producto por producto.

Lighthizer admitió que esta suspensión temporal busca evitar una disrupción repentina en la cadena de suministro mientras se trata de encontrar una solución permanente. Trump anunció el arancel el pasado 8 de marzo bajo el argumento de la seguridad nacional. En ese momento se estableció un periodo de gracia de dos semanas en las que los países exportadores de los dos metales podían solicitar exenciones. El presidente es el que decide qué queda excluido.

La comisaria de Comercio, Cecilia Malmström, acaba de reunirse con el estadounidense Wilbur Ross para acercar posiciones. Acordaron “identificar” los puntos en los que pueden llegan a una solución aceptable “lo antes posible”. El presidente Donald Trump trató la cuestión también con su homólogo francés Emmanuel Macron en una conversación telefónica, informó la Casa Blanca.

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La UE amenazó con responder con medidas de retorsión. El senador republicano Orrin Hatch no ocultó en el debate su preocupación por el daño que el arancel puede crear a la economía. “Es un paso en la dirección equivocada”, dijo, al tiempo que indicó que es un problema causado por las prácticas de China. El demócrata Ron Wyden dijo por su parte que la falta de la estrategia está creando "caos". El arancel se activa para Rusia, China, Japón, Turquía y Taiwán.

Lighthizer dejó claro que EE UU no busca guerras comerciales. "Nadie las gana", comentó en una clara contradicción con Trump. Pero sí reiteró que el déficit comercial con la Unión Europea es “un gran problema”. “Después de China, es literalmente el mayor”, afirmó en el intercambio con los congresistas, a los que le explicó que la prioridad de Trump es tratar de rebajarlo y por eso está dispuesto a adoptar las medidas necesarias para defender sus derechos.

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