Xi y Trump exponen en una cumbre sus visiones contrapuestas sobre la globalización
En sendos discursos ante empresarios en Vietnam, Xi defendió el multilateralismo pero Trump arremetió contra pactos que "nos atan de manos"
El presidente de EE UU, Donald Trump, y el de China, Xi Jinping, dejaron claras este viernes sus diferencias acerca del comercio global. En sendos discursos en una reunión de empresarios antes de la inauguración de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), ambos expusieron dos visiones opuestas. Si el estadounidense insistió en unas propuestas de acuerdos bilaterales y el beneficio a su país, el chino contrarrestó con la defensa de la multilateralidad y de la globalización como “tendencia irreversible”
Ambos líderes llegaban a Vietnam tras una serie de reuniones a lo largo de dos días en Pekín en las que quisieron resaltar su buena relación personal y dar un nuevo vuelo a los lazos entre los dos países. Trump llegó a asegurar que no culpa a China del fuerte déficit, de cerca de 300.000 millones de dólares anuales, que padece la balanza comercial entre ambos países, favorable a Pekín.
Trump también intercambió un breve saludo con su homólogo ruso, Vladímir Putin. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha aclarado este viernes que todavía no había habido ninguna conversación entre ambos líderes. Moscú llevaría varios días intentando negociar un encuentro que desde Washington dan ya por descartado.
Pero en su intervención en Da Nang, la ciudad costera vietnamita donde se celebra la cumbre regional, Trump, que había llegado a calificar las prácticas comerciales chinas de “violación” de la economía estadounidense volvió a recuperar su retórica crítica.
Estados Unidos, declaró Trump, está dispuesto a acordar pactos bilaterales con cualquier país en Asia-Pacífico (o Indo-Pacífico, como ha comenzado a llamar a la zona para incluir también a India) pero solo si cumplen la regla del “respeto mutuo y beneficio mutuo”. El inquilino de la Casa Blanca arremetió contra los pactos multilaterales y la Organización Mundial de Comercio, que —sostuvo— “no nos ha tratado con imparcialidad”. “Siempre pondré a América primero”, agregó, “nunca volveremos a entrar en tratados que nos atan de manos”. Uno de los primeros actos de su presidencia fue abandonar el TPP, el ambicioso acuerdo de libre comercio entre ambas orillas del Pacífico que había abanderado su predecesor, Barack Obama.
Trump se mostró muy crítico igualmente con las economías dirigidas, como es hasta cierto punto el caso de China o de Vietnam, a las que no mencionó por nombre. “Esperamos que los mercados se abran en la misma proporción en ambas partes y que la inversión privada, no los planificadores gubernamentales, dirija la inversión”.
El discurso de Trump fue acogido con un cierto mutismo entre los empresarios, cuyas 21 economías representan cerca del 60% del PIB mundial y tienen el intercambio comercial con el exterior como uno de sus grandes pilares.
Pocos minutos más tarde el mensaje de Xi fue muy diferente. Como hizo a comienzos de este año en Davos, y en contraste con el discurso proteccionista de Trump, se presentó como el gran adalid del multilateralismo. La globalización, sostuvo, es irreversible, pero debe beneficiar a todos los países y a todas las clases sociales.
“¿Debemos encauzar la globalización económica, o debemos titubear y quedarnos parados frente a los desafíos? ¿Debemos avanzar conjuntamente la cooperación regional o vamos cada uno por nuestro lado?”, se preguntó el líder chino. “La apertura trae consigo el progreso, mientras que la auto-exclusión nos deja atrás”.
El presidente chino, que prometió una apertura significativa de los mercados de su país a las empresas extranjeras —este viernes Pekín anunció una liberalización de su sector financiero que facilitará la inversión foránea en sus bancos—, promueve como alternativa al TPP otro pacto comercial, la Alianza Económica Integradora Regional (RCEP), que incluye a Australia e India pero no a Estados Unidos. El TPP, que Japón y los otros diez países miembros restantes tratan de revivir, excluye a China.
La parada en Da Nang es la cuarta de la primera gira presidencial de Trump por Asia. El líder estadounidense, que ya ha visitado Tokio, Seúl y Pekín, continuará el domingo viaje a Hanói, para reunirse con los líderes vietnamitas, antes de finalizar su viaje en Filipinas.
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