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Alemania y Francia ofrecen aviones para repatriar urgentemente a inmigrantes varados en Libia

Marruecos también participará en la primera repatriación de uno de los 42 campos localizados

Javier Casqueiro
Emmanuel Macron habla con el mandatario camerunés, Paul Biya, este miércoles en Abiyán.
Emmanuel Macron habla con el mandatario camerunés, Paul Biya, este miércoles en Abiyán.Diomande Ble Blonde (AP)

Libia, con su descontrol y ahora el escandaloso mercadeo de migrantes, acaparó casi todos los debates en la V cumbre entre la Unión Africana y la Unión Europea celebrada estos días en Abiyán, Costa de Marfil, y a la que asistieron casi un centenar de jefes de Estado. Ante las grandes declaraciones y promesas de grupos de trabajo multilaterales, países como Marruecos, Francia y Alemania han optado por la acción y han ofrecido aviones para repatriar al menos a los 3.800 migrantes en situación más urgente. España no forma parte aún de ese frente.

El lema y el sentido con el que se había programado esta macro reunión de Abiyán (con más de 5.300 participantes) entre los 55 países africanos, los 28 europeos y los más importantes observadores y organizaciones internacionales tenía por objeto preocuparse por el panorama de la juventud en África, un continente en expansión con una población de 1.200 millones de personas y con el 70% menores de 30 años. Se anunciaron planes, inversiones y fondos millonarios (sobre todo 4.100 millones de euros de préstamos europeos) para frenar su huida a Europa pero también para radicarles en sus propios países de origen, porque se calcula también que el 80% de las migraciones se producen dentro de África.

Pero en los llamados márgenes de la cumbre, en las citas bilaterales y discretas y en las comparecencias de prensa solo se hablaba de Libia, de sus eternas carencias y ahora del bochorno causado por las imágenes difundidas sobre la trata de seres humanos.

En la conclusión final, aportada en rueda de prensa este jueves por el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Musa Faki Mahamat, se quiso aportar alguna solución más inmediata y se anunció la posible repatriación de 3.800 migrantes que están ahora localizados en Libia en una situación que calificó de “inhumana” y que persiguen “salir lo antes posible de ese avispero”.

España se preocupa pero aún no participa en las operaciones

El presidente español, Mariano Rajoy, presente en la cumbre africana, expresó su “profunda indignación y condena por las brutales violaciones de derechos y la dignidad de las personas por las mafias en Libia” y añadió que España piensa participar “con intensidad” en los planes pergeñados estos días. Fuentes del Gobierno precisaron más tarde que eso no quiere decir que se vayan a ofrecer aviones para acelerar las repatriaciones como otros países.

Musa Faki Mahamat reveló que esa actuación es consecuencia del acuerdo alcanzado el día anterior entre la Unión Africana, la Unión Europea, la ONU y la OIM (Organización Internacional de Migraciones) para formar cuanto antes un grupo de trabajo operativo (Task Force) que ayude a paliar ese drama. El mandatario africano precisó que ese primer contingente procederá de un campo de refugiados ubicado cerca de Trípoli y en el que una misión de su organización acababa de constatar la necesidad de su salida imperiosa.

El dirigente de la UA reconoció que ese campo es solo uno de los 42 que el Gobierno libio sostenido por la ONU dice que tiene localizados en distintas partes del país y aventuró que seguramente habrá muchos más. Y pronosticó que en Libia podría haber ahora “entre 400.000 a 700.000 migrantes africanos”.

Mahamat fue también el que pidió una implicación de las instituciones internacionales más compleja, con ramificaciones policiales y de inteligencia, para desmantelar el tejido urdido por las mafias de personas no solamente en Libia, sino también en otras rutas de África: “Primero hay que socorrer de urgencia a quienes están en esa situación y reflexionamos juntos, Libia, la Unión Europea, la Unión Africana y la ONU, para encontrar soluciones más duraderas a este tema de la migración”.

En la misma comparecencia, en nombre de la UE, el presidente del Consejo de Europa, Donald Tusk, apostó por implicarse en asegurar que las víctimas de esta tragedia, “fruto del peor cinismo humano, puedan volver a casa de forma segura”.

El máximo dirigente y presidente actual de la UA, el guineano Alpha Condé, avanzó así que países como Marruecos, y otras naciones europeas (entre las que precisó Francia y Alemania) se habían ofrecido ya para fletar vuelos con los que ejecutar esas primeras repatriaciones de los 3.800 migrantes en estado de emergencia. Emmanuel Macron, el presidente francés e impulsor de varias de esas citas clave sobre Libia, se declaró satisfecho con estos primeros pasos. El rey de Marruecos, Mohamed VI, no informó directamente de sus ofrecimientos , pero sí llamó la atención sobre que tras el estereotipo de la inmigración masiva ahora focalizada en Libia se obvien las razones profundas de un problema que afecta, sobre todo, a las propias naciones africanas.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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