Los españoles que aparecen en la lista de Epstein difundida por Trump
La Casa Blanca y el Departamento de Justicia difunden el libro de contactos del financiero y depredador sexual, en el que figuran varios españoles en un listado de cientos de personas


El magnate, pedófilo y depredador sexual Jeffrey Epstein fue hallado muerto en agosto de 2019 en su celda de una prisión de alta seguridad de Manhattan. A pesar de que Epstein tuvo una relación cercana con el actual presidente, Donald Trump, los republicanos han estado agitando durante años teorías conspiratorias sobre supuestas listas de clientes sexuales que las autoridades demócratas estarían ocultando. Epstein era también un financiero con relaciones de negocios, lo que explica la mayor parte de los contactos de su agenda. Trump y la nueva fiscal general, Pam Bondi, prometieron transparencia sobre el caso. En un acto más teatral que otra cosa, difundieron el jueves la primera entrega de lo que han denominado “los archivos de Epstein”, donde aparecen citados varios españoles.
Se trata en realidad de documentos que habían trascendido a través de filtraciones, fuentes anónimas o procedimientos judiciales. Ahora, llevan el marchamo oficial, aunque no aporten grandes novedades. Entre los papeles publicados por el Departamento de Justicia figura una lista de contactos de Epstein, que no debe interpretarse como una lista de clientes ni, por sí misma, demuestra ningún tipo de conducta inapropiada. En ella, aparecen varios españoles, incluidos Alejandro Agag (yerno del expresidente del Gobierno, José María Aznar), José Aznar (hijo del expresidente) y algunos otros. Las personas contactadas señalan que figuraban allí por motivos de negocios.
El caso Epstein y sus derivadas siguen generando una gran expectación años después de la muerte de su protagonista. Hace poco más de un año, la jueza Loretta Preska, que se hizo cargo del caso de la demanda que presentó en 2015 una de las víctimas, Virginia Giuffre, contra la que fue amante y socia de Epstein, Ghislaine Maxwell, levantó el secreto de sumario sobre más de 900 páginas de documentos de aquel caso, que se saldó con un acuerdo extrajudicial. Ya entonces, las revelaciones tuvieron un valor solo relativo y los contextos en que aparecían citadas diferentes personalidades eran poco concluyentes.
Gran parte del material que salió a la luz entonces, incluidas las transcripciones de las entrevistas a las víctimas y los antiguos informes policiales, ya se conocía públicamente. Había menciones a Trump, al expresidente Bill Clinton, al príncipe Andrés de Gran Bretaña y al mago David Copperfield, así como el testimonio de una víctima que dijo que conoció a Michael Jackson en la casa de Epstein en Florida, pero que no pasó nada malo con él.
Esta vez, la decepción de quienes esperaban grandes revelaciones ha sido aún mayor. El Departamento de Justicia ha publicado cuatro archivos (aunque uno de los cuatro lo ha publicado íntegro y luego en seis fragmentos, con lo que en total hay 10 archivos). Suman unas 220 páginas sin contar las repeticiones. Eso sí, el Departamento de Justicia dice que solo es la primera fase de la revelación de archivos del caso.
El primero de los cuatro documentos es una lista de pruebas de tres páginas sin demasiado contexto ni concreciones. Aparecen enumerados ordenadores, cajas con fotos, cintas de vídeo, camillas de masaje, juguetes sexuales y otros artículos. Se cita por ejemplo una bolsa roja con “dos fotos de nalgas femeninas” o “una caja con cuatro fotos enmarcadas de mujeres desnudas”, pero también juegos de documentos financieros, portátiles, dispositivos de memoria digital y otros artículos, sin señalar su origen ni significado. Ni siquiera se aclara si la lista procede del caso de Epstein, del de Maxwell o de alguna otra investigación.
El segundo documento comprende cerca de 120 páginas de listas de pasajeros de vuelos del avión privado de Jeffrey Epstein. En realidad, se trata de documentos conocidos y que formaban parte del sumario del caso contra Maxwell. Parte de las páginas son casi ilegibles y están reproducidas como imágenes.
Otro de los documentos es una lista de 254 “masajistas”, las supuestas víctimas de explotación sexual de Epstein, muchas de ellas menores de edad. Se publica el documento, pero todos los nombres están completamente tachados (con buenos motivos: para proteger a las víctimas). Por tanto, es una especie de lista vacía de contenido, una gran mancha negra de siete páginas.
La libreta de contactos
El otro documento también está en gran medida censurado. Se trata de la conocida como lista o libro de contactos de Epstein. Es un archivo de 95 páginas en el que se leen los nombres que Epstein tenía en su agenda, pero se han suprimido teléfonos, correos electrónicos y otros datos identificativos de las personas citadas.
Esa libreta de direcciones, supuestamente recopilada por Epstein y Maxwell, ya fue publicada por Anonymous en 2020, pero en aquel momento hubo dudas sobre la fiabilidad de su contenido. Ahora, la agenda lleva la denominación de origen de la Casa Blanca y del Departamento de Justicia. Aparecer ahí no es, por sí mismo, prueba de ningún tipo de conducta inmoral ni ilegal. Con el tiempo, Epstein se convirtió en un personaje radioactivo por sus escándalos sexuales, pero antes de que la polémica estallase era un financiero bien relacionado en diferentes esferas. La naturaleza de la relación no se deduce de la agenda.
En el documento aparecen cientos de nombres. Cotejando con otras versiones del mismo que han trascendido, se pueden consultar otros datos (incluido a veces el prefijo telefónico) para comprobar quiénes de ellos son españoles o tenían relación con España.
En la lista está, por ejemplo, el empresario e inversor Alejandro Agag, yerno del expresidente del Gobierno español, José María Aznar. También figura “José Aznar”. Se trata del hijo del expresidente. Figura en la lista con una dirección de Nueva York y un correo electrónico de la firma SLS, para la que trabajó en la Gran Manzana entre 2002 y 2009. En el documento está también Jacobo Gordon, que fue amigo personal y socio de Agag y que fue condenado por el caso Gürtel.
“La relación con Jeffrey Epstein fue hace más de 20 años cuando yo trabajaba en Londres. Me llamó para concertar una reunión porque tenía interés en que formara parte de un fondo de inversión que él lideraba. Nos reunimos solo una vez y no hubo más. Jamás he asistido a ninguna fiesta ni nada organizado por él”, afirma Alejandro Agag, informa Javier Casqueiro. El yerno del expresidente señala que el fondo no prosperó.
También figura el contacto de Maite Arango, con un correo electrónico de la empresa VIPS, que era propiedad de la familia Arango. Maite Arango, con doble nacionalidad, española y mexicana, es consejera de Acciona, pertenece al Patronato de la Fundación Amigos del Museo del Prado, así como a los dos patronatos que integran la Fundación Princesa de Asturias. Otro nombre que figura es “Joaquín Fernández de Córdoba Arion”, aparentemente el duque de Arión. También aparece Fernando Arion y Fernando de Córdova Hohenlohe. Otras personas con prefijo de teléfono español en la lista son Fernando de Soto, Nacho Gaspar, Juan & Helen Herrero y Ludmila García, esta última con domicilios en Madrid y Marbella.
Aunque no fueran a través de documentos difundidos por el Departamento de Justicia, todos esos nombres y los cientos que aparecen en la libreta de contactos de Epstein, ya habían trascendido. Por eso, su publicación ha dejado insatisfechos a quienes esperaban grandes revelaciones. El equipo de Trump invitó a personalidades conservadoras de internet y las redes sociales a la Casa Blanca para darles en primicia una copia de los documentos que se iban a difundir.
Primera publicación oficial
Horas después, los colgó en el sitio web del Departamento de Justicia, admitiendo que no aportaban grandes revelaciones. “La primera fase de los archivos desclasificados contiene en gran medida documentos que se han filtrado anteriormente, pero que nunca han sido publicados de manera oficial por el Gobierno de Estados Unidos”, decía la nota. Aunque se usaba la palabra “desclasificados”, en ninguna parte consta que tuviesen clasificación confidencial.
Quizá para justificarse, la nota del Departamento de Justicia incluía explicaciones adicionales. “La fiscal general Bondi solicitó los expedientes completos y exhaustivos relacionados con Jeffrey Epstein. En respuesta, el Departamento recibió aproximadamente 200 páginas de documentos; sin embargo, más tarde se informó a la fiscal general de miles de páginas de documentos relacionados con la investigación y acusación de Epstein que no se habían revelado anteriormente”. Bondi ha solicitado al FBI que entregue los documentos restantes y ha encargado al director del FBI, Kash Patel, que investigue por qué no se cumplió la solicitud original.
Epstein fue acusado de abusar sexualmente de decenas de menores de edad a principios de la década de 2000, pero terminó cumpliendo solo 13 meses de cárcel. Fue acusado de cargos federales en Nueva York en 2019, más de una década después de que llegara en secreto a un acuerdo con los fiscales federales de Florida para librarse de cargos similares de tráfico sexual. Una “combinación de negligencia, mala conducta y fallos absolutos en el desempeño del trabajo” por parte de la Oficina Federal de Prisiones y los trabajadores de la cárcel permitió a Epstein quitarse la vida en agosto de 2019, según el resultado de una investigación del Departamento de Justicia.
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