_
_
_
_

Séptimo ataque en Francia contra militares de la misión antiterrorista

Neutralizado un hombre en París que atacó con un cuchillo a soldados de la Operación Centinela

Marc Bassets
Soldados de la Operación Centinela en París, el 20 de agosto
Soldados de la Operación Centinela en París, el 20 de agosto GEOFFROY VAN DER HASSELT (AFP)

Los militares desplegados en tareas antiterroristas se han convertido en una diana fácil en Francia. Un hombre armado con un cuchillo atacó este viernes en París a una patrulla de la llamada Operación Centinela mientras invocaba a Dios en árabe. El agresor fue neutralizado y la fiscalía antiterrorista abrió una investigación. No hubo heridos. La agresión coincide con el anuncio, por parte del Gobierno francés, de una remodelación de la Operación Centinela, formada por 7.000 soldados —más 3.000 en la reserva— y puesta en marcha tras los atentados de enero de 2015.

Más información
El pulso con el Estado Mayor pone a prueba la autoridad de Macron

El ataque en la estación de metro de Châtelet, en el centro de la capital francesa, es el séptimo contra patrullas de la Operación Centinela desde 2015. Ocurrió a 06.30. El agresor es un hombre de 39 años, “más bien un marginal”, según fuentes policiales citadas por Le Figaro, que residía en el vecino departamento de Hauts-de-Seine. No era conocido por la policía. En la emisora Europe 1, la ministra de los Ejércitos, Florence Parly, dijo que se desconocían los detalles sobre las intenciones del individuo. “El hombre fue inmovilizado: es la prueba de la profesionalidad y la eficacia de los soldados de Centinela en la misión de protección”, explicó.

Unas horas después, en la población de Chalon-sur-Saône, un hombre agredió con un martillo a dos mujeres al grito de "Alá es grande", según un comunicado de la prefectura y la fiscalía citado por la agencia France Presse. Los investigadores consideran que se trata de un desequilibrado, según la misma fuente. Las mujeres quedaron levemente heridas. El agresor huyó.

Los episodios de ataques perpetrados por personas sin aparentes vínculos terroristas y con signos de inestabilidad se han repetido en los meses recientes. El 18 de marzo pasado, un hombre armado con una pistola murió abatido tras atacar a un grupo de militares de la Operación Centinela en el aeropuerto de Orly, al sur de París. Dijo: "Estoy aquí para morir por Alá. De todas maneras, habrá muertos". El agresor, con un amplio historial delictivo, actuó bajo los efectos de las drogas y el alcohol.

La reforma de la Operación Centinela, anunciada el jueves, consiste en pequeños cambios para hacerla más flexible, más “reactiva e impredecible”, en palabras del ministro del Interior Gérard Collomb. La Operación Centinela tendrá unos 3.500 soldados fijos que se encargarán de proteger los lugares más peligrosos en Francia. Otros 3.500 estarán disponibles para desplegarse según las necesidades. Y a estos se añadirá una “reserva estratégica” de 3.000 más para situaciones de crisis.

El despliegue de militares dentro del territorio nacional —una medida inicialmente excepcional— y no sólo para proteger las fronteras externas se ha normalizado. No es insólito cruzarse en las grandes ciudades de Francia con soldados armados como en una zona de conflicto. El objetivo es proteger Francia ante ataques autóctonos. Los críticos con la Operación Centinela sostienen que expone a los militares a ataques como el del viernes, o el más grave, el del 9 de agosto, cuando un hombre embistió al volante de un vehículo en Levallois-Perret (Departamento de Hauts-de-Seine) y dejó seis heridos. Otra crítica es que resta recursos y efectivos para otras tareas —las operaciones en el extranjero, por ejemplo— y mina la moral de las tropas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Marc Bassets
Es corresponsal de EL PAÍS en París y antes lo fue en Washington. Se incorporó a este diario en 2014 después de haber trabajado para 'La Vanguardia' en Bruselas, Berlín, Nueva York y Washington. Es autor del libro 'Otoño americano' (editorial Elba, 2017).

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_