Chicos y chicas ‘scouts’ ya pueden explorar juntos
La histórica organización juvenil estadounidense será mixta a partir de 2018. La normalización llega, en parte, porque las nuevas familias no tienen tiempo para llevar a los niños a actividades separadas
Boy Scouts, la histórica organización juvenil estadounidense, ha decidido aceptar a niñas en sus filas más de 100 años después de su fundación. Lo hará gradualmente, primero en lo que llaman sus programas menores y después, en las agrupaciones de mayor rango. Todo ello, eso sí, en medio de una crisis de afiliación que ha llevado a perder un tercio de sus voluntarios en lo que va de siglo. En cualquier caso, con esta decisión, estarán culminando un giro social trascendente: los chicos exploradores de América serán también las chicas exploradoras de América y lo serán de forma conjunta, no segregada, como hasta ahora.
“Esta decisión es leal con la misión y los valores de la BSA [según las siglas en inglés de la organización] recogidos en las reglas y los juramentos de los Scout. Los valores de los exploradores —la confianza, la lealtad, la ayuda, amabilidad, bravura y cortesía, por ejemplo— son importantes para los y las jóvenes”, explicó el presidente ejecutivo de los Scouts de América, Michael Surbaugh, en el comunicado con el que se anunció la medida.
La entidad, nacida en 1910 (dos años después de los Scouts de Reino Unido, en quienes se inspiraron), cuando las mujeres aún no tenían derecho al voto en Estados Unidos, ha llegado en 2017 a la conclusión de que se puede entrenar al mismo tiempo a chicos y chicas en esa serie de virtudes. A ese convencimiento ha ayudado algún motivo más prosaico: el mismo texto de los Scouts reconoce que las familias de hoy en día están más ocupadas que antes, que muchas están formadas por parejas en las que ambos trabajan o por personas solas con hijos, lo cual, señalan, “hace más atractivos los programas que atienden al conjunto de la familia”. Es decir, que muchos padres ya no tienen tiempo de andar acompañando a los niños a las actividades de los Boy Scouts y a las niñas, a las de la Girl Scouts.
Todo ha avanzado lentamente en esta centenaria organización. Hasta 2013, la membresía de chicos abiertamente homosexuales estaba terminantemente prohibida. Aquel año se les abrió la puerta, pero se continuó vetando a los gais como líderes hasta 2015. A primeros de ese año dio un paso más adelante y se dio luz verde a los niños transgénero, al confirmar que la organización estaba abierta para todos aquellos identificados como varones.
La apertura ha llegado en un momento débil de participación. Según sus propias cifras, los Scouts cuentan con 2,3 millones de miembros de entre siete y 21 años en todo Estados Unidos, un tercio menos que en el año 2000. A ellos hay que sumar otro millón de adultos voluntarios.
Problemas para las 'Girl Scouts'
La entrada en juego de las chicas a partir de 2018, pese a lo que tiene de normalizador, ha despertado inquietud en las organizaciones femeninas de scouts, que lo ven como una amenaza. Si esas familias ocupadas tienen que elegir entre llevar a sus hijos a los Boy Scouts o a las Girl Scouts, optarán por los primeros. “Girl Scouts sigue comprometida y cree firmemente en la importancia del entorno de solo niñas, que crea un espacio seguro y necesario para que las niñas aprendan y prosperen”, alega la entidad.
El fin de la segregación por sexos en ciertas entidades sociales suele despertar detractores entre algunos miembros masculinos, pero también femeninos. Harvard, por ejemplo, está tratando de erradicar los llamados clubes finales (unas sociedades más selectas y secretistas que las tradicionales hermandades universitarias) que vetan a mujeres. Estas entidades masculinas se oponen a la admisión de mujeres y algunas alumnas lo apoyan por motivos similares a los de las chicas scouts: temen que las sororidades o hermandades femeninas pierdan socias y que, dentro de las masculinas, las jóvenes pierdan protagonismo en detrimento de sus compañeros varones.
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