Donald Trump alcanza la cifra de delegados necesaria para ser el candidato republicano
El empresario estadounidense suma ya 1.238 apoyos en su partido, lo que inhabilita cualquier candidatura alternativa
El empresario estadounidense Donald Trump ha alcanzado ya la cifra de delegados que le garantiza salir vencedor de la convención nacional del Partido Republicano y obtener la nominación a la Casa Blanca. Aunque esto en sí no constituye una sorpresa —pocos dudaban a estas alturas de que acabaría consiguiendo los votos suficientes— el hecho de que lo haya logrado tan pronto, sin concluir siquiera el proceso de primarias, tiene implicaciones significativas tanto en las filas conservadoras como en las demócratas, donde la principal candidata, Hillary Clinton, no puede cantar aún esa victoria.
Que Trump se haya asegurado tan pronto los respaldos prácticamente descarta, por un lado, cualquier otra candidatura alternativa de última hora, como deseaban aún algunos de los republicanos más reticentes a ver en Trump su única opción de llegar a la presidencia. Esto, además, hace que aumente la presión para que los pesos pesados del Partido Republicano, como el speaker o presidente de la Cámara Baja, Paul Ryan, den de una vez un apoyo público inequívoco al candidato republicano, algo que hasta ahora han esquivado.
El magnate neoyorquino necesitaba al menos 1.237 delegados a su favor en la cita en Cleveland en julio, pero según la agencia AP, ya cuenta con 1.238, gracias a que varios representantes no vinculados a ningún candidato aseguraron que le darán su apoyo en la convención del 18 al 21 de julio. Lo significativo es que Trump no ha tenido que esperar ni siquiera a las primarias clave del 7 de junio en California y otros cuatro estados, en las que, siendo ya el único aspirante en la carrera, se prevé que se hará con los 303 delegados republicanos en liza. Ahora, esos votos no harán más que consolidar su candidatura ante los escépticos entre las filas republicanas.
El polémico empresario ha dinamitado la campaña y se ha ido deshaciendo progresivamente de otros 16 aspirantes republicanos, entre ellos algunos que partían a priori con más opciones como Jeb Bush o Marco Rubio. El senador Ted Cruz y el gobernador de Ohio, John Kasich, fueron los últimos en tirar la toalla. Varios de sus antiguos rivales, como el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, o el exneurocirujano Ben Carson incluso le han dado su respaldo y le apoyan activamente en la campaña.
Así que, salvo giros de última hora que pocos se atreven ya a pronosticar, Trump será el candidato oficial del Partido Republicano en las elecciones del 8 de noviembre. Con los delegados asegurados y ningún rival interno a la vista, puede concentrarse ya en la lucha final contra el candidato demócrata. Y eso supone un problema para su más previsible rival, Clinton, puesto que ella no ha podido asegurarse aún la victoria frente al senador Bernie Sanders, con lo que tiene que atender varios frentes a la vez, puesto que Trump centra ya sus ataques en la exsecretaria de Estado.
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