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Elke Vanbockrijck, la mujer que quería llevar a su hijo al Camp Nou

La única víctima mortal belga viajó a la capital catalana para hacer turismo junto a su marido y sus dos hijos

Álvaro Sánchez
Fotografía de Elke Vanbockrijck facilitada por el Ayuntamiento de Tongeren.
Fotografía de Elke Vanbockrijck facilitada por el Ayuntamiento de Tongeren.AP

El viaje a Barcelona se presentaba como el plan perfecto. Vic, el menor de la familia, ardía en deseos de visitar el Camp Nou de su admirado Lionel Messi. También el municipio barcelonés del que había descubierto que se llamaba igual que él, Vic. Tal y como relatan los suegros de Elke Vanbockrijck al diario flamenco De Standaard, la única víctima mortal belga del atentado de Barcelona viajó hasta la capital catalana para hacer turismo junto a su marido Guy y sus hijos Vic y Gus, de 11 y 13 años.

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Elke Vanbockrijc, de 44 años, era funcionaria del servicio postal. Poco después de que el ministro de Exteriores belga advirtiera de que una compatriota estaba entre los fallecidos, el alcalde de su pueblo, Tongeren, una localidad flamenca de 30.000 habitantes cercana a la frontera holandesa, confirmó que la fallecida era vecina del municipio y en un pueblo próximo suspendieron los fuegos artificiales de sus fiestas.

Nada de esto formaba parte del plan. La familia viajó en coche hasta Barcelona haciendo parada para dormir una noche en Nimes, al sur de Francia. La idea era pasar una semana en Barcelona. A su llegada a la capital catalana enviaron mensajes a la familia. Contaban que el clima era cálido y agradable. Como relatan los padres de su marido al periódico belga, el día del ataque caminaban por Las Ramblas cuando Guy y los dos menores se vieron arrastrados por la multitud hasta una tienda. Entre el caos y los gritos, estaban ilesos, pero Elke no aparecía. La siguiente noticia que tuvieron de ella es que estaba entre los 13 asesinados por la furgoneta terrorista.

La pareja llevaba tres años casada, y todos recuerdan a Elke como una mujer encantadora, siempre dispuesta a acompañar a sus hijos a jugar al fútbol, su gran afición. Tras el suceso, sus padres y hermanas se trasladaron hasta Barcelona para estar con los niños. Su marido Guy, ahora viudo, es policía y según desvelan sus padres en la entrevista, formó parte del dispositivo de seguridad desplegado durante la visita de Donald Trump a Bruselas para participar en la última cumbre de la OTAN. Tras haber velado por la seguridad del hombre más poderoso del mundo, vio como un ataque en una de las vías más transitadas de Europa le dejó sin su esposa y madre de sus hijos. Para Vic, Barcelona ya no será la ciudad de Messi y el Camp Nou.

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Sobre la firma

Álvaro Sánchez
Redactor de Economía. Ha sido corresponsal de EL PAÍS en Bruselas y colaborador de la Cadena SER en la capital comunitaria. Antes pasó por el diario mexicano El Mundo y medios locales como el Diario de Cádiz. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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