La UE autoriza que se investigue a su jefe antifraude por supuestas escuchas ilegales
La Justicia belga quiere interrogarle por un caso relacionado con la industria tabaquera
La Justicia belga ya puede investigar al jefe europeo de la lucha antifraude. La Comisión Europea ha retirado este viernes la inmunidad al director general de la OLAF, el italiano Giovanni Kessler, al considerar "justificada" la petición de las autoridades belgas, que desde hace más de un año reclaman interrogar a Kessler por presuntas escuchas ilegales en el caso que le costó el puesto al comisario europeo de Salud John Dalli en 2012.
El político maltés dimitió tras ser acusado por la oficina que dirige Kessler de hacer la vista gorda mientras un empresario amigo pedía importantes sumas de dinero a la tabaquera sueca Swedish Match a cambio de usar su relación con Dalli para influir en una directiva sobre consumo de tabaco en la UE.
La empresa denunció los hechos y aunque Dalli siempre negó tener conocimiento del intento de soborno, la investigación de la OLAF determinó que el comisario sabía lo que se hacía en su nombre y no lo denunció, lo que llevó al entonces presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, a exigir su dimisión. Pese a que la Comisión anunció poco después la renuncia voluntaria de Dalli, este aseguró en todo momento que había sido forzado a marcharse, e incluso trató sin éxito de probarlo con una demanda ante la justicia europea, que dictaminó que había presentado su dimisión "verbalmente" y le negó una compensación económica.
El escándalo reaparece ahora en escena con el cuestionamiento de los métodos que usó el responsable de la oficina antifraude de la UE para obtener la información. Las autoridades belgas sospechan que Kessler grabó ilegalmente una conversación entre testigos del caso, un extremo que la retirada de la inmunidad permitirá investigar.
La decisión de la Comisión Europea de cooperar con las autoridades judiciales belgas "sin poner en duda la presunción de inocencia", no supone la marcha de Kessler de su puesto al frente de la oficina antifraude. Este contará con la asesoría legal de la Comisión como le corresponde por su posición de alto funcionario. Según la agencia Reuters, tras conocer que podrá ser juzgado, la OLAF ha señalado que Kessler tomará las medidas oportunas para "proteger la independencia" del organismo que dirige, y estudia denunciar a la Comisión ante el Tribunal de Justicia de la UE.
La oficina antifraude europea, a la que Kessler llegó en febrero de 2011 tras haber sido, entre otros cargos, fiscal antimafia en Sicilia, tiene entre sus funciones investigar el uso de los fondos europeos así como posibles casos de fraude o corrupción por parte de instituciones o personal de la UE, sea cual sea su cargo.
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