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Tribuna
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Canciller iraní en América Latina: Visita Problemática

Irán es uno de los principales violadores de derechos humanos en el mundo

La visita actual del Canciller de Irán Mohammad Javad Zarif a seis países de América Latina genera preocupación entre quienes valoramos la paz, la democracia y el respeto por los derechos humanos.

Zarif aterrizó en Cuba el domingo 21 de agosto, acompañado por una delegación de más de 60 funcionarios y empresarios. Después de visitar Nicaragua ayer, las siguientes etapas de su gira incluyen Ecuador, Chile, Bolivia y Venezuela.

Si bien el diplomático dijo que el motivo de su viaje es fortalecer las relaciones económicas y políticas con estos países, su segundo en el Ministerio de Relaciones Exteriores, Majid Takht-Ravanchi, reveló que la verdadera intención de esta gira era “desbaratar las conspiraciones iranofóbicas de Israel”. Puesto en español simple, los mismos dirigentes iraníes afirmaron estar preocupados por la mejoría que se ha visto en los últimos meses en las relaciones entre Israel y varios países tales como Argentina, Brasil, Uruguay, Perú y otros, e intentan generar un ambiente hostil en contra del Estado judío y a veces por extensión contra comunidades judías de la región.

Irán es uno de los principales violadores de derechos humanos en el mundo

El acuerdo nuclear firmado entre Irán y las potencias resultó en el levantamiento de varias de las sanciones económicas impuestas a la República Islámica. Algunos países –incluidos varios de América Latina- quieren aprovechar las oportunidades que presenta esta coyuntura para cerrar acuerdos comerciales con Teherán. El problema es que antes de apurarse a normalizar las relaciones con Irán, los países latinoamericanos deberían primero exigir a cambio que Irán modifique radicalmente sus políticas y conductas.

Irán ha sido acusado por la justicia argentina de haber planificado el atentado a la mutual judía AMIA en 1994, en el que 85 personas murieron y cientos resultaron heridas. INTERPOL emitió pedidos de captura internacional de 5 altos funcionarios iraníes por este hecho, uno de los peores ataques terroristas en la historia de América Latina. Dicho ataque fue ejecutado por Hezbolá, la guerrilla terrorista libanesa establecida y financiada por Irán. Según la DEA, Hezbolá cuenta con extensas redes en América del Sur dedicadas al tráfico de drogas, lavado de dinero, contrabando y otros negocios ilícitos, utilizados para financiar la actividad terrorista del grupo.

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Mediante su apoyo a Hezbolá y otros grupos radicales armados, Irán promueve el terrorismo, la desestabilización y las guerras en Medio Oriente y en el exterior. Teherán continúa desarrollando misiles de largo alcance y ha llamado en numerosas ocasiones a la destrucción del Estado de Israel, un miembro de la comunidad de naciones. A su vez, Irán es uno de los principales aliados políticos y militares del dictador sirio Bashar El Assad, responsable de la muerte de más de 200.000 personas y millones de refugiados.

Pero ante todo, Irán es uno de los principales violadores de derechos humanos en el mundo: las mujeres y minorías en aquel país son oprimidas, las ejecuciones son moneda corriente, la libertad de expresión es nula y el proceso democrático es manipulado de forma sistemática.

Esta radiografía de la República Islámica es antagónica a los valores democráticos que la mayoría de los latinoamericanos considera fundamentales. Quizás no sorprenda tanto que el Canciller Zarif visite a los miembros de ALBA, la organización de países fundada por el fallecido Presidente Hugo Chávez, dadas las coincidencias de forma y fondo que había entre éste y el expresidente iraní Mahmud Ahmadinejad. Pero sí preocupa el encuentro programado con el gobierno de Chile, un país que por su propia trayectoria histórica debería ser más sensible a cuanto tiene que ver con el respeto a los derechos humanos.

Representantes oficiales de un país con semejantes antecedentes no pueden ser bienvenidos en una América Latina donde la democracia, el respeto a la integridad de las personas y las libertades individuales son componentes esenciales de las sociedades que aspiramos a construir.

Dina Siegel Vann es Directora del Instituto Belfer para Asuntos Latinos y Latinoamericanos de AJC (American Jewish Committee). Twitter @AJCLatino 

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