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Euromitos

La web Euromyths refuta las acusaciones sobre interferencias de la UE publicadas en la prensa británica

El líder del partido UKIP, Nigel Farage, enseña este viernes en Londres un cartel con la leyenda "Queremos nuestro país de vuelta".
El líder del partido UKIP, Nigel Farage, enseña este viernes en Londres un cartel con la leyenda "Queremos nuestro país de vuelta".Jack Taylor (Getty)

¿Saben lo de que la UE iba a prohibir las gaitas? ¿Y los pepinos curvos? ¿Y que los niños hincharan globos? ¿Y eso de que van a cambiar el nombre del yogur británico, que se va a llamar "pudding de leche fermentada"? ¿Y qué me dicen de la locura de las directivas comunitarias sobre huevos, que, a juzgar por los diversos rumores desde hace años, tienen que llevar impreso el domicilio del agricultor, no se pueden vender por docenas y ya no se pueden llamar "huevos", todo por orden de la UE?

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Inventar mitos sobre Europa es una especie de afición de la prensa británica desde hace casi 30 años. La página web de la UE Euromyths, que ofrece la oportunidad de refutar las acusaciones sobre interferencias de Bruselas que aparecen en la prensa, contiene alrededor de 650 casos.

Muchos de ellos se basan en una pizca de verdad, una frase en un borrador o una nota al pie en una directiva que se saca de contexto y a la que se le da una importancia desorbitada. Otros son completamente falsos de principio a fin. En general, sirven de apoyo a la idea de que Bruselas no es más que un puñado de pedantes entrometidos, burócratas y sin sentido del humor, decididos a prohibir o cambiar todo lo que nos gusta. He aquí 10 de los mejores euromitos.

Bombay mix (una mezcla de frutos secos y otros aperitivos)

En 2006, The Sun dijo que los "chiflados" de los funcionarios europeos querían cambiarle el nombre a Mumbai mix, "para que fuera políticamente correcto".

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Esta historia está totalmente inventada. El corresponsal que tenía entonces The Telegraph en Bruselas, David Rennie, logró descubrir la fuente de la noticia, que era una pequeña agencia regional de noticias en Inglaterra. El responsable le dijo que se lo había contado "un amigo en el Ministerio del Interior, que había oído hablar de ello", y, cuando Rennie insistió, la respuesta fue: "No es más que una cosa divertida para la prensa sensacionalista".

Cuánto tiene de mito: todo un paquete de Bombay mix.

Patatas fritas con sabor a coctel de gambas

Este es un tema que lleva preocupando a Boris Johnson unos 15 años. En 2002, escribió que algunas de sus "horas más felices" habían sido las dedicadas a componer "himnos salpicados de espuma y llenos de odio a la última infamia europea": la prohibición de las patatas fritas con sabor a cóctel de gambas.

Salvo que la UE nunca prohibió las patatas. Bruselas afirma que todo fue un error del gobierno británico, que se olvidó de incluir "cóctel de gambas" entre los sabores y edulcorantes utilizados en el Reino Unido para una lista que estaba elaborando la UE con el fin de armonizar los aditivos en toda Europa. Cuando se advirtió el error, el gobierno dio la información necesaria y la lista se corrigió.

Pero eso no impide el enfado de Johnson. Todavía en marzo de este año, el exalcalde de Londres mencionó "la gran guerra contra la patata frita con sabor a cóctel de gambas" como prueba del enloquecimiento de Bruselas y un motivo más para irse de la Unión.

Cuánto tiene de mito: cuatro exalcaldes furibundos.

Las 26.911 palabras de la normativa sobre coles

"El Padre Nuestro tiene 66 palabras. Los Diez Mandamientos, 79 palabras. El discurso de Gettysburg, 272 palabras. ¿La normativa de la UE sobre la venta de col? 26.911 palabras".

Este es un euromito propio de la era de las redes sociales. Un dicho ingenioso para resumir todo lo que tiene de malo la UE en 140 caracteres (bueno, un poco más). En marzo, Rachel Johnson —la hermana de Boris— escribió en The Daily Mail que la frase le resultaba "extrañamente atractiva", a pesar de ser una "entendida".

Pero no es verdad. El memorándum sobre la col tiene un origen dudoso y se puede encontrar otro, redactado exactamente de la misma manera, que ridiculiza las normas estadounidenses sobre la venta de coles.

Por si le interesa a alguien, el apartado dedicado a las coles en las normas sobre los criterios comunes de calidad tiene alrededor de 1.800 palabras.

Cuánto tiene de mito: a unas 25.000 palabras de la verdad.

Los pechos de las camareras

En 2005 hubo gran indignación por las insinuaciones de que la UE iba a tapar los bustos al descubierto de las camareras británicas.

"Los estrictos burócratas han decidido que es un RIESGO PARA LA SALUD que las camareras tengan demasiado escote al aire", se lamentó The Sun en un artículo titulado "No toquen las tetas de nuestras camareras", que afirmaba que "en una directiva estúpida... los burócratas de Bruselas han ordenado que se tapen".

Es cierto que la UE presentó una directiva en la que alegaba que los empresarios debían responsabilizarse de que cualquier empleado que trabajara al aire libre no sufriera un exceso de exposición al sol, en un intento de reducir el cáncer de piel. La directiva sugería que se tomaran medidas como proporcionar crema protectora a los empleados o permitirles taparse un poco. En el documento no se mencionaba a las camareras, independientemente de que tuvieran mucho o poco pecho; la última frase mencionaba los posibles daños causados por el sol, y The Sun lo aprovechó para animar a sus lectores a "brindar por The Sun " por haber salvado a "las camareras pechugonas de Gran Bretaña".

Cuánto tiene de mito: dos copas doble D de estupidez.

Se van a prohibir los plátanos curvos

En septiembre de 1994, The Sun, Daily Mirror, Daily Mail y Daily Express informaron de que "los burócratas de Bruselas han prohibido los plátanos curvos".

La idea de que los funcionarios de la UE iban a arrebatar los plátanos curvos de las manos de los hambrientos pequeñines británicos debió de causar un horror indeleble, porque se niega a desaparecer. The Sun volvió a publicar la noticia en 1998, con el título "Los plátanos no deben tener una curva excesiva", y The Telegraph presumió en 2008 de que "Las normas sobre los plátanos y los pepinos curvos se han abandonado".

Como tantos mitos, este se basa en una parte de verdad, una frase en el Reglamento de la Comisión (CE) 2257/94, que dicta que los plátanos de categoría extra estén "libres de malformaciones y curvas anómalas". Pero los plátanos curvos no se han prohibido jamás; los de categorías inferiores pueden tener "defectos de forma", que seguramente quiere decir que pueden tener toda la curvatura que se quiera.

Cuánto tiene de mito: tres plátanos torcidos.

El eurocondón

En los años noventa hubo muchos gruñidos ante los rumores de que la UE iba a regular el tamaño de los condones para imponer un eurocondón de talla única; la gente pensó que la intromisión de Bruselas en su vida sexual iba demasiado lejos.

Salvo que el condón regulado por Bruselas nunca fue realidad. Y, aunque sí se introdujeron criterios sobre el tamaño del preservativo, el responsable fue el Comité Europeo de Normalización, que no es un organismo de la UE.

Cuánto tiene de mito: cuatro calzoncillos patrióticos.

Bruselas ha robado una galleta de la lata

En enero de este año, The Mail on Sunday publicó la noticia de que la UE iba a eliminar "la gran galleta británica" debido a sus elevados niveles de grasas trans. El origen era un informe hecho público por la Comisión Europea en diciembre, que sugería un límite legal para las grasas trans, válido en toda la UE, como forma de abordar algunos de los problemas de salud asociados a ellas.

El artículo del Mail insinuaba que las galletas corrían especial peligro con esta directiva, y la ilustración era una foto de custard creams, las galletas rellenas de crema. En el texto se elogiaba al diputado conservador Jacob Rees-Mogg, que había prometido "defender los hábitos alimenticios británicos" contra "la intromisión de Bruselas".

Lo malo es que, aunque la UE aprobara una directiva sobre grasas trans, la limitación seguramente tendría escasa repercusión en el mercado británico, que ya se ha comprometido a reducir o incluso prohibir el uso de grasas trans en los productos alimenticios. Es más, una investigación internacional no encontró ningún producto con alto nivel de grasas trans en los grandes supermercados del Reino Unido.

Las custard creams están especialmente a salvo de la "intromisión de Bruselas". La empresa que las fabrica, United Biscuits, se comprometió a erradicar las grasas trans de sus productos en 2006.

Cuánto tiene de mito: cinco galletas de burbon y chocolate.

La criminalización de la pulgada

Una preocupación que viene de atrás es que la UE está obligando al Reino Unido a deshacerse de sus pintas, acres, pulgadas, pies y libras en favor del sistema métrico.

En 2001, The Daily Telegraph publicó una noticia en la que se insinuaba que se estaba obligando a "obedecer a Europa" incluso a la Reina, a la que habían advertido que la serrería de Sandringham, en su finca de Norfolk, debía dejar de vender madera de roble en pies y pulgadas, "porque es un delito contra las leyes de metrificación de la CE".

En realidad, el Reino Unido aceptó adoptar de forma gradual el sistema métrico en 1965, y en 1969 creó la Junta de Metrificación para coordinar el proceso. Al incorporarse a la CEE, en 1973, Gran Bretaña asumió la obligación de adoptar el sistema, y los comisarios europeos se quejan en ocasiones de que lleva casi medio siglo con el proceso y tal vez debería acelerarlo.

Por si a alguien le interesa, nadie procesó a la reina por vender la madera en pies, en primer lugar, porque la finca cumplió con la directiva de pasar al sistema métrico, y en segundo, porque vender en medidas imperiales no es ningún delito tipificado.

Cuánto tiene de mito: una pulgada de verdad, un pie de mito.

Prohibidos los autobuses de dos pisos

"Las nuevas normas de seguridad de los autobuses podrían prohibir por completo la presencia [de los autobuses de dos pisos] en las calles de Gran Bretaña", se indignaba The Daily Telegraph en 1998. "El símbolo británico, reconocido en todo el mundo, está en peligro porque se supone que los autobuses de dos pisos son menos seguros y menos accesibles a los pasajeros discapacitados que los de un solo piso".

La Comisión Europea ha trabajado para normalizar el diseño de autobuses por motivos de seguridad y accesibilidad, y recomienda el uso de vehículos de un solo piso, equipados con cinturones de seguridad, porque son más seguros que los de dos. Sin embargo, la UE ha dejado claro que quieren respetar las necesidades concretas de transporte de sus Estados miembros, y no solo los autobuses de dos pisos no están prohibidos sino que tienen su propio apartado en el reglamento de la UE, con indicaciones sobre cómo hacerlos más seguros.

Cuánto tiene de mito: dos emblemáticos autobuses.

Los peces van a denominarse con sus nombres en latín

Ni siquiera el humilde fish and chips está a salvo de la locura de la UE, según el Daily Mail y The Sun, que en 2001 informaron de que la UE iba a obligar a los locales de comida para llevar, restaurantes, pescaderos y supermercados a denominar los peces con sus nombres en latín, lo cual quería decir que "los británicos, desconcertados, tendrán que pedir hippoglossus hippoglossus en lugar de platija".

La Comisión Europea propuso que los productos de pescado llevaran unas etiquetas más claras en las que se indicara el nombre exacto del pez, cómo se había producido y dónde se había capturado, pero no se dijo nada de sustituir su nombre por el latino ni de que fuera a hacer falta abrir el diccionario para encargar un cucurucho de fish and chips.

Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.

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