El régimen de El Asad y los rebeldes respetan el inicio del alto el fuego
El Observatorio de los Derechos Humanos confirma el cese de hostilidades en el primer día
El alto el fuego fraguado por la comunidad internacional en Siria sigue siendo respetado este martes, en su primera jornada de vigencia, según los informes sobre el terreno de la ONG Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. Desde el atardecer del lunes, cuando comenzó el cese de hostilidades, apenas se han registrado incidentes en torno a Alepo, en Hama (también al norte del país) y en Guta Oriental, en la periferia de Damasco, en los que el Observatorio no ha contabilizado ninguna víctima mortal.
Los ciudadanos sirios comienzan a celebrar en las calles el Eid el Adha, la fiesta islámica de sacrificio, sin el sobrevuelo de bombarderos, disparos de artillería ni tiros de fusil. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, que junto al ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, pactó la tregua el sábado en Ginebra, advirtió la noche del lunes que “esta puede ser la última oportunidad para salvar la paz en Siria”. Al contrario que el régimen del presidente Bachar el Asad —que anunció la detención de las operaciones militares hasta el día 18–, la oposición no ha hecho público su compromiso con el cese de hostilidades, aunque ambas partes están respetando de hecho.
El Observatorio para los Derechos Humanos ha elevado ya a 300.000 la cifra de muertos en cinco años y medio de guerra civil, que han provocado el desplazamiento de sus hogares de más de 10 millones de sirios, la mitad de su población. La presencia de fuerzas de distintos países y el respaldo de aliados externos a los contendientes ha contribuido a internacionalizar el conflicto, además de la presión de millones de refugiados en Estados vecinos u occidentales, y del terror de los atentados yihadistas teledirigidos desde bases en Siria contra varios países.
Naciones Unidas se prepara para auxiliar a la población que ha permanecido sitiada por los combates, sobre todo a los barrios del este de Alepo bajo control insurgente, donde viven más de 250.000 personas. Fuentes militares en Moscú aseguraron a France Presse que soldados rusos se habían desplegado en la carretera Castelo, la principal vía de acceso a los distritos rebeldes, para supervisar el alto el fuego. Testigos citados por Reuters aseguraron que un convoy de camiones turcos con ayuda humanitaria ha atravesado este martes el puesto fronterizo de Cilvegozu.
Este es la segunda tregua aprobada por rusos y estadounidenses en lo que va de un año. La primera se mantuvo con sobresaltos durante algo más en mes a partir del 27 de febrero antes de saltar en pedazos por las violaciones generalizadas del cese de hostilidades. El mediador de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, confía en poder reanudar en octubre las negociaciones de paz rotas la pasada primavera en Ginebra.
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