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Emiratos Árabes anuncia una alianza con Arabia Saudí que cuestiona el Consejo de Cooperación del Golfo

La baja representación de Riad y Abu Dhabi en la cumbre de Kuwait impide resolver la crisis con Qatar

Ángeles Espinosa
El ministro de Exteriores catarí Mohammed bin Abdulrahman al Thani llega a la reunión del Consejo de Cooperación del Golfo, celebrada en Kuwait.
El ministro de Exteriores catarí Mohammed bin Abdulrahman al Thani llega a la reunión del Consejo de Cooperación del Golfo, celebrada en Kuwait.REUTERS

Emiratos Árabes Unidos (EAU) ha anunciado este martes la formación de una alianza económica y militar con Arabia Saudí, independiente del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG). La noticia da la puntilla a ese foro que, justo unas horas después, iba a mantener su primera cumbre desde que Riad y Abu Dhabi rompieran relaciones con Qatar el pasado junio, desatando la mayor crisis en los 36 años de vida del grupo. Significativamente, tanto Riad como Abu Dhabi han enviado delegaciones de bajo nivel a la cita de Kuwait.

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El presidente de EAU, el jeque Jalifa Bin Zayed al Nahyan, ha firmado un decreto por el que se establece un “comité conjunto de cooperación” para coordinar “todos los asuntos militares, políticos, económicos, comerciales y culturales” entre ambos países, según ha informado la agencia estatal de noticias emiratí, WAM. Dicho comité estará presidido, del lado emiratí, por Mohamed Bin Zayed (MBZ), heredero de Abu Dhabi y gobernador de facto de EAU desde que su medio hermano Jalifa sufriera un derrame cerebral en enero de 2014.

El proyecto parece redundante con el CCG, el bloque creado en 1981 para promover la seguridad y la cooperación económica de las seis monarquías ribereñas del golfo Pérsico ante los temores que desató el triunfo de la revolución iraní dos años antes. Además, de los mencionados, el grupo incluye a Bahréin, Kuwait y Omán.

“Ha sido una buena oportunidad para reunir a los hermanos del CCG en su segunda casa, Kuwait”, declaró inasequible al desaliento el emir Sabah al Ahmad al Jaber al Sabah, durante la clausura de la cumbre. Pero a pesar de su esfuerzo en celebrar la reunión, sus palabras no podían ocultar que Arabia Saudí, Emiratos y Bahréin habían enviado delegaciones de segundo nivel a una cita que cada año reúne a los seis monarcas del Golfo o, cuando razones de salud se lo impiden, sus herederos.

A la vista de ese desplante y del anuncio emiratí, resulta improbable que encuentre eco el llamamiento del jeque Sabah para crear un mecanismo de resolución de disputas entre los miembros del CCG. De momento, la cumbre, que apenas duró dos horas, fue incapaz de rebajar la crisis que ha paralizado el grupo.

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“Da la impresión de que hay una intención, por parte de saudíes y emiratíes, especialmente dado el momento del anuncio hoy, en decir que el CCG está en efecto acabado”, ha declarado Majed al Ansari, de la Universidad de Qatar, citado por Al Jazeera. En opinión de este analista, emiratíes y saudíes “no tienen intención de apoyar la estabilidad del CCG, ni los esfuerzos de mediación de Kuwait, ni tampoco de poner fin a la crisis”.

Aunque no ha habido información al respecto desde Riad, Arabia Saudí y Emiratos, las mayores economías de la península Arábiga, han aumentado su cooperación en los últimos años y adoptado una política exterior más activa. La coincidencia de intereses se ha hecho especialmente evidente desde la llegada al poder del rey Salmán, cuyo hijo y heredero, el príncipe Mohamed Bin Salmán (MBS), ha tomado las riendas. Este lanzó la intervención militar en Yemen en marzo de 2015 con el apoyo de MBZ y ambos, que ven el islam político como una amenaza para la estabilidad de la región y recelan de Irán, están detrás del bloqueo a Qatar.

Riad y Abu Dhabi acusaron el pasado junio a su vecino de financiar el terrorismo y apoyar a los grupos islamistas de la órbita de los Hermanos Musulmanes. Desde entonces, con el apoyo de Bahréin, convertido en un satélite saudí desde 2011, cuando Riad envió sus tropas a defender a la monarquía de la sublevación popular, y de Egipto, a cuyo dictador financian, han sometido a Doha a un aislamiento diplomático y comercial. Qatar, que niega las acusaciones, se ha mostrado dispuesto a negociar, pero rechaza la capitulación que le exigen y que incluye, entre otras cosas, el cierre de la cadena de televisión Al Jazeera.

A pesar de sus 36 años de rodaje, el CCG se ha mostrado incapaz de atajar la crisis. El emir de Kuwait, cuyos intentos de mediación han fracasado, esperaba que la cumbre de este martes permitiera al menos congelar la situación para que no empeorara. Pero sólo el emir de Qatar, el jeque Tamim Bin Hamad al Thani, ha respondido a su invitación. La ausencia del rey Salmán o de su heredero, y la del heredero de Abu Dhabi, ya evidenciaban la falta de avances.

El hijo de Saleh promete vengar su muerte

La sombra del bloqueo a Qatar, no ha impedido que el emir de Kuwait repasara el resto de los asuntos que inquietan a las petromonarquías. El jeque Sabah ha alabado los esfuerzos de la coalición “que apoya la legitimidad en Yemen”, a la vez que pedía a los Huthi que acepten una solución política.

Mientras, Ahmed Ali, hijo del expresidente yemení Ali Abdalá Saleh, muerto la víspera en un ataque de los Huthi, ha prometido vengar la sangre de su padre, según una declaración difundida por la cadena saudí Al Arabiya. Ahmed Ali, que hasta ahora residía en la capital de Emiratos Árabes Unidos, donde fue embajador de Yemen entre 2013 y 2015, asegura que va a “dirigir la batalla hasta expulsar a los Huthi” y ha acusado a Irán de estar detrás de los problemas de su país. Algunas fuentes lo consideran un potencial candidato para suceder a Saleh y ayudar a la coalición que lidera Arabia Saudí a poner fin a la guerra. Durante ocho años, estuvo al frente de la Guardia Republicana, el cuerpo pretoriano de su padre.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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