Polémica por una foto de Ivanka Trump en el escritorio del presidente

Se puede contar con los dedos de las dos manos los presidentes que se han sentado ante el actual escritorio del Despacho Oval: John F. Kennedy, Jimmy Carter, Ronald Reagan, Bill Clinton, George W. Bush, Barack Obama y ahora, Donald Trump. Añadan a Ivanka Trump, que, ajena al peso histórico del mobiliario, ha publicado en su cuenta de la red social Instagram una foto de sí misma sentada ante esa egregia mesa flanqueada por su padre y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, con un simpático y alegre texto: "Una gran discusión con dos líderes mundiales sobre la importancia de que las mujeres también se sienten a la mesa".

El problema para Ivanka Trump es que esa mesa es la que, desde 1961 han empleado todos los presidentes excepto Lyndon Johnson, Richard Nixon, Gerald Ford y George H. W. Bush. Tal es su importancia que tiene hasta nombre: el escritorio Resolute, en honor al barco del que salió su madera, el HMS Resolute, fabricado en 1879. Llevaba décadas en la Casa Blanca hasta que Jackie Kennedy lo encontró y lo llevó al Despacho Oval tras restaurarlo. 

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Ante ese tablero se han tomado decisiones que han cambiado la historia de la humanidad y se han mantenido conversaciones que han llevado incluso a guerras. De ahí la polémica de que ante él se coloque una mujer de 35 años que no ha sido elegida en ningunas elecciones y que está actuando de primera dama en funciones mientras su madrastra, Melania Trump, formaliza su mudanza de Nueva York a Washington. 

Hasta la fecha, pocas personas que no fueran presidentes se habían dejado fotografiar en ese mismo lugar. Por lo general menores de edad, como hijos de presidentes, o niños que visitaban la Casa Blanca, como, Robby Novak, apodado "El niño presidente" por su vocación política y su precocidad. En una visita a Washington en 2013 Obama le dejó hacerse una foto con el teléfono en la mano. 

A diferencia de este niño, Ivanka Trump mantiene una línea de ropa y complementos bajo su nombre. Los asesores de su padre, como Kellyanne Conway, incluso han hecho publicidad de sus artículos aprovechándose del sello presidencial y el altavoz que les ofrece trabajar en la Casa Blanca.