La ONU sugiere que Duterte necesita una “evaluación psiquiátrica”
La organización internacional responde a las acusaciones del gobierno filipino contra sus funcionarios
El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad al Hussein, ha sugerido este viernes en Ginebra (Suiza) que el presidente filipino, Rodrigo Duterte, necesita una "evaluación psiquiátrica". El representante de la ONU ha respondido de ese modo a las acusaciones del gobierno de Manila contra diferentes funcionarios de la organización internacional.
"Los comentarios del presidente de Filipinas en relación con la relatora especial de Naciones Unidas sobre ejecuciones extrajudiciales, Agnes Callamard, son inaceptables. Y me hace pensar que el presidente Duterte necesita una evaluación psiquiátrica", ha afirmado Zeid en rueda de prensa, según recoge Efe.
Duterte amenazó el año pasado con "abofetear" a Callamard por haber dicho que en el país se han cometido ejecuciones extrajudiciales en el marco de la campaña gubernamental contra las drogas, que se ha saldado en un año y medio con unas 7.000 muertes, según el recuento de las ONG.
"Estos ataques no pueden quedar sin respuesta; el Consejo de Derechos Humanos debe tomar una posición", ha declarado Zeid, que también ha hecho referencia a las acciones de Duterte contra un exlegislador filipino y cuatro exsacerdotes católicos que fueron declarados como "terroristas" por el Gobierno de Manila, según la agencia Reuters.
Duterte tachó a la ONU de "inútil" por sus críticas, amenazó con expulsarla del país y con sacar a Filipinas de la organización y advirtió a la oposición para que no interfieran en su campaña contra las drogas, que ha provocado miles de muertos en el país, muchos de ellos asesinados por las fuerzas de seguridad: "Podrían ser asesinados si bloquean los esfuerzos destinados a mejorar el país". El propio Duterte ha reconocido haber matado a personas durante su etapa como alcalde de Davao.
Las declaraciones de Duterte no tienen parangón y se han convertido en habituales. Llamó "hijo de puta" al expresidente de Estados Unidos Barack Obama, se comparó con Hitler, admitió que mató a puñaladas a una persona cuando tenía 16 años, entre otras cosas.
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