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Alain Minc: “Macron ha inventado el populismo ‘mainstream”

Entrevista con el veterano ensayista y directivo francés, que fue uno de los mentores del nuevo presidente de Francia

Marc Bassets
Alain Minc, en febrero de 2017.
Alain Minc, en febrero de 2017.Lionel Bonaventure (AFP/Getty Images)

No se entiende la vida política y económica francesa de las últimas cuatro décadas sin Alain Minc (París, 1949). Intelectual, economista, directivo empresarial y consejero de príncipes republicanos, también es fundamental en la vida del nuevo presidente francés, Emmanuel Macron, un mentor que le aconsejó desde sus primeros pasos profesionales.

Minc —miembro de los consejos de administración de CaixaBank y de Prisa, la empresa editora de EL PAÍS— recuerda en esta entrevista telefónica su primer encuentro con Macron, hace unos 15 años. "Me hizo la clásica visita del joven inspector de Finanzas al viejo inspector de Finanzas", dice. "Siempre les hago la misma pregunta cuando vienen por primera vez: “¿Qué será usted dentro de 30 años?” Es la primera pregunta. Y él me respondió: “Seré presidente de la República”. Le dije, entonces se trataba de usted: “Usted comienza mal nuestra discusión”. Hace poco le dije: “En el fondo, me contestaste mal, me habrías tenido que decir: ‘Dentro de treinta años seré expresidente de la República”.

Pregunta. ¿Vio algo especial en él?

Respuesta. Es alguien que seduce a los viejos. Lo encontré muy inteligente, con un encanto extremo. Es un oxímoron: un Giscard en simpático [el expresidente Valéry Giscard D'Estaing]. Lo que no medí bien fue su audacia y atrevimiento. Esto lo vi crecer con el tiempo: a medida que era más audaz, aumentaba su suerte. Realmente tiene lo que Napoléon quería de sus generales: talento y suerte.

Es la victoria de Europa y de un europeo, como puede serlo la gente de la generación Erasmus

P. Usted le aconsejó hace poco presentarse a la presidencia en 2022, no ahora.

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R. Durante todos estos años yo le acompañaba, en cada una de estas etapas, como un viejo tío, o un hermano mayor. Él me hablaba de sus proyectos. Yo le dije: “Vas demasiado rápido, esto no funcionará, busca una base política local y prepara 2022”. Y él me respondió: “Te equivocas. Me describes el mundo de ayer. El sistema se ha descompuesto y caerá. Hay que recogerlo”. Reconozco que él tenía razón”.

P. ¿Qué entendió Emmanuel Macron que otros no entendieron?

R. Lo principal para nosotros, como europeos, es que esto es la victoria de Europa y de un europeo. Él es visceralmente europeo, pero lo es como puede serlo la gente de la generación Erasmus, aunque él no haya hecho un Erasmus. No es la Europa como construcción intelectual de mi generación o de la anterior. Para él es la Europa natural. En el plano internacional no europeo, regresa a la concepción que expresó el general De Gaulle por medio de esta expresión, que me parece formidable. De Gaulle decía: “Europa es la palanca de Arquímedes de Francia”. Es decir, lo que logra levantar un peso inmenso poniendo la palanca en un lugar preciso. En el plano interior entendió algo que ya figuraba en su diagnóstico de lanzarse ahora y no esperar a 2022. Y es que, viviendo en el interior del sistema político, consideró que este sistema político estaba completamente descompuesto. Después, hay que tener en cuenta que tiene cuatro oportunidades fundamentales. Si [el ex primer ministro Alain] Juppé gana las primarias de la derecha, no hay Macron. Si [el presidente François] Hollande se presenta, es muy complicado. Si [Manuel] Valls gana las primarias de la izquierda, es muy complicado. Y si [François] Fillon no se mata a sí mismo, es muy complicado.

Si Ciudadanos tuviese un líder 'à la Macron', lo mismo se habría podido producir en España

P. Se diría que en el año del populismo, del Brexit, de Trump, presentarse como europeísta, liberal y además siendo exbanquero no era la mejor fórmula.

R. Tenía todos los ingredientes para ser derrotado. Pero hay dos países en Francia. Hay una Francia abierta al mundo y hay una Francia que tiene miedo. Debido a Trump y al Brexit pensábamos que la Francia que tiene miedo era dominante. No lo es. Es verdad que en el contexto del ruido mediático, del discurso dominante que dice "la ola populista va a hacer caer país tras país", lo que ha ocurrido es un enorme freno a todo esto. Y tendrá consecuencias en otros países. Es una ayuda formidable para Matteo Renzi en Italia. Permitirá a la canciller hacer una campaña muy proeuropea. Es una noticia muy mala para la señora Theresa May, porque una Francia mano a mano con Alemania hará muy difícil el Brexit.

P. ¿Qué lecciones se pueden sacar de la fórmula Macron para derrotar el populismo?

¿La clave de su éxito o fracaso en cinco años? "Más Europa, menos paro, menos Frente Nacional".

R. En el fondo, si [el partido español] Ciudadanos tuviese un líder à la Macron, la misma cosa se habría podido producir en su país. ¿Qué ha inventado Macron? El populismo mainstream. Hasta ahora el populismo siempre era la expresión de un extremismo. Y los partidos tradicionales eran la expresión del mainstream. Pero puede existir un populismo mainstream: es decir, los reflejos del populismo pero con la finalidad de Europa y la economía social de mercado.

P. ¿Un populismo elitista?

R. No elitista, sino mainstream, un populismo de personas que aceptan las reglas dominantes de la modernidad. Macron es un producto de las élites, pero los que votan por Macron no son élites. Ha fabricado un populismo mainstream, pero ustedes fueron los primeros. Lo hablé con él: “Lo que tú haces es Ciudadanos, en cierta manera”. Pero [Albert] Rivera [líder de Ciudadanos] no es Macron.

P. ¿En qué sentido?

R. No tiene su talento.

P. El talento personal…

R. … cuenta. En política es decisivo. Recordemos los bellos años de González. Y es decisivo en una monarquía presidencial, aún más que en un sistema parlamentario.

No había vuelto a tener la ocasión de estar orgulloso de ser francés. Después de Zidane, Macron.

P. ¿Qué le hace pensar que Macron podrá reformar Francia cuando otros presidentes, el último Nicolas Sarkozy, llegaron prometiendo reformas liberales y al final…?

R. … no hay que olvidar que Sarkozy tuvo la crisis en su contra. Hollande nunca quiso reformar. No estoy seguro de que [el] grupo [de Macron] tenga la mayoría absoluta en la Asamblea, así que creo que deberá hacer un acuerdo al estilo de una gran coalición, y sólo un acuerdo al estilo de una gran coalición permite hacer las reformas.

P. ¿Una gran coalición con una parte de la derecha y de los socialistas?

R. No. No sé cuál será el resultado de las legislativas, pero pienso que acabará en un acuerdo entre la derecha y En Marche! No toda la derecha. La derecha se partirá. La derecha de Juppé y [el ex primer ministro] Jean-Pierre Raffarin hará un acuerdo con él.

P. ¿Cómo se medirá en cinco años el éxito o fracaso de Macron?

R. Europa será más fuerte gracias a una pareja franco-alemana que habrá arrastrado a los otros grandes países, Italia y España, y quizá un día Polonia cuando se desembarace de su régimen. La medida económica será si el paro habrá bajado. Y la medida política será si el Frente Nacional habrá bajado. Más Europa, menos paro, menos Frente Nacional. Veremos.

P. Francia, en todo caso, ya ha enviado un mensaje al mundo.

R. Desde el Mundial de 1998, no había vuelto a tener la ocasión de estar orgulloso de ser francés. Después de Zidane, Macron.

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Sobre la firma

Marc Bassets
Es corresponsal de EL PAÍS en París y antes lo fue en Washington. Se incorporó a este diario en 2014 después de haber trabajado para 'La Vanguardia' en Bruselas, Berlín, Nueva York y Washington. Es autor del libro 'Otoño americano' (editorial Elba, 2017).

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