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EE UU veta una resolución que pretendía proteger el consenso internacional sobre Jerusalén

El proyecto de Egipto rechazaba el establecimiento de embajadas en Jerusalén y decisiones unilaterales que intenten modificar el estatus de la Ciudad Santa

La embajadora de EE UU ante las Naciones Unidas, Nikki Haley
La embajadora de EE UU ante las Naciones Unidas, Nikki HaleyKENA BETANCUR (AFP)

El Consejo de Seguridad trató de aislar aún más a Estados Unidos al someter a votación un proyecto de resolución que hacía un llamamiento a los miembros de las Naciones Unidas a que se "abstengan de establecer misiones diplomáticas en Jerusalén". El borrador no citaba expresamente la decisión del presidente Donald Trump de trasladar su embajada desde Tel Aviv. Washington, sin embargo, no dudó en ejercer su poder de veto. Es la primera vez que la Administración del republicano bloquea una decisión del órgano que vela por la paz y la seguirdad.

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El texto, de una página, fue propuesto por Egipto en nombre del grupo árabe. Hay otras resoluciones sobre la cuestión palestina adoptadas por el Consejo que hacen referencia a las embajadas. El borrador demandaba así a los países que integran el organismo a "cumplir todas las resoluciones" sobre el estatus de Jerusalén y a “no reconocer cualquier acción o medida” contraria a ellas.

La maniobra era simbólica, por el veto de EE UU. Era una nueva oportunidad para condenar la decisión de la Administración que preside Trump al reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel. La embajadora de EE UU, Nikki Haley, ya advirtió la semana pasada que la declaración se basa en una decisión bipartidista de su Congreso y que su país no se iba a dejar aleccionar.

"Tenemos todo el derecho de hacerlo", reiteró al exponer los argumentos para vetar la resolución propuesta por Egipto. Haley volvió a decir que las Naciones Unidas está haciendo más por torpedear la causa por lograr una solución duradera que por conseguir que avance el proceso. "Es un insulto que no olvidaremos", concluyó, pidiendo al organismo que asuma el papel neutral que le compete.

El cuerpo diplomático en la ONU considera, en contra de lo que dice EE UU, que este tipo de decisiones crean el riesgo de prejuzgar el resultado de las negociaciones entre las partes y por eso advierten contradicen la legislación internacional. António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, insiste en este sentido que no hay alternativa a la solución de los dos estados.

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Consenso internacional

Francia votó, por eso, a favor de la resolución propuesta por Egipto. El embajador Francois Delattre reiteró en este sentido que se debe preservar el consenso internacional sobre la solución de los dos estados. "Un acuerdo sobre Jerusalén solo puede ser decidido por Israel y Palestina, no por decisiones unilaterales de un tercer país que pueden llevarnos atrás un siglo", advirtió.

Nikolay Mladenov, coordinador especial del secretario general para el Proceso de Paz, pidió a todas las partes que se abstengan de hacer provocaciones y declaraciones inflamatorias que solo hacen que alimentar las voces más radicales. "Las partes están más divididas que nunca", lamentó, al tiempo que pidió a los países que hagan un "esfuerzo colectivo" para relanzar el proceso de paz.

Las diferentes delegaciones representadas en el Consejo de Seguridad pidieron a Estados Unidos que ejerza un papel de mediador para encontrar una solución aceptada por las partes y le pidieron que se abstenga de adoptar decisiones unilaterales que puedan torpedear el proceso de paz. El gran temor en la ONU es que la escalada de la tensión derive en un enfrentamiento religioso.

Asamblea General

Tras el bloqueo en el Consejo de Seguridad, el representante de Palestina va a buscar que la Asamblea General de la ONU adopte una resolución contra la decisión de EE UU de reconocer Jerusalén como capital de Israel. Se trata, de nuevo, de una maniobra más bien simbólica para reflejar el aislamiento de Washington al romper con el consenso internacional, ya que las decisiones de este órgano son políticas.

El veto de EE UU se produce, además, a solo dos días de que el vicepresidente Mike Pence viaje a Jerusalén. El presidente palestino Mahmud Abbas decidió cancelar un encuentro que tenía previsto en señal de protesta. En su lugar, tiene previsto viajar a Arabia Saudí buscando unificar al mundo árabe en su oposición contra la maniobra de la Administración de Donald Trump.

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