Alemania investiga el secuestro de un vietnamita a plena luz en Berlín
La desaparición de un disidente del país asiático en la capital alemana y la presunta participación del espionaje de Hanoi enfurece a Berlín
Podría ser una novela de espías ambientada en plena guerra fría, pero es la vida misma. La trama transcurre entre Berlín, Hanoi y Praga. El desencadenante es un secuestro a plena luz del día en la capital alemana de un presunto disidente comunista. El final de esta novela de no-ficción, de la que esta semana se ha escrito un nuevo capítulo, sigue abierto.
23 de julio pasado. El empresario Xuan Thanh Trinh y su escolta caminan por las inmediaciones de un céntrico parque berlinés. Son las diez y media de la mañana y hace buen día. Varias personas armadas salen de un vehículo y fuerzan a los paseantes a subir a la furgoneta.
Xuan Thanh Trinh reaparece diez días después en la televisión vietnamita, vestido con un polo rojo, para declarar que está bien y que ha vuelto de forma voluntaria, según relata la prensa alemana. Trinh queda bajo custodia. Hanoi asegura que el señor Trinh, exparlamentario y presunto cabecilla de la corriente reformista del régimen de Hanoi ha vuelto por su propia voluntad. Berlín no se cree una palabra procedente de Vietnam. “De acuerdo con las investigaciones, asumimos que las víctimas fueron enviadas a la embajada de Vietnam en Berlín y de allí a Vietnam”, detalló en un comunicado la Fiscalía General alemana a principios de agosto.
“Mi cliente jamás se habría entregado voluntariamente a las autoridades de Vietnam”, insistió la abogada del presunto secuestrado Petra Schlagenhauf Süddeutsche Zeitung. Otro diario, el Tageszeitung añade que la persona que fue secuestrada con Trinh es una mujer, hija de un ex primer ministro vietnamita y especula incluso con la posibilidad de que la mujer trabajara para el espionaje vietnamita y ejerciera de cebo con Trinh.
El empresario había sido un alto cargo del régimen de Hanoi, caído en desgracia presuntamente por su defensa de la reforma política, considerada herejía capitalista por Hanoi. En concreto, el señor Trinh, de 51 años y renombrado miembro del Partido Comunista había sido además desde 2011 alto ejecutivo en la compañía estatal PetroVietman.
La vida le sonreía al señor Trinh hasta que un día el Partido decidió examinar la contabilidad de la compañía. Faltaban 125 millones de euros. A Trinh le acusaron de malversar fondos y de haber depositado el dinero en el extranjero. En septiembre de 2016 Trinh es expulsado del Partido Comunista. Las informaciones del diario Bild aseguran también que Trinh había escrito una en la que denunció abusos y corrupción en el seno de Petrovietnam. En la misiva criticaba también a China y a Rusia, según la misma fuente. El verano del año pasado, Trinh huyó de su país y llamó a la puertas de Alemania, junto a los cientos de miles de demandantes de asilo que se agolpaban en las oficinas de asilo.
En su informe anual, Amnistía Internacional indica que disidentes pacíficos y críticos del Gobierno han sido detenidos en Vietnam y acusados de poner en peligro la seguridad nacional. Al menos 88 presos políticos han sido encarcelados en duras condiciones, —aislamiento, palizas y shocks eléctricos— tras juicios sin garantías, según Amnistía.
Error de principiante
Trinh quiso esconderse, pero cometió un error de principiante. El otoño pasado, según los detalles del relato que publica la prensa alemana, el fugitivo se dejó fotografiar en el parque Treptow de Berlín. En la fotografía se podía ver una estatua. La pista bastó para dar con el paradero del señor Trinh.
2 de agosto pasado. Berlín enfurece ante lo que considera un secuestro en suelo alemán y por lo tanto una clara violación de la legalidad. “Un evento como este tiene el potencial de repercutir muy negativamente en las relaciones entre Alemania y la República Socialista de Vietnam“, declara Martin Schäfer, portavoz del ministerio de Exteriores alemán. Exteriores confirma que en los márgenes del G20 —del 7 al 8 de julio— celebrado en Hamburgo, altos representantes del régimen vietnamita piden a Alemania que entregue al señor Trinh.
Berlín exige el regreso del señor Trinh a la capital alemana, donde su demanda de asilo está pendiente de ser tramitada. El Gobierno declara al jefe del espionaje vietnamita en Alemania persona non grata y le invita a abandonar Alemania.
La Oficina Federal de Migración y Refugiados (BAMF) de Alemania investiga si uno de sus empelados, Ho Ngoc T., vietnamita, ha participado en el secuestro Trinh Xuan Thanh, según informa el servicio vietnamita de la BBC. El empelado se explaya en su página de Facebook sobre el caso, donde hace suya la versión de Hanoi.
12 de agosto. Se produce la detención de Long H. en la República Checa. La Fiscalía alemana le acusa de alquilar una furgoneta Wolkswagen con matrícula checa entre el 20 y el 24 de julio. Long H., de 46 años, utilizó presuntamente ese vehículo para secuestrar a Trinh Xuan Thanh y su acompañante este verano en el Tiergarten berlinés. El detenido era el brazo ejecutor de los servicios secretos vietnamitas, según las pesquisas hechas públicas por la Fiscalía alemana. Miembros del Parlamento alemán exigen sanciones y la congelación de la ayuda al desarrollo a Vietnam.
23 de agosto. El detenido Long H. vuela de la República Checa a Berlín para comparecer ante la justicia alemana.
Jueves pasado. El juez instructor decreta el ingreso en prisión de Long H, acusado de “espionaje” y de ser “cómplice de secuestro”. Continuará.
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