Así se elige al presidente de Estados Unidos
Este es el proceso de votación indirecta que decidirá quién es el próximo inquilino de la Casa Blanca
Hasta el próximo 8 de noviembre, el Colegio Electoral va a ser casi tan protagonista como los dos candidatos a la presidencia en 2016. Esas dos palabras, sin embargo, corresponden a uno de los procesos más complejos y misteriosos del sistema electoral norteamericano. Estas son las claves para entender cómo funciona, cómo influye en el resultado de las elecciones y cómo crea los llamados “battleground states”, los Estados que pueden determinar quién sustituirá a Barack Obama en la Casa Blanca.
Un proceso de elección indirecta
La democracia estadounidense funciona a partir de una votación indirecta: los ciudadanos no eligen directamente a su presidente sino que indican a los votantes del Colegio Electoral a quién deben votar. Además, el recuento de votos no se hace a escala nacional sino Estado por Estado. El ganador del voto popular en cada Estado se lleva todos los votos electorales de ese Estado. El vencedor de las elecciones es el que sume la mayoría de votos electorales.
¿Qué es el Colegio Electoral?
No es un ‘colegio’ sino un grupo —college, en inglés— de electores, votantes selectos de cada uno de los 50 Estados y el Distrito de Columbia que comprometen su voto al resultado de la votación popular a favor de una de las candidaturas a presidente y vicepresidente.
Es decir, si la mayoría del voto popular de California, por ejemplo, es favorable a Hillary Clinton, ella podrá sumar todos los votos electorales de ese Estado. La única excepción a este proceso son Maine y Nebraska, que pueden dividir sus electores entre los candidatos ganadores a nivel Estatal y en los distritos individuales.
Los electores son seleccionados por los partidos políticos en cada Estado y cada candidato tiene su propio grupo. Los electores del aspirante que gane el voto popular son los que después emiten el voto definitivo a su favor en el Colegio Electoral.
¿Cuantos electores hay?
538. La cifra es la suma de los 100 senadores, 435 miembros de la Cámara de Representantes y tres legisladores más que corresponden al Distrito de Columbia.
Cada Estado cuenta con un número de electores asignado según una complicada fórmula que tiene en cuenta su número de residentes y su peso con respecto a la población de todo el país. El número de electores corresponde al número de distritos electorales —que también es el número de legisladores en la Cámara de Representantes por ese Estado—, más dos senadores. Los que más votos electorales tienen son California (55), Texas (38), Nueva York (29), Florida(29), Pennsylvania (20) y Ohio (18).
El ganador de las elecciones debe superar el umbral de los 270 votos electorales.
¿Quiénes son los electores?
Son elegidos por los partidos políticos en las convenciones estatales y cada Estado tiene sus propias reglas, requisitos y obligaciones. Suelen ser legisladores o trabajadores de las Administraciones estatales, líderes del partido o personas cercanas a los candidatos presidenciales.
La diferencia entre los Estados ha creado la figura del “elector desleal”. 29 Estados cuentan con leyes que exige a los votantes electorales respetar la decisión de los ciudadanos, pero el resto no. A pesar de que es común que sigan el dictamen popular, electores “desleales” han cambiado en ocasiones su voto por el de otro candidato.
Celebración del voto del colegio electoral de Rhode Island en 2012.
El Colegio Electoral vota el lunes siguiente al segundo miércoles de diciembre (el día 19, en 2016) y el recuento lo anuncia el Presidente del Senado ante las dos Cámaras del Congreso el 6 de Enero de 2017. El presidente será investido el día 20 de ese mes en Washington.
¿Se puede ganar el voto popular y perder las elecciones?
Sí.
Ha ocurrido cuatro veces, la última de ellas en 2000, cuando Al Gore obtuvo la mayoría de los votos de los ciudadanos pero como George W. Bush venció en Florida, acabó sumando más votos electorales y se convirtió por tanto en presidente de Estados Unidos. Los otros candidatos derrotados por el voto del Colegio Electoral fueron Andrew Jackson, Samuel Tilden y Grover Cleveland.
¿Por qué hay Estados decisivos?
Son los Estados “battleground”, aunque también leerá estos días referencias a “swing states”. Son las circunscripciones que pueden ayudar a decidir el resultado por una combinación de peso de población y mayor número de votos electorales, junto con el hecho de que suelen cambiar de inclinación demócrata o republicana de unas elecciones a otras.
En 2016, prestaremos especial atención a Florida, Carolina del Norte, Virginia, Ohio, Pensilvania, Colorado, Georgia, Iowa, Minnesota, Maine y Nevada.
¿Por qué se eligió este proceso?
Los expertos mencionan dos razones. La primera responde al temor de los Padres Fundadores a que los ciudadanos no tuvieran buen juicio a la hora de elegir a su presidente y se dejaran influir por un candidato que no quisiera proteger los intereses de la nación. La segunda tiene raíz en la idea fundacional de Estados Unidos y que garantiza que los Estados tengan su propia voz en las elecciones. Así surgió en 1787 el compromiso de equilibrar el voto ciudadano con otro institucional a través del Colegio Electoral, que fundamentalmente reconoce la participación de los Estados en el proceso. El método fue ratificado por la Duodécima Enmienda de la Constitución en 1804.
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