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Perú sugiere a Justin Trudeau como árbitro para Venezuela

El presidente Kuczynski advierte del riesgo de que la crisis venezolana degenere en un "mar de sangre"

Miguel González
El presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski
El presidente peruano Pedro Pablo KuczynskiClaudio Alvarez

El presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, y su canciller Ricardo Luna, han pintado este lunes con tintes muy negros la situación de Venezuela en el foro El Perú del Futuro, organizado en Madrid por EL PAÍS. El primero ha afirmado tajante que "no hay democracia en Venezuela" y ha advertido del riesgo de que la violencia se desborde y haya “un mar de sangre, gente que escape hacia Colombia, otros que se vayan en bote, como los inmigrantes en el Mediterráneo”. El segundo ha admitido que las perspectivas son “oscuras, quizá tenebrosas”.

Lo que no cabe ante este panorama es resignarse. Kuczynski ha propuesto una misión de mediación integrada por representantes de tres países democráticos latinoamericanos –Chile, Colombia o Brasil y el propio Perú—y tres del frente bolivariano –Cuba, Nicaragua y Bolivia--, además de un árbitro aceptado por ambas partes. Aunque el presidente peruano no ha querido señalar a nadie, su canciller ha sugerido la figura del primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

Luna ha reconocido que los dos países que más podrían incidir en la crisis venezolana, EE UU y Cuba, no están en condiciones de ejercer su influencia y que las organizaciones regionales (como Unasur o CELAC) han quedado fuera de juego. También ha lamentado que el exceso de protagonismo del secretario general de la OEA, Luis Almagro, quien asumió posiciones beligerantes con el régimen de Maduro que no habían sido previamente consensuadas, le invalidara como mediador.

Luna ha advertido de que la Asamblea Constituyente que pretende Maduro no solo será ilegítima sino que propiciará el caos al crear dos poderes legislativos enfrentados y ha advertido de que cualquier iniciativa que se lance debe ofrecer unas mínimas garantías de que se mantendrán los avances sociales que se produjeron bajo el mandato de Hugo Chávez, en los que basa su apoyo popular el régimen, y evitar el colapso de PDVSA, la petrolera estatal que mantiene bajo alimentación asistida la economía del país.

El secretario de Estado español para Iberoamérica, Fernando García Casas, ha insistido en que la salida de la crisis venezolana pasa por un acuerdo regional y ha reiterado el apoyo del Gobierno de Rajoy a los esfuerzos de mediación, aunque a veces le toque tragarse el sapo de callar ante los exabruptos de Maduro.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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