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Los dueños de un restaurante denuncian a Trump por competencia desleal de su hotel

Los propietarios del local situado en Washington creen que no se debería mezclar el poder gubernamental con la empresa del presidente

El hotel de Trump en Washington.
El hotel de Trump en Washington.Alex Brandon (AP)

Los primeros ya se han rebelado. Khalid Pitts y Diane Gross, propietarios de un restaurante-bar de élite en el corazón de Washington, presentaron este miércoles una denuncia contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, porque consideran que su hotel de lujo supone una competencia injusta para locales como el suyo.

“Nuestros huéspedes habituales —diplomáticos, miembros de las grandes instituciones de Washington como el Banco Mundial, líderes de ONGs y abogados de prestigiosos bufetes—, ahora organizan sus eventos y cenas en el “Trump International”, el hotel del presidente, porque lo consideran una ventaja para influir en el trato que les pueda dar Trump en un futuro”, explicó Gross en el juzgado.

La defensa de Pitts y Gross, dueños de “Cork Wine Bar” alega que la posesión continuada del hotel por parte del presidente constituye una competitividad desleal.

Aunque la Casa Blanca no ha pronunciarse sobre la denuncia, Eric Trump, uno de los hijos del presidente, calificó el asunto de una “estrategia de marketing”, un afán por los dueños de publicitar su propio restaurante. “Es gente que no tiene otra cosa que hacer, así que se dedican a acosar y acosar...es ridículo”, afirmó Trump.

Pitts y Gross no solicitan ninguna recompensa por daños, simplemente el cese de las operaciones como restaurante y bar del hotel de Trump mientras este sea presidente.

El chef español José Andrés es otra persona del ámbito hostelero que mantiene una querella contra el presidente por su hotel. La confrontación comenzó en 2015 cuando el español canceló su plan de abrir el restaurante del "Trump International" tras los comentarios ofensivos del entonces candidato republicano hacia los inmigrantes mexicanos. El magnate respondió demandando diez millones de dólares al chef por ruptura del contrato. El español presentó otra querella por ocho millones de dólares en respuesta. El proceso judicial sigue sin resolverse pese a que el chef ha propuesto al presidente dejarlo de lado en numerosas ocasiones.

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