Detenido en Francia acusado de violación el nieto del fundador de los Hermanos Musulmanes de Egipto
El islamólogo Tariq Ramadan niega las acusaciones y ha presentado una denuncia por difamación
El islamólogo suizo de origen egipcio Tariq Ramadan fue detenido este miércoles en París en el marco de una investigación preliminar por “violación, agresión sexual, violencia y amenazas de muerte” abierta después de que dos mujeres presentaran sendas denuncias en Francia en octubre del año pasado, en plena oleada del movimiento feminista #MeToo de denuncias de abusos sexuales tras el escándalo Weinstein.
La primera denunciante fue la antigua salafista reconvertida en militante feminista Henda Ayari, que asegura que el islamólogo la violó en un hotel en 2012. Unos días más tarde, otra mujer, que ha preferido permanecer en el anonimato, presentó una segunda denuncia contra Ramadan, al que acusa de haberla violado y golpeado brutalmente en un hotel en Lyon en 2009, en hechos que guardan bastante similitud con los descritos por Ayari.
El nieto del fundador de los Hermanos Musulmanes, de 55 años, calificó las denuncias como una “campaña de calumnias” de parte de “los de siempre” y presentó una denuncia por difamación contra Ayari.
Aunque por el momento no ha habido nuevas denuncias contra Ramadan ante la justicia, en noviembre, otras cuatro mujeres aseguraron al diario suizo Tribune de Genève que el islamólogo las acosó e incluso mantuvo relaciones sexuales con ellas cuando estas eran adolescentes de entre 14 y 18 años. Los hechos, según sus testimonios, sucedieron entre los años 1980 y 1990, cuando Ramadan aún no era conocido y se dedicaba a dar clases en su Suiza natal. El teólogo también negó “categóricamente” esos hechos y aseguró haber interpuesto otra demanda por difamación.
Ramadan fue puesto este miércoles bajo detención preventiva —en principio, por un máximo de 48 horas— en París. Según la cadena RTL, está siendo interrogado por investigadores de la policía judicial.
El intelectual, nieto de Hassan Al-Banna, fundador de los Hermanos Musulmanes de Egipto, tiene una carrera reconocida, pero no exenta de controversias.
En abril de 2004, la revista Time lo eligió entre "los 100 científicos y pensadores más influyentes del planeta". Pero ese mismo año, perdió su cátedra en una universidad suiza por defender la sharía o ley islámica y, además, el Gobierno de Estados Unidos le revocó un visado de trabajo para enseñar en la Universidad de Notre Dame por motivos "de seguridad pública”. Sin embargo, formó parte de la comisión de expertos que creó el ex primer ministro británico Tony Blair tras los atentados de Londres de 2005.
Ramadan impartía también una clase de estudios islámicos en Oxford hasta noviembre, cuando la universidad anunció, tras las denuncias presentadas en París, que había decidido “de mutuo acuerdo” con el islamólogo aceptar una excedencia “inmediata” de este.
Las denuncias por violación contra Ramadan se produjeron en un momento en que el caso Weinstein provocaba una gran revuelta de las mujeres también en Francia. El movimiento #MeToo tuvo su propia versión francesa, #Balancetonporc (denuncia a tu cerdo), que fue precisamente lo que animó a la primera denunciantea dar el paso de revelar el nombre de Ramadan —en el pasado ya había denunciado en un libro la violación sufrida pero no identificó a su presunto agresor— y acudir a la justicia
“Ha sido #Balancetonporc la que me llevó a revelar su nombre”, dijo a finales de octubre al diario Le Parisien Ayari, quien poco después dijo estar sufriendo ciberacoso por parte de defensores de Ramadan.
También la revista satírica Charlie Hebdo recibió amenazas de muerte tan serias por bromear sobre el caso Ramadan que la fiscalía de París abrió una investigación. El semanario publicó en noviembre en su portada una caricatura del islamólogo con una gigantesca erección mientras decía ser “el sexto pilar del islam”. Charlie no ha dejado de sufrir amenazas de muerte desde que en enero de 2015 fue víctima de un ataque yihadista contra su redacción en el que murieron 12 personas, entre ellas ocho miembros de la revista. Sin embargo, tras la portada sobre el islamólogo, el número de amenazas de muerte fue “más elevado de lo habitual”, explicó su director, Laurent Sourisseau, Riss.
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