Dos mujeres muertas en un ataque con un cuchillo en la estación de Marsella
El agresor ha sido abatido y la Fiscalía antiterrorista francesa se ha hecho cargo de la investigación
Un hombre mató este domingo a dos personas con un cuchillo en la estación de tren de Saint-Charles en Marsella. Soldados de la Operación Centinela, desplegada por todo Francia para proteger el territorio de atentados terroristas, abatieron al agresor. La fiscalía antiterrorista de París se hizo cargo de la investigación del ataque y el ISIS asumió la autoría en un comunicado difundido por la agencia Amaq,
La agresión ocurrió hacia las 13h45 en la estación central de la ciudad mediterránea. Ambas víctimas son mujeres de unos veinte años, según la agencia France Presse. El atacante gritó "Allahu Akbar" (Alá es grande, en árabe) durante la agresión, según fuentes policiales citadas por la agencia Reuters. El agresor degolló a una de las víctimas y apuñaló en el estómago a la otra, según la misma agencia. Después se lanzó hacia un militar, que disparó contra él y lo mató.
El ministro del Interior, Gérard Collomb, se desplazó al lugar de los hechos. El tráfico de trenes en Marsella quedó paralizado.
#Marseille : après l’attaque perpétrée à proximité de la gare Saint Charles, je me rends immédiatement sur les lieux.
— Gérard Collomb - Maire de Lyon (@gerardcollomb) October 1, 2017
El presidente Emmanuel Macron se declaró "profundamente indignado por este acto de barbarie, comparto la pena con las familias y las víctimas de Marsella". "Saludo a los militares de Centinela y a los policías que han reaccionado con sangre fría y eficacia", añadió.
Según el diario La Provence, el autor de los hechos tenía unos treinta años y no llevaba documentos de identidad. Los primeros indicios señalan que actuó solo.
Los ataques con cuchillo —un arma rudimentaria pero de fácil acceso, como los vehículos lanzados contra la multitud— se han repetido en los meses recientes en Francia. El último tuvo lugar el 15 de septiembre, cuando un hombre atacó con un cuchillo a soldados de la Operación Centinela que patrullaban en una estación de metro en el centro de París.
La Operación Centinela se puso en marcha tras los atentados yihadistas del 2015. Consiste en 7.000 soldados, más 3.000 en la reserva, desplegados en misión antiterroristas. El dispositivo es motivo de debate.
Los críticos con la Operación Centinela sostienen que resta capacidades a las fuerzas armadas para operaciones extranjeras, militariza con exceso la lucha antiterrorista, y sus soldados son un blanco fácil a quienes deseen atentar. Sus defensores alegan que, además de proporcionar una sensación de protección a los ciudadanos, efectivamente sirven para evitar atentados o males mayores, como ocurrió en Marsella.
El Gobierno francés presentó hace unos días una reforma de la Operación Centinela, destinada a hacerla más “reactiva e impredecible”. La reforma contempla que unos 3.500 se consagren a proteger los lugares más amenazados del país. Otros 3.500 estarán listos para desplegarse cuando sea necesario. Los 3.000 restantes estarán en la reserva, preparados para activarse en situaciones de crisis.
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