El Parlamento Europeo destierra el veto institucional de la UE a Cuba

Europa restaura sus relaciones diplomáticas con Cuba. El Parlamento Europeo ha aprobado este miércoles el acuerdo de diálogo político y cooperación suscrito el año pasado con el Gobierno cubano para desterrar el veto institucional que Bruselas ha mantenido a La Habana durante 20 años. El visto bueno de la Eurocámara permite que el pacto entre ya en vigor, aunque posteriormente deberá ser ratificado por todos los Estados miembros. El paso adelante de la UE contrasta con la posición de Estados Unidos, cuyo presidente, Donald Trump, acaba de dar marcha atrás al giro aperturista emprendido por su antecesor, Barack Obama.

La aprobación parlamentaria (prácticamente solo lo rechazaron los partidos eurófobos) destierra la llamada posición común, establecida en 1996 a instancias del entonces presidente del Gobierno español, José María Aznar. Esa herramienta diplomática, que no se ha empleado con casi ningún otro Estado del mundo, condicionaba cualquier contacto institucional al avance democrático del país. “Había una enorme hipocresía. Teníamos la posición común, pero veintitantos Gobiernos europeos habían firmado acuerdos con Cuba”, argumenta la eurodiputada socialista Elena Valenciano, ponente parlamentaria de este dosier. “La UE envía una señal importante de apertura hacia Cuba en un momento en que los mensajes de Estados Unidos no son muy positivos”, añade.

El acuerdo político y de cooperación allana el camino para reforzar las relaciones del bloque comunitario con la isla. Contiene tres capítulos: el diálogo político, que cubre asuntos como la gobernanza y los derechos humanos; la cooperación, que permitirá invertir más en desarrollo, y la parte económica y comercial, que agilizará los intercambios y las inversiones. El texto fue firmado el pasado diciembre por la alta representante para la Política Exterior Europea, Federica Mogherini, y el ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez en Bruselas.

Suscribir este pacto ha permitido también abrir un diálogo entre Bruselas y La Habana sobre derechos humanos, un elemento clave para que algunos Estados miembros aceptaran el nuevo marco. Pero la controversia en ese terreno persiste. Junto a la votación abrumadora del pacto con Cuba (567 votos a favor, 65 en contra y 31 abstenciones), el Parlamento aprobó también una resolución de la que se descolgaron la izquierda unitaria (en contra) y los verdes (abstención). Aunque el texto condena el bloqueo económico estadounidense sobre Cuba, también insiste hasta la saciedad en que Cuba adapte su política de derechos humanos a los estándares internacionales. Y el ala más a la izquierda de la Eurocámara lo consideró un reflejo excesivo de las posiciones más conservadoras.