Decenas de miles de niños sufrieron abusos sexuales en instituciones australianas
La comisión oficial que ha investigado la pederastia durante cinco años responsabiliza a la Iglesia Católica y a los organismos públicos
La comisión especial que ha investigado la pederastia en Australia (Comisión Real en Respuestas Institucionales al Abuso Sexual Infantil) ha calificado este viernes de "tragedia nacional" los resultados de un informe que ha elaborado sobre los abusos sexuales a menores en instituciones públicas y religiosas. "Decenas de miles de niños fueron abusados sexualmente en las instituciones australianas. Nunca sabremos la cifra, pero cualquiera que sea, supone una tragedia nacional perpetrada durante generaciones dentro de nuestras más respetadas instituciones", remarca el documento de 15 volúmenes que ya ha sido entregado al gobernador de Australia, Peter Cosgorve, por el presidente de la comisión, Peter McClellan.
Durante los cinco años que duró la elaboración del documento, se entrevistaron a víctimas abusadas en más de 4.000 centros públicos y religiosos desde la década de 1920. En ellas se recogen 6.875 experiencias de personas que fueron presuntamente abusadas sexualmente, de las que el 64,3% eran niños y en el 93,8% de los abusadores fueron hombres adultos. Más de la mitad de las víctimas afirmaron que tenían entre 10 y 14 años cuando fueron abusadas por primera vez y el tiempo que padecieron estas agresiones duró 2,2 años de media. En el 36% de los casos fueron forzados por varios pederastas. Según el informe, "Australia faltó gravemente a sus deberes" con los niños durante décadas.
"Como víctima, puedo decir que los recuerdos, el sentimiento de culpa, la vergüenza y la ira viven conmigo todos los días. Destruye tu fe en las personas, tu voluntad de lograr, amar y la capacidad de lidiar con una vida normal", confiesa William Peter (nombre ficticio) en las memorias del documento.
El primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, ha anunciado este viernes que el Gobierno destinará unos 40 millones de dólares, unos 34 millones de euros, para indemnizar y apoyar a las víctimas. El informe también recoge recomendaciones para paliar el problema, como la implementación de leyes que penalicen el abandono de un menor en riesgo de ser abusado dentro de una institución, así como una estrategia a de ámbito nacional de prevención. "La seguridad y el interés de los niños deben estar en el núcleo de las operaciones de cualquier institución y contar con el respaldo de una comunidad bien informada" apunta una de las recomendaciones.
Los delitos en el seno de la Iglesia
El pasado febrero, la comisión señaló que la Iglesia Católica, que tiene una fuerte presencia en Australia, recibió 4.500 quejas por presuntos abusos a menores cometidos por 1.880 miembros de la institución religiosa, sobre todo entre 1980 y 2015. El informe propone que la Conferencia de obispos de Australia solicite al Vaticano que modifique la ley canónica para que el secreto de confesión no se aplique a los casos de pederastia y que el celibato no sea obligatorio. "Para muchos miembros del clero y religiosos, el celibato es una idea inalcanzable que hace que se viva una doble vida y ha contribuido a que se minimice el abuso sexual como un lapso moral perdonable", subraya el estudio.
Por otro lado, el arzobispo católico de Melbourne y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos, Dennis Hart, ha declarado que trasladará las propuestas al Vaticano, pero ha defendido que el secreto de confesión es "inviolable". Hart confesó que, de estar ante un abusador, se encontraría ante "un terrible conflicto" y ha precisado que no le daría la absolución si este no se entrega a las autoridades. El arzobispo de Sídney, Anthony Fisher, ha reconocido en la cadena SBS que estos crímenes han dañado la credibilidad de la Iglesia y "ha conmocionado a muchos de nuestros creyentes".
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