Hollande exige una salida "rápida" de Gran Bretaña de la Unión Europea
El mandatario francés reclama el liderazgo de París para refundar Europa y evitar el contagio británico
París quiere liderar en la UE el terremoto causado por el Brexit con unos profundos cambios para refundar Europa."Francia tiene una responsabilidad particular porque está en el corazón de Europa, porque la ha querido y porque la ha construido. Es el país que puede arrastrar a los otros y ser garante del futuro de nuestro continente". Ha sido ese el solemne mensaje difundido desde el Elíseo por el presidente François Hollande horas después de confirmarse el resultado del referéndum británico. El mandatario quiere que la salida del Reino Unido sea "rápida".
La prioridad de Francia en estos momentos es evitar la contaminación del Brexit y aumentar "el riesgo de división", que es lo que "ahora está en juego". Es decir, eliminar la tentación de que otros países lancen procesos similares al británico. Por eso, Hollande ha asegurado que "respeta" la "dolorosa" decisión de los británicos, pero enseguida ha añadido que Gran Bretaña "ha decidido salir de la UE" y que el procedimiento para hacerlo debe ser "rápidamente aplicado". "Es la regla y las consecuencias", ha advertido.
París asume lo obvio: que el resultado de la consulta conlleva graves dificultades para la UE. Hollande y sus asesores ya habían previsto ese escenario y había comentado la posible respuesta con la canciller Angela Merkel. Este viernes, ha hablado con ella y con otros líderes europeos. El lunes, se reunirá con la canciller y el primer ministro italiano, Matteo Renzi, antes de la cumbre europea del martes y el miércoles.
Los tres, como la mayoría de mandatarios europeos, mantienen que el Brexit ha puesto más de relieve que "Europa no puede seguir como hasta ahora", una idea reiterada este viernes por Hollande y su primer ministro, Manuel Valls."Europa debe reafirmar sus valores: libertad, solidaridad y paz", ha destacado Hollande.
Como prueba del liderazgo que pretende tener en esta fase -"haré todo para que logremos un cambio profundo"-, el jefe del Estado francés avanzó varios capítulos que Europa debe abordar con urgencia: un nuevo marco de mayor colaboración en seguridad y defensa; una nueva política de inversiones; una real armonización fiscal y un refuerzo de la eurozona con una gobernanza más democrática. El flanco débil para que Hollande asuma ese liderazgo europeo lo tiene en su propia casa, donde ahora registra nuevos récords de bajísima popularidad en medio de una oleada de protestas contra sus reformas.
En los días previos al referéndum, varios ministros próximos a Hollande contaron cuál sería la posición francesa en caso de triunfo del Brexit: pedir a Londres si quiere o no negociar un tratado comercial de acceso al mercado europeo. Si lo desea, tendrá que contribuir al presupuesto comunitario, como lo hacen los suizos o los noruegos. Si no, “la salida debe ser total”. “O se está fuera o se está dentro”, declaró el pasado fin de semana el ministro de Economía Emmanuel Macron a Le Monde.
El Gobierno francés, de otro lado, quiere dejar claro que el acuerdo de cesiones excepcionales pactado en febrero con Londres no puede extenderse a otros países europeos. El ministro Macron había aludido hace unas semanas a una amenaza mucho más grave en caso de Brexit: la posibilidad de que Francia deje de controlar e impedir el paso de emigrantes hacia el Reino Unido. París y Londres firmaron en 2003 los llamados acuerdos de Touquet para una gestión conjunta de las fronteras. Ese pacto originó el campamento incontrolado de migrantes y refugiados en Calais, al que acuden quienes intentan pasar ilegalmente al Reino Unido.
Pese a estas advertencias concretas ante Londres y otros, Hollande ha prometido que Francia "seguirá trabajando con ese país amigo". Pero sobre todo, Hollande, y con más concreción Valls, ha admitido que la UE sufre ahora graves "insuficiencias" y no se puede "cerrar los ojos" ante la enorme decepción ciudadana que recorre el continente. Por eso, el presidente ha afirmado que la UE "debe ser comprendida y controlada por sus ciudadanos" y que debe estar "más atenta" a lo que ocurre en la calle, en palabras de Valls.
Hollande y Valls difundieron sus mensajes tras reunión de crisis en el palacio presidencial con varios ministros, entre ellos el titular de Finanzas, Michel Sapin. También asistió el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, el francés Pierre Moscovici.
Hollande ya anunció el mes pasado que, con independencia del resultado en el referéndum británico, la UE debe lanzar con urgencia un nuevo proyecto para su futuro. Francia quiere liderar ese proyecto con Berlín y pretende sumar a Italia, España, Bélgica, Luxemburgo… todos los que deseen una mayor convergencia económica y política.
París desea crear por fin un núcleo duro de países, empezando por los de la zona euro, para crear una Europa “más coherente y solidaria”, como ha señalado Hollande hace un mes. Prevé crear un Parlamento de la zona euro, un presupuesto propio de la moneda única y un gobierno económico para la zona. También desea lanzar políticas comunes en el terreno digital y el de la transición energética.
Francia, sobre todo, pretende lanzar la Europa de la Defensa, un proyecto tan ambicioso como poco desarrollado, entre otras razones por los constantes frenos británicos. Las amenazas externas (Oriente Próximo y norte de África) e internas (terrorismo) “no han sido nunca tan elevadas”, mantiene el Ejecutivo francés.
"Desde 2005, lo único que hemos hecho ha sido gestionar crisis sin proponer un proyecto. Hay que retomar las promesas originales del proyecto europeo: paz, prosperidad y libertad", ha declarado el ministro Macron. "Hay que reinventar Europa", afirma el ministro. "Francia está lista", ha comentado Hollande. Ese nuevo proyecto se concretaría en un nuevo Tratado de la UE.
Las únicas reacciones positivas en Francia tras conocer el resultado del referéndum británico han partido del ultraderechista Frente Nacional. De “victoria de la libertad” ha calificado el resultado la presidenta del FN, Marine Le Pen, en Twitter. “Ahora hace falta el mismo referéndum en Francia y en otros países de la UE”, ha dicho. Su vicepresidente Florian Philippot ha abogado por el Frexit. “Ahora nos toca a nosotros”.
Bruno Le Maire, dirigente del conservador Los Republicanos y candidato a las primarias del partido de Nicolas Sarkozy, ha reiterado su propuesta: convocar un referéndum en Francia, pero sobre un nuevo proyecto para Europa, no para salir de la UE. La gran mayoría de los franceses, según los sondeos, quieren seguir dentro de la UE y del euro.
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