Propuestas para la UE del siglo XXI
La Fundación Alternativas propone relanzar la Europa social y apuesta por el modelo de distintas velocidades en su informe sobre el estado de la unión
El último año que ha vivido la Unión Europea (UE) se podría calificar como el "annus horribilis" desde su fundación hace 60 años. Así comienza el último informe de la Fundación Alternativas y la Friedrich-Ebert-Stiftung sobre el Estado de la Unión Europea, presentado este jueves en Madrid. El triunfo del Brexit ha supuesto un giro de 180 grados en la historia de la UE, convirtiendo a Reino Unido en el primer Estado miembro en abandonar la institución. El bloque afronta ahora el arduo reto de negociar la desconexión del Reino Unido en medio de otros grandes desafíos estratégicos, como la reformulación de las relaciones con los Estados Unidos de Trump, la gestión de los flujos migratorios o la incesante crisis griega. “No podemos perder dos años en negociaciones con Reino Unido”, ha advertido el vicepresidente de la fundación, Nicolás Sartorious.
La victoria del centrista, liberal y europeísta Emmanuel Macron en Francia frente a la ultraderechista Marine Le Pen abre una nueva ventana de oportunidad para el proyecto europeo. Después de que candidatos filoeuropeos frenaran a sus adversarios nacionalistas también en Austria y en Holanda, la UE disfruta ahora de vientos más favorables, pero necesita un proyecto común renovado que aleje de forma más sólida el espectro de la desintegración.
“La UE tiene que pasar de la austeridad a palo seco a la inversión”, afirma Diego López Garrido, director del informe y ex secretario de Estado para la UE. El proyecto común que propone Fundación Alternativas, un think tank con tendencia progresista, se centra en tres grandes desafíos: la gestión de la crisis económica, la lucha contra desigualdad social y un incremento del margen de acción de las instituciones europeas, reforzando democráticamente la capacidad de actuación del Parlamento Europeo. “No es posible que unos tengamos tantas deudas y otros tan pocas” ha dicho el exdiputado de IU Nicolás Sartorius durante la presentación del informe este jueves en el Congreso de los Diputados. Para aumentar la inversión, la Fundación propone una reforma fiscal y tributaria que incluya mayores impuestos a los que más tienen y la lucha contra los paraísos fiscales.
Europa no ha recuperado ni la renta per cápita ni la tasa de paro desde que estallara Lehman Brothers hace ya casi diez años. En el informe, titulado Estado de la Unión Europea: Relanzar Europa se propone un nuevo contrato social europeo. La crisis económica ha provocado crisis presupuestarias estatales. El endeudamiento de los Estados, familias e instituciones ha hecho que el futuro político de la UE se tambalee ya que la gestión económica se haya dejado en mano de los Estados.
Los partidos tradicionales han llevado a cabo recortes sociales que han menoscabado de forma significativa su popularidad. El socialismo europeo pasa por una seria crisis. El PS francés se enfrenta al abismo. Este miércoles Manuel Valls afirmó que su partido, en el que perdió las primarias hace solo unos meses, está muerto. Los conservadores franceses también quedaron descalificados en la primera vuelta de la carrera al Elíseo. Esto ha llevado a un 34% de los franceses a abrazarse al populismo del Frente Nacional. Pero para Europa no todo está perdido. “Cuando los partidos conservadores y socialistas caen, el europeísmo encuentra sus vías”, ha dicho López Garrido en referencia a la victoria de Macron, el único candidato abiertamente europeísta de las elecciones presidenciales en Francia.
La política económica de la eurozona es heterogénea, por lo que existe una brecha cada vez mayor en los déficits y superávits de los Estados miembros. López Garrido define la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) como "oscura e inadecuada" y el pacto fiscal como un coste que no aporta ningún beneficio. Para Sartorius la solución de una Europa a distintas velocidades recogida en el Libro Blanco, es una buena opción. “No creo que podamos avanzar los 27 a la vez y a la misma velocidad. No se trata de una Europa a la carta”, ha afirmado.
La Europa social se ha doblegado a los intereses liberales detrás de los procesos de flexibilización que se iniciaron desde el comienzo de la crisis económica. Por ello se ha debilitado el sistema del bienestar de los Estados, los salarios se han reducido y, por consecuencia, ha aumentado el malestar social.
Ante todos estos retos, el think thank propone más Europa y más democracia. El paisaje de la UE se está transformando a base de miedo. La crisis de los refugiados ha provocado una expansión de los movimientos populistas como el Frente Nacional en Francia o los Gobiernos de extrema derecha en Hungría y Polonia que basan sus propuestas políticas en una vuelta al pasado, a los Estados-nación y al proteccionismo. Esto sumado a los ataques yihadistas que se han sucedido en las grandes ciudades europeas -París, Londres, Berlín, Estocolmo— ha hecho crecer al populismo. Una parte de la población ha dejado de creer en los partidos tradicionales y busca en los extremismos una solución mágica que no va a llegar. La Fundación Alternativas señala la necesidad de recuperar las instituciones nacionales y europeas de democracia representativa.
Con la publicación del ‘Libro Blanco sobre el futuro de la UE’ a principios de marzo la institución hizo un ejercicio de autocrítica profunda por primera vez en su historia. La activación del artículo 50 del tratado de Lisboa para el comienzo del divorcio de Reino Unido con la UE, dejó cinco posibles escenarios para el futuro de la Unión.
“Reino Unido era un obstáculo para la UE. No me gusta que se vayan pero ahora podemos avanzar más”, ha afirmado Sartorius. Según el think tank, tanto el Brexit como el freno que le ha puesto al populismo, primero en Holanda y ahora Francia, son oportunidades no para reinventar la UE sino para relanzarla. Ese relanzamiento consiste en conservar lo que se ha hecho bien, como el espacio Schengen y el tratado de libre circulación pero reformando la política fiscal, social y de asilo. Pese a la crisis económica, la de refugiados y la salida de Reino Unido, no todo se ha terminado para Europa. Sartorius concluye: “Cumplir 60 años no está mal para la vida de una persona pero no es suficiente para un continente”.
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