Los trabajadores en precario mantienen la presión para aumentar el salario mínimo
Varios centenares de militantes de 'Fight for $15' se manifestarán el domingo frente a la universidad donde tendrá lugar el primer debate entre los dos candidatos
Mientras que la campaña presidencial estadounidense entra en su recta final Fight for $15 mantiene la presión sobre los candidatos. Este movimiento social, considerado el más importante de la historia de los Estados Unidos, exige desde 2013 la implantación de un salario mínimo de 15 dólares por hora y el derecho a integrarse en sindicatos sin riesgo de represalias. El próximo domingo, centenares de trabajadores empobrecidos se manifestarán ante la Universidad de Hofstra, donde tendrá lugar el primer debate presidencial entre el republicano Donald Trump y su oponente demócrata Hillary Clinton.
A los militantes de Nueva York se sumarán los de Connecticut, Filadelfia y Massachussetts. Ashley Casey, empleada en un restaurante de comida rápida en Saint Louis, Misuri, y miembro del comité organizador de Fight for $15, también participará. "No queremos hacernos ricos, solo queremos vivir dignamente y no tener que seguir pidiendo préstamos para pagar la luz", comenta.
En Saint Louis, Ashley compagina dos empleos en la restauración rápida. "A veces trabajo entre 35 y 40 horas a la semana, para acabar con 900 dólares al mes", nos explica. "Pero vamos a cambiar esta situación. Hemos descubierto que juntos somos lo bastante fuertes para exigir que las multinacionales empiecen a respetar a sus empleados.”
Con Fight for $15 muchos empleados precarios han vuelto a integrar el movimiento sindicalista. De hecho, la poderosa Unión Internacional de Empleados del Sector Servicios (SEIU), sindicato que representa a unos 2,2 millones de trabajadores, los ampara y finanza. En los Estados Unidos, 65 millones de personas trabajan por menos de 15 dólares la hora, según el cálculo de Kendall Fells, coordinador nacional de Fight for $15. El salario mínimo actual está establecido en 7,25 dólares, pero en algunas profesiones, como la restauración, donde se ganan propinas, puede ser inferior.
Al inicio de la campaña, el movimiento apoyaba al demócrata Bernie Sanders, quien les ha apoyado en su reivindicación desde siempre.
Desde las primarias, el movimiento tiene tendencia a dar su apoyo a Clinton, pero esta es una opción por defecto. La candidata propone pasar a 12 dólares la hora, dejado que los Estados decidan si quieren subir el listón. Donald Trump consideraba, cuando inició la campaña, que los salarios eran "demasiado altos". No obstante, fuentes cercanas aseguran que el republicano apoyaría el aumento del salario mínimo a 10 dólares, pero que esta iniciativa debería partir de los Estados.
Algunos Estados ya han dado un paso al frente en sus legislaciones al respecto, de la mano de algunas personalidades políticas, como Nueva York, gobernado por el demócrata Andrew Cuomo. En abril de 2015, Nueva York y California ratificaron una ley que aumentará gradualmente el salario mínimo, hasta llegar a los 15 dólares en 2018.
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