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El español en EE UU: un futuro prometedor, pero con matices

En 2050 el país será el primero del mundo en número de hispanohablantes, aunque las nuevas generaciones de hispanos van perdiendo el idioma

José Manuel Abad Liñán
Mercado central de Los Ángeles (California), en el que se alternan los letreros en inglés y en español.
Mercado central de Los Ángeles (California), en el que se alternan los letreros en inglés y en español.Cristóbal Manuel

Para conocer la situación del español en EE UU hay que empezar distinguiendo entre hispano e hispanohablante. La población hispana está compuesta por unos 53 millones de personas, pero no hay cifras oficiales recientes de cuántas personas hablan español (ni de hasta qué punto lo dominan y lo usan) en un país en el que el inglés es preponderante.

Según el centro de estudios Pew Research Center, en 2011 había 37,6 millones de hispanohablantes en EE UU, una cifra que sube a 42,5 millones para el Instituto Cervantes, en datos publicados en 2016. A una cantidad u otra hay que sumar casi 15 millones que cuentan con algún conocimiento de la lengua.  

El español crece en Estados Unidos hasta el punto de que, según algunas proyecciones, en 2050 se convertirá en la nación con más hispanohablantes del mundo. Pero la historia estadounidense acredita al país como un verdadero cementerio de lenguas. ¿Qué queda de los idiomas de los nativos americanos, del italiano que se hablaba en Nueva York, el francés de Nueva Orléans o el polaco de Chicago? Se perdieron, no perduraron más allá de las segundas y terceras generaciones de inmigrantes. La situación del español es más prometedora, aunque con matices.

Crece el dominio del inglés entre los hispanos (el 62% lo habla) al tiempo que el bilingüismo decae en las sucesivas generacionesFrente a un 82% de hispanos que mantienen el español en la segunda generación, en la tercera ya solo lo habla el 47%. A pesar de todo, entre los hispanos la minoría bilingüe es mayor de lo que lo fueron en su momento las minorías de alemanes, franceses o italianos que desembarcaron en el Nuevo Mundo.

El porcentaje de hispanos que hablan español en su casa ha ido decreciendo, pero en términos absolutos, por el aumento de la población hispana, son cada vez más los hogares donde se mantiene el castellano como lengua de comunicación habitual.

Inglés y español parecen condenados a coexistir. Según el sociolingüista Francisco Moreno, colaborador del Observatorio de la Lengua Española, los hispanos consultan cada vez más las noticias en inglés, aunque también es cierto que en julio de 2013 y 2014 Univision en español volvió a ser la primera cadena de EE UU, por encima de CBS, ABC, NBC y FOX. La televisión es un vehículo esencial para la fuerza del idioma: el impacto de los anuncios en inglés aumenta un 30% entre la comunidad hispana una vez que estos se emiten también en español.

También se detecta un caso singular, el de los hispanos que quieren recuperar el idioma de sus ancestros. “Ese fenómeno no está medido, pero en entrevistas sí hemos detectado un fenómeno relacionado”, apunta José Antonio Alonso, coautor del informe El futuro del español en Estados Unidos: La lengua en las comunidades de migrantes hispanos. Sí hay datos de la importancia que los hispanos conceden a su idioma de origen. El 95% cree que es “muy importante” o “bastante importante” que las próximas generaciones sigan hablando español. EE UU es, además, el primer país en estudiantes del español como lengua extranjera.

La mejora de la percepción de quienes hablan español por la sociedad estadounidense siembra esperanzas. Un estudio de 1990 establecía que una persona que hablara español e inglés cobraba menos que un monolingüe en inglés. En el año 2000 se repitió y ya se detectó lo contrario en algunos sectores económicos. Hoy, con un poder adquisitivo mayor que el de otras minorías y una movilidad social creciente, lo que antes era un estigma se convierte en activo laboral y económico. "La movilidad sociológica ascendiente es muy importante para entender qué pasará en los próximos años. Obviamente hay un factor con el que no podemos construir ensoñaciones: el sistema educativo es homogeneizador y hace que la lengua imperante, el inglés, termine imponiéndose en las familias", apunta Alonso. "La batalla no es que los latinos hablen solo español, sino que se preserve el idioma y además se aprenda inglés lo mejor posible".

No todos los Estados son iguales

La situación del español y de su aceptación es muy variable de unos Estados a otros, aunque no existen datos recientes de la distribución de hispanohablantes. Para el experto José Antonio Alonso, "hay Estados con políticos más agresivos, como Arizona, con campañas xenófobas, y otros mucho más abiertos, como California, con una posición mucho más integradora, que han permitido escuelas con bilingüismo, que se preserve el español y que haya profesores en lengua española. Otro caso singular es el de Nueva York, una cosmópolis enormemente tolerante".

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Sobre la firma

José Manuel Abad Liñán
Es redactor de la sección de España de EL PAÍS. Antes formó parte del Equipo de Datos y de la sección de Ciencia y Tecnología. Estudió periodismo en las universidades de Sevilla y Roskilde (Dinamarca), periodismo científico en el CSIC y humanidades en la Universidad Lumière Lyon-2 (Francia).

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