La jefa de la diplomacia de la UE se reunirá el jueves con el Gobierno de Trump

La alta representante para la Política Exterior Europea, Federica Mogherini, será la primera dirigente comunitaria en visitar a la nueva Administración estadounidense. La jefa de la diplomacia viajará este miércoles a Washington para reunirse desde el jueves con altos cargos del Gobierno de Donald Trump. Uno de los principales puntos de la agenda será Oriente Próximo. Frente al respaldo tácito que ha otorgado estos días Estados Unidos a la política de asentamientos israelíes, Mogherini trasladará a los gobernantes estadounidenses la postura clásica europea: la construcción de dos Estados (el israelí y el palestino) como solución al conflicto y el rechazo a la expansión de las colonias judías.

Aunque la agenda no está del todo cerrada, fuentes próximas a Mogherini aseguran que habrá un encuentro con el asesor especial -y yerno- del presidente, Jared Kushner, así como con el asesor de seguridad nacional, el general Michael Flynn. La alta representante también ha solicitado entrevistarse con el secretario de Estado, Rex Tillerson, y con el de Defensa, James Mattis, pero no está claro que las citas se vayan a producir en Washington. Se prevé que ambos dirigentes viajen la próxima semana a la Conferencia de Seguridad de Múnich, que reúne a líderes de todo el mundo, y las citas con Mogherini podrían celebrarse también ahí. “El objetivo es identificar puntos comunes”, ha confiado la alta representante tras la reunión que ha mantenido este lunes con los ministros europeos de Exteriores en Bruselas.

También la Administración estadounidense hará un acercamiento a Bruselas. El vicepresidente Mike Pence visitará Bruselas el próximo 20 de febrero, según fuentes diplomáticas. Las citas se producen después de varias llamadas de atención europeas sobre los inquietantes inicios de la Administración de Donald Trump. El más explícito fue el presidente del Consejo Europeo -representa a los Estados miembros-, Donald Tusk, que incluyó a Estados Unidos como una de las “amenazas exteriores” de la UE. También los jefes de Estado y de Gobierno mostraron preocupación la semana pasada en Malta. El perfil más bajo lo ha adoptado hasta ahora la Comisión Europea, probablemente intentando que no se frustraran los encuentros de Mogherini con los representantes estadounidenses.

Pese a que la dirigente comunitaria llevará a Washington el mensaje claro de los dos Estados como solución al conflicto entre Israel y Palestina, el cambio de posición estadounidense en esta materia también impacta en Bruselas. Mogherini había impulsado estos días una reunión inminente del Consejo de Asociación entre la UE e Israel -un foro de cooperación con las autoridades de ese país que llevaba cinco años congelado- para impulsar el diálogo con el Gobierno de Netanyahu. Pero el malestar de algunos Estados miembros (entre ellos Francia, Suecia y Bélgica), que lo veían prematuro, y las protestas palestinas han obligado a posponerlo. Frente al intento de fijar una cita para finales de febrero, los Estados han acordado empezar a trabajar para convocarlo, sin fecha definida. Al mismo tiempo, se buscará un diálogo similar con las autoridades palestinas, según ha confirmado el ministro español de Exteriores, Alfonso Dastis, “para trasladar a las dos partes cuál es la postura de la UE”.