Los demócratas agitan el fantasma ruso ante el golpe del FBI contra Clinton
Arrecian las críticas de “doble estándar” contra el director James Comey
Nerviosos ante el potencial impacto de la noticia de que el FBI investiga nuevos correos electrónicos vinculados a Hillary Clinton, los demócratas han vuelto a agitar el fantasma ruso y su posible conexión con Donald Trump. El objetivo es arrancarle al director del FBI, James Comey, alguna declaración que les sirva para decir que también el candidato republicano está bajo la lupa en relación con un Moscú que ya ha sido señalado oficialmente como el responsable de ciberataques para “interferir” en el proceso electoral.
“Ya que están publicando información sobre candidatos presidenciales, que saquen todo lo que tienen de Trump. Publiquen la información sobre sus conexiones con los rusos”, reclamó el jefe de campaña de Clinton, Robby Mook, este martes en la cadena CNN.
El FBI abrió una investigación preliminar sobre presuntos tratos “cuestionables” de Trump o de su entorno con individuos o empresas rusas, pero no encontró pruebas que ameritasen una investigación formal, según Reuters.
Pero el argumento demócrata es que tampoco en el caso de Clinton se trata aún siquiera de una investigación preliminar, pero que pese a ello, Comey decidió hacer pública su decisión el pasado viernes, a poco más de una semana de la cita ante las urnas.
“Solo queremos que sea justo. (Comey) pensó que estaba bien que el FBI enviara una carta al Congreso sobre información que ni siquiera había revisado y decir ‘hey, tenemos alguna información’”, criticó Mook, para quien el jefe del FBI “sabía que se filtraría la carta y que habría titulares falsos”.
Además, recordó que el director del FBI declinó en septiembre, en una comparecencia en el Congreso, responder a una pregunta sobre si existía una investigación sobre el entorno de Trump.
“Comey se sintió obligado a anunciar que el FBI tenía alguna información que ni siquiera había mirado pero no quiere revelar conexiones con Rusia”, acusó Mook.
El jefe de campaña de Clinton hizo referencia también a informaciones publicadas en las últimas horas en varios medios estadounidenses sobre presuntos vínculos oscuros del candidato republicano y su entorno con Rusia. La revista Slate informó de aparentes intentos de conexión entre un servidor de correo electrónico de la Organización Trump y ordenadores de un banco ruso, el Alfa Bank de Moscú. La cadena NBC dijo que el FBI abrió una investigación preliminar sobre Paul Manafort, el exjefe de campaña de Trump que fue oficialmente apartado del círculo más cercano del candidato republicano después de que se conociera que mantuvo presuntamente vínculos con el gobierno prorruso de Ucrania.
Aunque las alegaciones no han sido probadas o confirmadas oficialmente, esto no ha impedido que los demócratas sigan tirando de ese hilo.
“Un gobierno extranjero hostil está inmiscuyéndose en nuestras elecciones. En el último día, han surgido nuevas informaciones que vinculan al nominado republicano a la presidencia con Rusia a través de su antiguo jefe de campaña (Paul Manafort), a través de un servidor privado ligado a un banco ruso e incluso mediante la influencia directa de ese gobierno sobre el propio candidato”, dijo también este martes el congresista demócrata, Eliot Engel.
“¿Sabemos si esas acusaciones están siendo investigadas? Por supuesto que no. Aparentemente, el director del FBI piensa que discutir la investigación sobre la interferencia de un gobierno extranjero en nuestras elecciones podría influir de forma injusta en los votantes”, criticó Engel. El líder demócrata en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes acusó a Comey de mantener un “asombroso doble estándar” y le exigió que explique “por qué decidió retener información sobre la interferencia rusa a la par que alentó de nuevo la histeria de los correos electrónicos sin verificación alguna”.
A comienzos de octubre, la oficina del director de la Oficina de Inteligencia Nacional, James Clapper, y el Departamento de Seguridad Nacional emitieron un comunicado conjunto afirmando que consideran seguro que Moscú ha intentado “interferir en el proceso electoral” que culmina la semana que viene.
“La comunidad de inteligencia de EE UU se siente segura de que el Gobierno ruso ordenó comprometer los correos electrónicos de ciudadanos e instituciones estadounidenses, incluidos los de organizaciones políticas estadounidenses”, señalaron los máximos responsables de inteligencia en un escrito que no llevaba sin embargo la firma de Comey, tal como destacan ahora algunos analistas.
Horas después de que se hiciera pública la acusación de Washington, la plataforma WikiLeaks empezó a filtrar miles de correos electrónicos de John Podesta, el jefe de campaña de Clinton, que desde entonces han producido numeroso material de ataque para la campaña republicana.
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